No hay duda que la forma más efectiva de saber si una mujer está o no embarazada es a partir de la realización de la prueba de orina, que consiste en depositar un poco de la primera orina de la mañana en un pequeño utensilio consistente en una tira absorbente reactiva, capaz de detectar la presencia de la hormona gonadotropina coriónica (HGC), también conocida como la hormona del embarazo.
Pero para que esta prueba de orina pueda mostrar un resultado positivo y por tanto que éste sea eficaz es necesario que en la sangre se tengan los niveles suficientes de la hormona HGC, de manera que un nivel de esta hormona por debajo de 25-50 mlU/mL tenderá a ser negativa.
Por ello lo más adecuado es no apresurarse al momento de realizarse el test, y esperar algunos días más para que en caso de embarazo real no dé un resultado de falso negativo.
También existe una prueba de sangre que básicamente consiste en medir el nivel de la hormona HGC directamente en la sangre, lo que se convierte en una prueba aún más fiable que el test de orina porque es capaz de detectar si la mujer está o no embarazada entre 6 a 8 días después de la concepción.
Mientras que para el test de orina es necesario esperar al menos 2 semanas, aunque hoy día es posible encontrar en las farmacias test de orina mucho más sensibles capaces de detectar el embarazo apenas 6 días después de la concepción.
Pero cuando no existían los test de orina o de sangre, nuestras mamás y nuestras abuelas utilizaban lo que hoy día se siguen conociendo como pruebas caseras de embarazo, consistiendo básicamente en remedios caseros que pueden ser de utilidad en este sentido.
Aunque debemos dejar claro desde un primer momento que estas pruebas caseras no son tan fiables como por ejemplo los diferentes test de embarazo que puedes encontrar en las farmacias, con una fiabilidad de casi un 99%.
Una de las más populares o conocidas es la denominada como prueba del aceite, la cual ha pasado de generación en generación de abuelas a madres y posteriormente a sus propias nietas.
¿Qué es la prueba del aceite y en qué consiste?
Es una de las pruebas más clásicas y tradicionales, que antaño utilizaban las madres para saber si estaban o no embarazadas.
De hecho, son muchos los que la consideran como una de las pruebas más antiguas y utilizadas, y muchos la consideran incluso como un test de embarazo casero fiable, aunque nos reservamos esta opinión obviamente porque no se ha constatado científicamente su fiabilidad. No obstante, algunas mujeres que lo han usado aseguran que su fiabilidad es de entre un 70 a un 80%.
¿Cómo hacer el test de embarazo con aceite?
Para realizarla necesitas un vaso de cristal limpio, un poco de aceite de oliva y tu propio orín (es mejor que sea el primero que hagas por la mañana).
Debes orinar dentro del recipiente, y dejar que la muestra se enfríe durante aproximadamente una hora.
Con ayuda de un gotero o una cucharada esterilizada añade dos gotas de aceite de oliva en otro recipiente. En él añadirás un poco de orín sin que éste llegue a tomar el aceite.
Espera unas horas más: si ves que el orín y el aceite se han unido significa que
estás embarazada. Pero si se han quedado quietos y no se han tocado, significaría que no estás embarazada.
Aviso: Debes tener en cuenta que esta prueba de embarazo no es ni mucho menos fiable, por lo que en absoluto puede servir como diagnóstico positivo o negativo. Te recomendamos acudir a tu médico o realizarte alguna prueba médica (por ejemplo, un análisis de sangre o la prueba de orina) para confirmar si estás o no embarazada.
Comentar