Dentro de una alimentación variada, equilibrada y sobre todo saludable no hay duda que las frutas cuentan con una posición importantísima, especialmente por su elevado contenido en diferentes nutrientes esenciales entre los que podemos mencionar la presencia de vitaminas, minerales, hidratos de carbono y alguna que otra proteína, pero en especial por su gran aporte en antioxidantes naturales, que como de buen seguro sabrás son muy útiles y fundamentales a la hora de prevenir la aparición de un buen número de enfermedades gracias a que ayuda a retrasar el envejecimiento prematuro de nuestras células debido a la acción tan negativa de los radicales libres.
Pero a la hora de disfrutar de todas sus cualidades no solo es posible consumirlas frescas, ya sea solas o acompañadas con yogur en deliciosos postres y en su momento óptimo de maduración. También es posible disfrutas de su sabor de forma diferente, optando por las conocidas como frutas deshidratadas.
¿Qué son y en qué consisten? Básicamente nos encontramos ante frutas que han sido secadas y deshidratadas mediante la extracción, con la ayuda de calor suave, de una buena cantidad de la humedad presente en el alimento, la cual es una de las principales “culpables” de que el alimento se eche a perder tan rápidamente. Eso sí, durante el proceso de deshidratación no se pierden nutrientes esenciales, sino que aumentan, convirtiéndose así en una fuente excelente y maravillosa de vitaminas y minerales.
Frutas deshidratadas: llenas de propiedades
Alto contenido nutritivo
Es totalmente normal que pienses que, cuando te encuentras ante una fruta seca o desecada, durante el proceso de deshidratación probablemente se perdieran parte de sus nutrientes esenciales. Sin embargo esto no es así, dado que lo único que se pierde es la presencia de humedad en su contenido, por lo que su periodo de consumo aumenta de forma considerable.
Es más, sus beneficios y propiedades nutritivas aumentan precisamente al reducirse su contenido en agua. Por ejemplo, destaca especialmente la presencia de minerales como el calcio, magnesio, hierro, potasio, fósforo y sodio, además de vitaminas como las del complejo B, A y E.
Por otro lado destacan por ser tremendamente energéticas gracias a que se amplía la presencia de hidratos de carbono simples, que como seguro sabrás se caracterizan por aportar energía muy rápidamente.
Ayudan a reducir el estreñimiento
100 gramos de frutas deshidratadas, independientemente de que sean uvas pasas, orejones, dátiles o higos secos, aportan aproximadamente 15 gramos de fibra, de ahí que se conviertan en una opción natural excelente a la hora de mejorar y reducir el estreñimiento.
Es más, un consumo regular de frutas deshidratadas al día es especialmente útil para mejorar el tránsito intestinal, por lo que también se constituyen como una fuente ideal a la hora de prevenir su aparición.
Te aportan energía
Como indicábamos en un apartado anterior, las frutas deshidratadas son una excelente fuente de energía gracias a su alto contenido en hidratos de carbono simples, que destacan por aportar energía rápidamente. Por ello son ideales para estudiantes, deportistas y para quienes desean obtener energía para seguir con su día a día.
Se convierten, por tanto, en una opción ideal como tentempié a media mañana.
Ideales contra la anemia ferropénica
La anemia ferropénica es la más común y ocurre cuando el organismo no tiene la suficiente cantidad de hierro, que entre otras importantes funciones ayuda a producir glóbulos rojos, los cuales llevan oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo.
Las frutas deshidratadas son ideales en caso de anemia, sobre todo cuando se consumen junto con alimentos ricos en vitamina C, principalmente porque la vitamina C ayuda a mejorar la absorción del hierro.
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