El ajo es probablemente uno de los alimentos más increíbles y maravillosos que existen, sobre todo por los distintos beneficios preventivos, curativos y medicinales que aporta cuando es consumido de forma regular, y se incluye dentro de una dieta variada y equilibrada. Como de buen seguro sabrás, se trata de un bulbo de piel blanca que se encuentra formada por una cabeza dividida a su vez en diferentes bajos conocidos popularmente con el nombre de dientes (dientes de ajo, para ser precisos).
Es un alimento muy poderoso en cuanto a beneficios y propiedades, y su gran versatilidad lo llevan a ser incluido en una grandísima diversidad de platos y recetas, aunque su uso más común en la cocina es como sofrito. También podemos mencionar el zumo de ajo, el cual consumido en ayunas se convierte en una opción natural excelente para reducir los niveles altos tanto de colesterol como de triglicéridos al disminuir la agregación plaquetaria y aumentar la actividad fibrinolítica.
No obstante, no es lo mismo comer los ajos crudos y enteros que triturarlos. Y es que, ¿sabías que al triturarlos se liberan determinadas sustancias que son en definitiva las responsables de sus grandes beneficios curativos y preventivos?.
Por qué es tan adecuado triturar los ajos antes de comerlos
Debemos tener presente que no es lo mismo utilizar los dientes de ajo en la cocina y su uso para la elaboración de una grandísima diversidad de platos y recetas, que su uso desde un punto de vista de la medicina más natural, o como forma de disfrutar de sus cualidades nutricionales (cuando es aportado regularmente en nuestra alimentación diaria).
Sin embargo, el hecho de cocinar el ajo no significa que se pierdan sus cualidades ya que se forman dos compuestos con cualidades anticoagulantes y muy beneficiosas para el colesterol: el ajoeno y la adenosina.
Cuando el ajo es triturado se libera alicina, un compuesto azufrado que es el resultado de la conversión de la aliina. Se trata, en definitiva, de uno de los principios activos más importantes de este alimento, que en definitiva es el principal responsable de sus diferentes efectos y beneficios medicinales.
No obstante, para disfrutar de estas cualidades se aconseja consumirlo rápidamente una vez hayamos triturado los dientes de ajo.
Descubre los beneficios de comer ajos triturados o machacados
- Mejora la circulación sanguínea: la alicina, al igual que otros compuestos presentes en los ajos, ejerce un efecto anticoagulante muy beneficioso para nuestra circulación sanguínea, previniendo la formación de coágulos y a su vez mejorando la circulación.
- Reduce la presión arterial: al mejorar la circulación sanguínea ayuda a reducir los niveles altos de presión arterial, por lo que su consumo es interesante cuando existe hipertensión arterial.
- Rebaja los niveles altos de colesterol: si también tienes colesterol elevado comer ajos triturados y crudos te ayudará a reducir sus niveles altos. Además, es un remedio tradicional interesante cuando también tienes altos los triglicéridos.
- Excelente antiinflamatorio: el ajo consumido regularmente ayuda a reducir la inflamación de las articulaciones y de la próstata.
- Refuerza el sistema inmunitario: el ajo triturado es un alimento ideal para reforzar el sistema inmunológico, ayudando de forma muy positiva a la hora de aumentar las defensas naturalmente.
- Calma la tos: el ajo triturado ayuda a aliviar la tos, sobre todo cuando se trata de tos de origen bacteriano debido a su efecto expectorante.
- Ideal en caso de gripes y resfriados: por su acción para reforzar el sistema inmune y sus cualidades antimicrobianas y antibacterianas, se convierte en un alimento natural excelente en caso de gripes, resfriados y catarros.
¿Y qué propiedades tiene comer un ajo cada día?
Como te comentábamos, el ajo es un alimento tan popular como conocido, dado que su uso en la cocina es muy habitual cada día en muchas casas del mundo. De hecho, su uso en la cocina se remonta a muchos siglos, de la misma manera que podemos encontrarnos con distintos remedios tradicionales y naturales en los que el ajo se convierte en el ingrediente principal, precisamente por las diferentes cualidades medicinales y propiedades terapéuticas que aporta.
Es necesario reseñar que ya el ajo ocupaba un destacadísimo lugar en la alimentación de los hebreos y egipcios. Por poner solo un ejemplo, los egipcios de hecho lo elevaron incluso al rango de divinidad.
Ayuda a reducir los triglicéridos y el colesterol
Si te has hecho un análisis de sangre hace poco y te han diagnosticado niveles altos de colesterol y de triglicéridos (o de alguno de estos parámetros individualmente), el ajo es un alimento ideal que ayuda a reducir y disminuir los niveles elevados de grasas en la sangre. Esta cualidad la encontramos en la alicina, un compuesto azufrado que encontramos en los ajos.
