Lo cierto es que la gastronomía española posee en su historia todo un conjunto de maravillosos alimentos, ideales dentro de una dieta variada, y que provienen sobre todo de la conocida como Dieta Mediterránea, considerada por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) como la dieta más saludable que existe, y recomienda seguirla para disfrutar de una buena calidad de vida y prevenir enfermedades degenerativas.
Y, entre esos alimentos maravillosos, saludables y tremendamente beneficiosos para nuestra salud destacan sobre todo dos: el pan tradicional por un lado, y el aceite de oliva por el otro. ¿Y qué sucede cuando combinamos ambos alimentos y los juntamos en uno solo? Muy sencillo: obtenemos un producto natural delicioso, no solo en sabor o textura, sino que destaca también por sus increíbles beneficios nutritivos.
De hecho, son muchos los nutricionistas que consideran al pan con aceite de oliva como la opción más sana, deliciosa y nutritiva para el desayuno, convirtiéndose así en una buenísima opción para comenzar el día con energía. Frente, sobre todo, a otras opciones para el desayuno menos saludables como por ejemplo es el caso del pan de molde, la mantequilla, la mermelada, los cereales (en especial los ricos en azúcares refinados) y las galletas.
Además, destaca sin duda alguna por su facilidad de preparación, ya que solo basta con un par de barras de pan tostado y un buen chorrito de aceite de oliva. Pero ojo, dado que no basta cualquier aceite. ¿El mejor? El aceite de oliva virgen extra.
Los beneficios de comer pan con aceite de oliva todos los días
La mejor opción para el desayuno
Si buscas opciones nutritivas que sean saludables y que, sobre todo, sean especialmente adecuadas para el desayuno no hay duda que el pan con aceite de oliva virgen extra es la mejor opción para empezar el día.
No debemos olvidarnos que el pan forma parte del grupo de cereales y tubérculos al estar elaborado con harina de trigo. Es decir, es un alimento que nos aporta energía gracias a su alto contenido en hidratos de carbono, que precisamente actúan como combustible para nuestro organismo. Por ello es ideal para el desayuno.
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Pero si quieres optar por un alimento aún más sano, lo mejor es sustituir el pan tradicional común por pan integral o por aquellos elaborados con grano entero. Su contenido en fibra será mayor, útil para regular la digestión y prevenir o mejorar el estreñimiento. Además, ayuda a controlar los niveles de azúcar y de colesterol.
Alto contenido nutritivo
El pan con aceite de oliva es una comida llena de nutrientes esenciales, fundamentales e imprescindibles para nuestra salud y en definitiva para nuestro organismo. De hecho, además de ser muy rico en hidratos de carbono es una opción natural excelente para aportar a nuestro cuerpo vitaminas del grupo B (en especial B1, B2, B9 y B6) así como minerales como el hierro, magnesio, zinc y potasio.
En el caso particular del pan no solo aporta hidratos de carbono, sino también proteínas. Mientras que el aceite de oliva aporta sobre todo vitamina E, un nutriente esencial por su actividad antioxidante, siendo útil para proteger a nuestras células reduciendo la actividad de los radicales libres.
También aporta polifenoles, que contribuyen a proteger las células frente a la oxidación, cuyo daño puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Un alimento rico en grasas saludables
El pan con aceite de oliva es un alimento tremendamente rico en grasas saludables, en especial en ácido oleico que es el ácido graso con mayor presencia en el conocido como oro líquido.
De hecho, un estudio científico constató que tomar cada día dos cucharadas de aceite de oliva al día puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas coronarias.
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Muy fácil de elaborar
El pan con aceite de oliva no solo es un alimento tremendamente saludable y nutritivo, también destaca porque es sumamente sencillo de elaborar, ya que solo basta con prepararlo en apenas 5 minutos. Es más, puedes comer el pan tal cual o tostarlo un poco.
Para elaborarlo tostado solo tienes que poner una sartén al fuego y cuando esté caliente cortar una barra de pan por la mitad y colocarlo en la sartén para que se vaya tostando. Cuando esté tostado por un lado (pero no quemado, ojo) dale la vuelta para que se tueste por el otro.
Una vez listo el pan colócalos en un plato y vierte por encima un chorrito de aceite de oliva virgen extra. ¡Listo, a disfrutar!.
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