¿Sabías que existen distintas variedades de ginseng? Es muy posible que solo conozcas al ginseng coreano por ser en definitiva una de las variedades más utilizadas (ya que tiende a ser una de las más utilizadas en la elaboración de cápsulas de extractos con ginseng), pero también existen otras dos opciones que no deberíamos en absoluto menospreciar: el conocido como ginseng siberiano y el ginseng americano.
De hecho, cuando vamos a elaborar un té de ginseng debemos fijarnos en que la variedad que utilizamos sea la coreana o china, precisamente por las distintas cualidades que ofrece (aunque es cierto que en su gran mayoría las tres opciones comparten propiedades al ser precisamente de la misma familia).
¿Qué es el té de ginseng?
El té de ginseng es una maravillosa bebida medicinal que nos permite disfrutar de todas las cualidades curativas y preventivas de este delicioso alimento. Se elabora habitualmente con ginseng chino o coreano, aunque lo cierto es que se pueden utilizar otras variedades, como por ejemplo el ginseng siberiano o el ginseng americano.
Todas estas variedades pertenecen a la familia de las Araliaceae, y se caracterizan por ser carnosas y gruesas, las cuales con el paso del tiempo pueden llegar a adoptar una forma que recuerda muchísimo al de la figura humana, por ello es una raíz fácilmente distinguible y sumamente característica.
El sabor de este té es ligeramente picante, y muy aromático, por lo que se recomienda beberlo solo sin añadir ningún ingrediente más. No obstante, es posible añadirle algunas gotitas de limón fresco recién exprimido, por lo que sus cualidades aumentan de forma considerable.
Los beneficios del té de ginseng
- Mejora la resistencia al estrés: el ginseng es un adaptógeno por lo que es un agente capaz de mejorar y elevar la resistencia de nuestro organismo al estrés, mejorando a su vez nuestra propia vitalidad en general.
- Mejora el rendimiento físico y mental: al ser un adaptógeno también ayuda a mejorar nuestra capacidad tanto física como mental, siendo muy adecuado para trabajar cuando necesitamos un aporte extra de energía (sobre todo en determinados momentos o épocas en las que es común que nos sintamos más cansados o fatigados).
- Aumenta las defensas: gracias a que aumenta la resistencia inmunológica y fortalece nuestro sistema inmune, al aumentar la actividad de las células blancas y promover la formación de anticuerpos.
- Mejora la función sexual del hombre: al promover la función eréctil, por lo que es una opción natural útil para prevenir la eyaculación precoz y la disfunción eréctil cuando ésta es causada por tensiones emocionales (estrés o ansiedad).
- Mejora nuestro estado de ánimo: al mejorar nuestro rendimiento mental también ayuda a elevar nuestro ánimo, por lo que un consumo regular de té de ginseng es útil para sentirnos mejor emocionalmente.
- Purifica la sangre: ayuda a purificar la sangre eliminando las toxinas e impurezas presentes en la circulación sanguínea. Por ello reduce el colesterol. Además, es un excelente remedio para cuidar nuestra salud cardiovascular.
Cómo hacer el té de ginseng
Ingredientes que necesitas
Para elaborar este té necesitas 1 ginseng coreano (también conocido como ginseng chino o ginseng rojo) y el equivalente a 1 taza de agua.
Pasos para preparar el té de ginseng
En primer lugar corta el ginseng rojo en rodajas finas. Coloca algunas de estas rodajas en la taza donde vayas a servir el té.
Ahora pon el equivalente a una taza de agua en un cazo y deja que hierva. Justo cuando empiece a hervir añade el agua a la taza con las rodajas de ginseng. Deja reposar durante 5 minutos, tapando la taza con ayuda de un plato pequeño.
¡Hecho! Cuando el té se haya enfriado un poco puedes beberlo. Si lo deseas puedes endulzar con miel.
Imágenes | iStock / Mighty Travels
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