Pero para que el ajo libere este compuesto es necesario machacarlo o cortarlo. Precisamente la alicina es la responsable de que el ajo sea muy eficaz para disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos.
Buena para la hipertensión arterial
Se diagnostica de hipertensión arterial cuando la presión arterial se sitúa por encima de 140/90 mmHg. También existe lo que médicamente se conoce como prehipertensión, que es aquella cuando los valores de presión arterial son de 120/80 mmHg o más, pero se sitúa por debajo de 140/90 mmHg.
El consumo regular de ajo es muy interesante en caso de hipertensión arterial, dado que es capaz de disminuir la agregación plaquetaria a la vez que aumenta la actividad fibrinolítica. Es decir, ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
Maravilloso antibiótico natural
Conocidas son las propiedades del ajo para, por ejemplo, algunos remedios caseros para la gripe, principalmente por sus importantísimos beneficios al ser un buen antiséptico pulmonar. No en vano, actúa como un maravilloso antibiótico natural por lo que su consumo regular ayuda a la hora de eliminar las bacterias de nuestro organismo.
Por otro lado, es útil para reforzar el sistema inmunológico, siendo muy adecuado cuando necesitamos aumentar las defensas naturales de nuestro organismo. Por este motivo se dice que el ajo ayuda a evitar y prevenir las gripes y los resfriados, así como las infecciones por hongos o bacterias.
Excelente desinfectante intestinal
El ajo actúa como un antifúngico natural, por lo que se convierte en un maravilloso desinfectante intestinal, siendo útil a la hora de eliminar los parásitos intestinales.
Composición nutricional de los ajos
Por otro lado, es sumamente útil conocer cuál es la composición nutritiva de los ajos. En este caso, 100 gramos de ajos crudos aportan:
Calorías |
119 kcal. |
||
Proteínas |
4,30 g. |
||
Hidratos de carbono |
24,30 g. |
||
Grasas totales |
0,23 g. |
||
Vitaminas |
Minerales |
||
Vitamina A |
1 µg. |
Sodio |
19 mg. |
Vitamina B1 |
0,16 mg. |
Yodo |
4,70 mg. |
Vitamina B2 |
0,02 mg. |
Calcio |
17,80 mg. |
Vitamina B3 |
1,02 mg. |
Potasio |
446 mg. |
Vitamina B6 |
0,32 mg. |
Magnesio |
24,10 mg. |
Vitamina B9 |
4,8 µg. |
Hierro |
1,20 mg. |
Vitamina C |
14 mg. |
Zinc | 1,10 mg |
Cómo triturar los ajos para aprovechar todos sus beneficios
Es un procedimiento muy sencillo. Solo tienes que utilizar 2 o 3 dientes de ajo. En primer lugar pélalos retirando la piel blanca que los recubre. Ponlos en un mortero y tritúralos bien durante algunos minutos, hasta que observes que han desprendido algo de líquido.
Para poder disfrutar de sus cualidades sin que éstas se pierdan es necesario consumirlo rápidamente. Se aconseja tomarlo en ayunas, o bien durante el almuerzo antes de la comida. No obstante, puede ser tomado fresco, cocido, o en cápsulas. En este último sentido, se utiliza el polvo total criomolido de bulbo de ajo.
Contraindicaciones y efectos secundarios de los ajos
A pesar de su potente sabor y su aroma tan característico, la realidad es que el ajo es un alimento no solo muy utilizado cada día en la cocina de muchas casas por su versatilidad para ser incluido en una gran diversidad de recetas.
Es común que, desde hace muchísimos años, el ajo también se haya convertido en un remedio casero que forma parte ya del conjunto de ingredientes básicos que no podrían faltar en la botica de la abuela.
Su uso está especialmente aconsejado en las épocas más frías del año, durante las que es común que nos enfermemos de gripes o resfriados.
Los principales beneficios curativos del ajo se los debemos sobretodo a su contenido en alicina, uno de los principios activos más importantes de este alimento, y que es el responsable de sus efectos positivos y medicinales.
Sin embargo, como cualquier alimento, planta y hierba, el ajo también posee determinadas contraindicaciones, pudiendo causar a su vez algunos efectos secundarios.
No se aconseja el consumo del ajo en las siguientes condiciones o trastornos:
- Problemas de sangrado.
- Problemas de coagulación sanguínea.
- Consumo de determinados medicamentos: anticoagulantes, para el corazón y determinados medicamentos anticonceptivos.
- Diabetes.
- Hipertiroidismo: por su elevado contenido en yodo.
- Embarazo y lactancia materna.
Efectos secundarios del ajo
No hay duda que el ajo es un alimento con sabor fuerte, que en algunas personas sensibles con estómago delicado les puede sentar mal, ya que a su sistema digestivo le es difícil digerirlo correctamente.
Por ello, puede ser habitual que el consumo de ajo cause acidez estomacal, flatulencias o gases, eructos, vómitos o diarrea.
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