En cada estación del año se pueden encontrar unas determinadas frutas de temporada, esto es, aquellas que se recolectan durante esos meses del año. Aunque actualmente se pueden consumir todas las frutas durante todo el año, lo mejor es apostar por las frutas de temporada para disfrutar al máximo de todas sus propiedades y beneficios.
Son muchos los que creen erróneamente que es precisamente en primavera y en verano cuando los árboles dan más frutas, pero lo cierto es que durante el invierno también se recolectan algunas frutas con muchísimos beneficios y propiedades para la salud.
El invierno es una época propia de los cítricos, los cuales tienen un gran aporte de vitaminas, como la vitamina C. Merece la pena saber cuáles son las frutas del invierno y cuáles son sus respectivos beneficios.
¿Cuáles son los beneficios de comer frutas de temporada?
Actualmente, gracias a las técnicas de fruticultura tan modernas que existen, es posible disfrutar de todo tipo de frutos durante todo el año. No obstante, apostar por los propios de cada temporada sigue siendo lo más beneficioso por varios motivos.
Minerales y vitaminas: en primer lugar, si se comen los frutos de una determinada estación, los cuales están bien maduros, el aporte tanto de vitaminas como de minerales es considerablemente mayor.
Medio ambiente: en segundo lugar, en relación con el cuidado del medio ambiente, merece la pena destacar que los alimentos de temporada son más respetuosos con él.
Sabor: y, por último, lo relacionado con el sabor. No tiene nada que ver el que aportan los frutos que han sido madurados en cámaras frigoríficas que el de aquellos cosechados en su punto exacto en el árbol.
Los mejores frutos del invierno y sus propiedades
En invierno se pueden encontrar una gran selección de frutos con múltiples beneficios para la salud.
Por un lado, los frutos secos, como las nueces, las almendras o los pistachos. Además de tener un aporte calórico muy bajo, son alimentos con muchísimos beneficios para la salud tanto física como mental. Son sumamente ventajosos para fortalecer el sistema cardiovascular y, además, favorecen de manera notable la concentración y la capacidad de atención.
Y, por otro lado, las frutas frescas.
Naranjas: las naranjas son una de las principales frutas de las que se puede disfrutar durante el invierno; es durante esta estación cuando alcanza su madurez y su mayor dulzor. Tiene un alto contenido en vitamina C; un nutriente muy importante para fortalecer el sistema inmunológico y, de esta manera, estar mejor preparado para hacer frente a los resfriados propios de la época. La vitamina C también es la responsable de la síntesis de colágeno.
Caquis: los caquis son unas de las frutas más famosas del invierno y, además, cada vez más popular. Tienen grandes propiedades antioxidantes, de forma que son fantásticas para hacer frente a los radicales libres. Estos radicales libres pueden tener consecuencias nefastas para la salud; pueden dar lugar a determinadas enfermedades degenerativas, así como al envejecimiento prematuro de la piel.
Kiwi: el kiwi es una de las frutas más beneficiosas que existen; indispensable en una dieta sana y equilibrada, tanto de adultos como de niños. Es muy conocido por su gran aporte de fibra, por lo que resulta ideal para favorecer el tránsito intestinal. Además, tiene un gran aporte de vitaminas C y E. Y no sólo eso; el kiwi también tiene grandes propiedades diuréticas.
Manzana: la manzana también es una fruta fresca propia del invierno, aunque lo cierto es que se puede encontrar durante todo el año. Una manzana supone un gran aporte de fósforo, fibra, potasio, hierro y vitamina C. Uno de sus beneficios más conocidos es que ayuda en gran medida a que los dientes estén más sanos.
Chirimoya: una fruta que aún no es demasiado conocida en España, pero que poco a poco se ha haciendo un hueco en la cesta de la compra de los consumidores. Con una composición de un 75% de agua, es una opción estupenda para mantenerse hidratado. Además, contiene fibra, vitamina C y tiene propiedades diuréticas.
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