Durante los meses de otoño e invierno suele ser muy habitual que aumente el consumo de naranjas, no solo porque se traten de una fruta de temporada que puede encontrarse sobre todo en los supermercados y mercados a partir del mes de septiembre u octubre, sino porque aumenta el consumo de zumo natural por su elevado contenido en vitamina C.
De hecho, sólo debemos prestar atención a cuáles son los beneficios del zumo de naranja para percatarnos de los motivos por los que esta deliciosa bebida natural es muy consumida durante las épocas más frías del año. Y tienen relación con una creencia popular muy extendida, que afirma que el zumo de naranja ayuda a prevenir los resfriados y la gripe común.
No obstante, como comentábamos en un artículo anterior en el que desvelábamos que en realidad el zumo de naranja NO previene ni cura el resfriado ni la gripe, lo cierto es que la vitamina C en sí misma no previene ni cura, pero sí ayuda a reforzar el sistema inmune y aumentar las defensas, lo que a su vez se traduce en una disminución del riesgo de padecerlas. Es decir, el zumo de naranja sí ayuda al proceso de recuperación de nuestro organismo cuando estamos resfriados o agripados.
Teniendo en cuenta sus principales propiedades y virtudes tanto nutricionales como medicinales, es evidente que tomar un zumo de naranja cada día es interesante a la hora de cuidar nuestra salud. Y te explicamos por qué es tan bueno.
Nos ayuda a recuperarnos cuando estamos resfriados y agripados
Partiendo de la máxima de que en realidad el zumo de naranja (y sobre todo la vitamina C), no ayuda a prevenir ni a curar las gripes o los resfriados cuando estamos enfermos, sí debemos tener en cuenta que es útil para reforzar nuestro sistema inmunológico, y –por tanto- aumentar nuestras defensas de forma natural.
Esto significa que, gracias a que el zumo de naranja es muy rico en vitamina C, a lo que sí ayuda es a reforzar nuestro sistema inmunológico, de manera que:
- Disminuye el riesgo de sufrir gripes o resfriados.
- Cuando ya estamos agripados o resfriados, ayuda en el proceso de recuperación de nuestro organismo (pero no nos cura, como se pensaba hasta el momento).
Nos ayuda a controlar los niveles de colesterol
Tanto si tienes el colesterol alto como si no, tomar regularmente un zumo de naranja al día es útil para controlar los niveles de grasas en la sangre, según los resultados obtenidos de una investigación recientemente publicada en la revista Nutrition Research.
Y es que un consumo regular de zumo de naranja ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL a la vez que aumentan los valores de colesterol HDL, gracias a su contenido en flavonoides, previniendo por tanto el riesgo de sufrir alguna enfermedad cardiovascular.
Nos ayuda a controlar la presión arterial
Además de ser útil para el control de los niveles de colesterol en sangre, si también tienes hipertensión arterial el zumo de naranja es también una bebida de tu elección, dado que es un jugo especialmente rico en potasio, un nutriente que ayuda a rebajar la presión sanguínea a partir del control del equilibrio de líquidos y de sodio.
Esta cualidad también la encontramos en el zumo de naranja al actuar como diurético, de manera que hace que los riñones eliminen más agua y sodio, relajando las paredes de los vasos sanguíneos.
Nos ayuda a aportar antioxidantes a nuestro organismo
Se sabe que, desde un punto de vista nutricional, el zumo de naranja aporta 60 tipos de flavonoides y un total de 170 fitoquímicos. Estas dos sustancias ayudan a reducir los efectos negativos de los radicales libres en nuestro organismo.
Por ello el zumo de naranja ayuda a su vez a la hora de prevenir y combatir el cáncer, las enfermedades cardiovasculares al mejorar la circulación y a reducir la inflamación, siendo además útil en caso de osteoporosis y asma.
Imagen | Lisa Murray
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