Además de los turrones, dulces típicos y recetas de estas Navidades (mazapanes, alfajores, almendrados, pastelillos de cabello de ángel, mantecados…) existe un postre ciertamente exquisito que, al menos en España, nunca puede faltar tanto la noche como el día de Reyes en sí: el famoso roscón de reyes.
Se trata, casi sin ninguna duda, en uno de los dulces típicos más tradicionales de las fiestas navideñas, y uno de los más característicos y populares para el tradicional día de Reyes Magos, ya que suele ser habitual que se consuma durante este día, acompañándolo de una buena taza de café o de chocolate bien caliente.
De hecho, hay quienes prefieren consumirlo la misma noche antes del día de Reyes, justo después de la celebración de la tradicional Cabalgata.
¿Te animas a prepararlo? Apunta bien los ingredientes y los pasos a seguir para su elaboración.
Receta original de roscón de reyes
Ingredientes necesarios para la receta de roscón de reyes:
- 500 gramos de harina.
- 25 gramos de levadura (a ser posible levadura de panadero).
- 100 gramos de azúcar.
- Ralladura de limón.
- 100 ml. de leche.
- 100 gramos de mantequilla (si deseamos un roscón de reyes algo más “sano”, podemos optar por 100 gramos de margarina).
- 2 huevos.
- Fruta escarchada.
Y recuerda que uno de los requisitos para disfrutar de un buen roscón de reyes es incrustar una sorpresa en su interior, por lo que en ese caso te dejamos a ti la elección.
Elaboración del roscón de reyes. Pasos a seguir.
En primer lugar deberemos calentar de tres a cuatro cucharadas de leche, disolviendo la levadura en ella. Entonces añadimos los 100 gramos de harina, y amasamos bien hasta quedar una pequeña bola del tamaño de una pelota de tenis (aproximadamente, claro está), dejándolo reposar unas dos horas.
Tras pasar estas dos horas, debemos observar que la citada bola (masa) se haya convertido en el doble de su tamaño original, más o menos.
En este punto cogeremos un bol bastante grande en el que echaremos el resto de la harina sobrante, haciendo su correspondiente hueco en el centro, y en él pondremos los huevos, la leche, el azúcar, la ralladura de limón, el agua de azahar, y lo batimos bien.
Añadimos entonces la mantequilla o la margarina en trocitos, para que de esta forma se integre bien en el resto del roscón, y seguimos igualmente amasando.
En este momento vendría la parte importante de la elaboración, dado que es el instante en que deberemos juntar las dos masas, cuestión que es más recomendable hacerlo tranquilamente y sin prisas. Luego, lo dejamos reposar otro par de horas.
La masa debe de haberse esponjado un poco durante el tiempo que lo hemos dejado reposar. Finalmente encendemos el horno a unos 160º para que se vaya calentando, y mientras tomamos la fuente del horno donde lo vayamos a cocer, y colocamos papel de hornear con un poco de mantequilla o margarina untada en él para que la masa no se nos pegue.
Vertemos la citada masa en la bandeja, y le damos la tan famosa forma de rosca. Tras este menester deberemos añadir las frutas escarchadas a nuestro gusto personal, pintarlo con huevo batido, espolvorear el azúcar para que luego coja ese tan característico sabor y escondemos la masa dentro del roscón de reyes.
Finalmente lo dejamos hacerse en el horno, a la misma temperatura durante aproximadamente media hora. Pero en todo momento deberemos estar pendientes de él. Como elección final podremos dorarlo un poco por fuera, seleccionando para ello la opción de grill.
¿Cómo comer el roscón de Reyes?
Lo cierto es que el delicioso roscón de reyes se puede comer solo o acompañado de lo que más prefieras. Por ejemplo, lo más habitual es elaborar un poco de café o un buen chocolate caliente, y mojar en él el trozo de roscón que te estés comiendo (de hecho, no te engañamos si te decimos que es una de las opciones más deliciosas).
También es posible que el roscón venga relleno de crema o trufa de chocolate. En estos casos también es posible consumirlo sumergiéndolo en nuestra taza calentita. Como vemos, todo dependerá del gusto personal de cada cual.
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