Las aftas son pequeñas úlceras o llagas en la boca de forma redondeadas y tono blanquecino o amarillento. Son dolorosas, bastante molestas, suelen desaparecer en unos días, entre 7 y 10 días, son una forma de úlceras bucales y pueden aparecer en la boca, encías y lengua.
Las aftas pueden aparecer como consecuencia de infecciones por virus, sin embargo las causas ciertas aún no se saben del todo, también pudieran aparecer asociadas a un trastorno del sistema inmunitario de nuestro organismo.
Otras posibles causas pudieran ser como consecuencia de: la carencia de algunas vitaminas, la falta de vitamina B12, el déficit de algunos minerales como, el hierro y el ácido fólico, los cambios hormonales, estados de ansiedad, estrés, cansancio, bajada de defensas y la alergia a algunos alimentos como, chocolate, algunos frutos secos, plátanos.
Por otro lado, también se han identificado otras causas relacionadas que pueden influir en la aparición de las molestas, dolorosas e incómodas aftas. Son las siguientes: tomar bebidas muy calientes, el tabaco, padecer algunas enfermedades infecciosas en los riñones, hígado o vesícula biliar, dañarnos al cepillarnos los dientes, mordernos sin darnos cuenta, la lengua o algún lado de la boca, tener caries dental o padecer de gingivitis (inflamación de las encías).
Las aftas como hemos dicho anteriormente sanan en unos días, a veces pueden durar hasta 3 semanas, y en casos más rebeldes pueden tardar más tiempo en curar. De alargarse mucho el tiempo en curarse debemos consultar con el médico para que nos haga una revisión.
Por lo general sanan sin ningún tratamiento, y podemos recurrir a algunos remedios para aliviar las molestias, que nos puede indicar el farmacéutico y para el que no se necesita receta médica.
Remedios naturales para tratar, calmar y curar las aftas
Además de los remedios naturales que a continuación facilitaremos, debemos tener en cuenta aumentar en nuestra dieta los alimentos ricos en vitamina C y B, así como seguir también una serie de hábitos de higiene bucal.
- Lavarse los dientes después de cada comida.
- No utilizar productos para enjuague bucal que contengan alcohol.
- Tener cuidado de no dañar las aftas durante el cepillado de dientes.
- Hacer enjuagues bucales con agua y sal.
Enjuague bucal de cloruro de magnesio (bicarbonato sódico)
Disolvemos una cucharada de cloruro de magnesio en un vaso de agua.
Para hacer el enjuague debemos mantener el preparado unos minutos en la boca. Luego lo expulsamos. Hacemos este enjuague 3 veces al día.
Gasas estériles con cloruro de magnesio sobre las aftas
Este remedio lo aplicaremos sobre las aftas de la siguiente manera: Cogemos una pequeña gasa estéril humedecida con un poco de agua mineral y le ponemos un poco de bicarbonato encima.
A continuación aplicamos la gasa sobre las aftas. Podemos aplicarnos este preparado 3 o 4 veces al día.
Gárgaras con infusión de ortigas
La infusión de ortigas ayuda a desinflamar las aftas, alivia las molestias, y a que las aftas vayan desapareciendo.
Ingredientes:
- Un puñado de hojas frescas de ortiga.
- Medio litro de agua mineral.
Preparación:
Ponemos el agua a hervir y una vez que hierva añadimos las hojas de ortiga que previamente hemos lavado.
Dejamos que hierva durante 2 minutos.
Apagamos el fuego, tapamos la infusión y dejamos reposar durante 10 minutos.
Colamos la infusión y la dejamos enfriar.
Una vez que esté fría ya podemos hacer los gargarismos.
Es aconsejable hacer los gargarismos 4 veces al día.
Si acaso aun intentando curar las aftas, tardan en curar más de lo que normalmente deberían tardar o notáramos que algo no marcha bien, debemos acudir al médico para que nos haga una revisión, y nos prescriba el tratamiento apropiado a nuestro caso.
Algunos síntomas que no son comunes y que pudieran alertarnos:
- Fiebre.
- Notar los ganglios linfáticos inflamados.
- Malestar general.
- Cansancio.
- Dolor de cabeza.
- Empeoran las aftas, aun tratándolas para mejorar.
- Tienes aftas con frecuencia, más de 2 o 3 veces en el mismo año.
- Diarrea.
Si presentas alguno de estos síntomas es fundamental acudir al médico, para que nos haga la revisión y valoración oportuna.
Comentar