El tradicional pastel vasco es un exquisito pastel con el que podrás sorprender a tú familia y amigos, es un pastel ideal para degustarlo tanto en postre como en meriendas.
Es un pastel de origen Vasco Francés, concretamente de la zona de Cambo (Labourd) y los datos históricos que hay a cerca de este pastel le confieren una antigüedad que data desde el siglo XVII.
Los primeros pasteles vascos se hacían con harina de maíz y no se rellenaban, comenzaron a rellenarse con crema a finales del siglo XIX.
El pastel vasco se prepara elaborando una masa o pasta quebrada y luego en su interior lleva un relleno de crema pastelera o también se rellena con mermelada de diferentes frutas como frambuesas, arándanos, cerezas, moras.
La crema pastelera suele aromatizarse con sabores de canela o vainilla, también con aguardientes.
La receta que presentamos de pastel vasco es para hacer un pastel relleno con mermelada de frambuesas casera.
Podemos recurrir también a cualquier mermelada ya elaborada industrialmente de frambuesas, cerezas, arándanos, si no disponemos de mucho tiempo.
Cómo preparar un pastel vasco
Como hemos dicho anteriormente es un pastel delicioso y muy fácil de hacer, nos ha quedado muy rico. ¿Te animas a prepararlo?
Necesitaremos unos pocos ingredientes, un molde circular de 20 o 22 centímetros y que se pueda desmontar y seguir estos sencillos pasos.
Ingredientes para la pasta quebrada:
- 380 gramos de harina simple de trigo tamizada.
- 6 gramos de levadura.
- 200 gramos de mantequilla ablandada y en cuadraditos.
- 2 huevos.
- Una yema de huevo para pincelar el pastel.
- 180 gramos de azúcar blanquilla.
- Una cucharada sopera de ron o cualquier otro aguardiente.
- Un poco de mantequilla y harina para engrasar el molde.
Ingredientes para el relleno, una mermelada de frambuesas:
- 300 frambuesas.
- 200 gramos de azúcar.
- 7 gramos de pectina.
Elaboración de la pasta:
Pasamos un poco de mantequilla y de harina por el fondo y paredes del molde y reservamos para ir preparando la masa.
Sobre la mesa o encimera previamente enharinada ponemos la harina como si fuera un volcán, hacemos un hueco en su interior y ponemos los huevos batidos, la mantequilla ablandada, el azúcar y el ron.
Comenzamos a trabajar la masa mezclando bien todos los ingredientes.
Amasamos hasta lograr que la masa esté firme y que no se pegue de las manos.
Una vez tengamos la masa hecha, formamos con ella una bola y la forramos con film y la dejaremos reposar en lugar templado, durante una hora.
Mientras vamos elaborando la mermelada de frambuesas.
Elaboración de la mermelada de frambuesas:
En un cazo ponemos las frambuesas y le añadimos una cucharada sopera de agua por encima.
Ponemos el cazo con las frambuesas al fuego, cocinamos con fuego bajo y cuando hierva mantenemos cocinando durante 5 minutos con fuego bajo.
Transcurridos los 5 minutos agregamos 150 gramos de azúcar y removemos, hervimos durante 3 minutos.
Los otros 50 gramos de azúcar los mezclamos con la pectina.
Una vez que haya hervido los 3 minutos añadimos la mezcla de pectina y hervimos nuevamente durante 2 minutos y sin parar de remover.
Retiramos la mermelada del fuego, y la dejamos enfriar.
Mientras vamos elaborando la masa del pastel.
Elaboración del pastel vasco:
Ponemos el horno a precalentar con una temperatura de 220ºC durante 10 o 15 minutos.
Transcurrido el tiempo de reposo de la masa, dividimos la bola de masa en dos partes.
Enharinamos la encimera o la mesa y con ayuda de un rodillo vamos extendiendo las dos bolas de masa.
Formaremos dos círculos con la masa algo más grandes que el fondo del molde circular.
Ponemos uno de los círculos de masa en el fondo del molde, extendiendo y cubriendo bien el fondo y los bordes.
Pinchamos la masa con un tenedor por varias zonas.
A continuación con ayuda de una cuchara extendemos sobre la masa la mermelada de frambuesas, y cubrimos con el segundo círculo de masa cerrando bien el pastel por los bordes. Deberá quedarnos bien cerrado.
Si nos apetece decorar la superficie del pastel podemos aprovechar y con ayuda de un tenedor hacer algunos dibujos o motivos decorativos.
Batimos bien la yema de huevo y pincelamos con una brocha el pastel por encima.
Introducimos el pastel en el horno y cocinamos durante 30 minutos con una temperatura de 220ºC. Transcurrido el tiempo extraemos el pastel del horno y dejamos enfriar antes de desmoldarlo.
Una vez frío ya podremos desmoldarlo y trocearlo, listo para degustarlo como postre o en meriendas con una taza de café, un té, o una taza de chocolate calentito.
¡Buen provecho!
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