Cada año, después de un invierno largo lleno de lluvias, viento y mucho frío, es habitual que muchas personas deseen con ansias la llegada de la primavera, porque nuestro paisaje se inunda de preciosas y maravillosas flores, aumentan las horas de luz solar, y con todo ello tendemos a sentirnos más alegres y vivos.
Por ello se tiende a decir que la primavera la sangre altera, porque debido al aumento de la radiación solar y los cambios que se producen en la propia meteorología en sí, éstos provocan un efecto en nuestro organismo que se traduce en la afectación de producción de ciertas hormonas. Dado que en primavera existe un número menor de horas nocturnas, varía la producción de melatonina, lo que conlleva cambios en las respuestas tanto físicas como emocionales de la propia persona.
Pero como toda estación, también tiene sus contratiempos. Un ejemplo lo encontramos en la aparición de las temidas alergias primaverales. Consiste en un proceso muy común que afecta a muchas personas por esta época. Cuando sufrimos de alergia significa que nuestro organismo reconoce como extraño una sustancia denominada alérgeno, que induce en el alérgico una respuesta de su sistema inmunológico, que da lugar a su vez una serie de manifestaciones clínicas propias de las enfermedades y reacciones alérgicas. Por ello la alergia primaveral, y la alergia al polen en sí misma, produce rinitis estacional, cuyos síntomas tienden a variar de un paciente a otro, aunque por regla general éstos se caracterizan por irritación y picor de ojos, nariz, faringe y paladar.
Si quieres disfrutar de una primavera con salud, a continuación te exponemos algunos consejos útiles que te ayudarán a cuidar tu salud durante esta bella y agradable estación del año.
1. Evita la alergia primaveral y el contacto con el polen
Si habitualmente sufres de alergia, es bastante probable que ésta aumente durante los meses primaverales. De ser así, existen algunos consejos que debes tener en cuenta, los cuales te serán de gran ayuda. Disminuye las actividades al aire libre, sobre todo en aquellas horas en las que el polen está más “activo”: entre las 5 a 10 de la mañana, y las 7 a 10 de la noche.
Evita salir en los días de viento, ya que durante estas jornadas la polinización tiende a ser más alta, por lo que la concentración de polen es mayor. Por otro lado, mantén las ventanas cerradas durante la noche, también las de nuestro vehículo cuando salgamos a la calle, y en caso de utilizar aire acondicionado úsalo con filtros.
Como en cualquier otra estación del año, con el objetivo de proteger los ojos del sol cada vez que salgas a la calle ponte gafas de sol.
2. Haz ejercicio físico al aire libre
Si no sufres de alergias hacer ejercicio físico al aire libre cuando llega la primavera es una opción excelente para hacer deporte, disfrutar de una buena salud, y sobre todo para disfrutar de las imágenes más bellas de esta estación.
Recuerda que la práctica de ejercicio físico es fundamental, sobre todo cuando éste se practica de forma regular. Es ideal para disfrutar de un buen estado de salud y físico. Además, es muy interesante para ayudarte a mejorar tu estado de ánimo y sentirte mejor contigo mismo.
Basta con practicar entre 30 a 40 minutos al día de tu ejercicio físico preferido: puede ser caminar, correr, montar en bici… Eso sí, recuerda que el ejercicio físico intenso o excesivo no es recomendable.
3. Cuida tu alimentación y opta por alimentos frescos
La alimentación es la base de nuestra salud, por ello es fundamental mantener una dieta equilibrada y variada, lo más sana y saludable posible. Es interesantísimo optar por alimentos frescos de temporada, los cuales te aportan todos los nutrientes esenciales que tu organismo necesitará durante esta época del año: están llenos de vitaminas, minerales y otros nutrientes que no pueden faltar.
Recuerda optar por frutas, vegetales, hortalizas y verduras frescas. Tampoco pueden faltar las legumbres, cereales (también en su versión integral), pescados, carnes blancas y frutos secos.
4. Deliciosos alimentos de temporada
No hay nada mejor que disfrutar de los alimentos de temporada, que como de buen seguro sabrás, son alimentos que sólo podemos encontrar en el mercado determinados meses del año, porque su cultivo o producción es específico de esas épocas. Esto nos asegura que estos alimentos conservan y mantienen todas sus propiedades nutricionales intactas, así como sus beneficios y cualidades organolépticas.
En primavera podemos disfrutar de los albaricoques y de las fresas, además de encontrarnos ya en el mes de mayo con otras frutas que encontramos sobre todo en verano, como es el caso de las cerezas, sandías y melones.
Otros consejos útiles para cuidarte en primavera
Además de los consejos que te hemos dado, a continuación te descubrimos otros cuidados para la primavera que te ayudarán a mantener una buena salud durante esta bella época del año. Es probable que algunos consejos se repitan, pero te ayudarán a tenerlos aún más presentes:
- Ahora que el sol comienza a hacer su aparición, trata de broncearte más a menudo, especialmente cuando vas a estar varias horas en la calle. Es recomendable broncearse incluso en invierno, ya que las nubes pueden producir incluso un efecto mucho más negativo para la salud de nuestra piel.
- Trata de permanecer siempre bien hidratado/a, bebiendo líquido en abundancia. Recuerda que es recomendable tomar al menos 2 litros de agua al día. También puedes optar por infusiones, tisanas o tés (fríos o helados, por ejemplo, en caso de que tengas calor).
- Practica ejercicio en las primera horas de la mañana, o bien por la tarde-noche, para evitar así las horas de mayor calor.
- Si comienzas a ir a la playa o a piscinas, recuerda siempre broncearte correctamente.
- Las curas de diente de león (propiedades del diente de león), suelen ser útiles en los cambios de estación. Para ello, basta con que tomes dos cápsulas antes de cada comida, o bien de una a dos infusiones al día durante una semana.
- En caso de que sufras de alergia, debes tener cuidado con las alergias primaverales. Para ello, es útil mantener las ventanas cerradas durante el día, especialmente en aquellos días con mayor nivel de polen en el ambiente, y refrescar la casa por la noche.
Imágenes | martinak15 / Aaron / Juan Antonio Capó Alonso
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