Las amígdalas, consisten en extensiones de tejido linfoide que encontramos situadas en la faringe. Constituyen el conocido como anillo de Waldeyer, donde los linfocitos entran rápidamente en contacto con los diferentes gérmenes patógenos que hayan podido penetrar tanto por la nariz como por la boca. Básicamente consisten en una acumulación de tejido linfático que se encuentran situados a ambos lados de la garganta.
En el caso de las más populares son también conocidas con el nombre de tonsilas o médicamente con el nombre correcto de amígdalas palatinas, aunque ¿sabías que en realidad también tenemos otros tipos de amígdalas?. De hecho, dependiendo del lugar donde las amígdalas se encuentren reciben en realidad distintos nombres.
Así, por ejemplo, podemos encontrarnos con la amígdala faríngea (o amígdala de Luschka) situada en el techo de la faringe y que en los niños es común que estén hiperatrofiadas; la amígdala palatina (o tonsila) situada a ambos lados del istmo de las fauces, en la entrada de la orofaringe; la amígdala tubárica (o amígdala de Gerlach) situada rodeando el extremo faríngeo de la Trompa de Eustaquio; y la amígdala lingual, conjunto de tejido linfoide situado en la base de la lengua.
La amígdala palatina es la que también es conocida con el nombre de anginas, sobre todo cuando se produce una infección y posterior inflamación en forma de amigdalitis.
Las principales funciones de las amígdalas
Consisten en dos masas que encontramos situadas en la parte posterior de la garganta, cerca de la entrada de las vías respiratorias donde precisamente son capaces de atrapar los distintos y diferentes gérmenes causantes de las infecciones. Y esa es, sobre todo, una de sus principales funciones: la de proteger a nuestro organismo frente a las infecciones causadas por virus y bacterias.
De hecho todas poseen una ubicación estratégica, convirtiéndose así en el primer grupo de defensa contra todos aquellos gérmenes que hayamos ingerido o inhalado.
Esto es debido a que, tal y como creen muchos científicos, las amígdalas forman parte de nuestro sistema inmunológico, siendo capaces de filtrar gérmenes que tratan de invadir nuestro organismo, y ayudando a su vez al desarrollo de anticuerpos útiles contra los gérmenes.
A continuación te indicamos las 3 importantes funciones que desarrollan las amígdalas:
- Función inmunitaria: son útiles para la defensa de nuestro organismo porque actúan con el fin de atrapar bacterias, gérmenes y antígenos que hayan entrado en nuestro cuerpo, permitiendo así que nuestro organismo produzca anticuerpos contra ellos. Es decir, proporcionan inmunidad local.
- Producción de anticuerpos: las amígdalas son capaces de producir anticuerpos, que ayudan a neutralizar los virus y gérmenes que entran a nuestro organismo a través de la boca y la nariz.
- Procesan el tejido linfático: conjuntamente con otros tejidos linfáticos, las amígdalas procesan líquido linfático el cual se distribuye en los tejidos del sistema linfático, transportando las células inmunes desde y hacia los ganglios linfáticos, y desempeñando un importante papel en la filtración y destrucción de gérmenes.
De acuerdo a un artículo publicado por la Oklahoma Medical Research Foundation, al parecer las amígdalas palatinas producen 5 tipos de anticuerpos específicos para combatir el virus de la polio, la difteria toxoide, el staphylococcus aureus, el streptococcus pneumoniae y el haemophilus influenzae.
Curiosamente esta función es de vital importancia durante los primeros años de vida, que es cuando se realiza. Sin embargo, según van pasando los años y a medida que el niño crece, esta importancia va desapareciendo poco a poco. Es decir, intervienen de forma importante en la defensa de nuestro organismo y la lucha contra la enfermedad en etapas tempranas de la vida, pero poco a poco dejan de tener esta misión.
Es más, con el paso del tiempo pueden convertirse en una causa de enfermedad crónica, y no solo dejar de cumplir su misión defensiva de nuestro cuerpo, sino pasar a ser una fuente de problemas, momento en el que es considerada la amigdalectomía, o cirugía de las amígdalas para su extirpación.
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