Durante los meses de otoño e invierno suele ser muy habitual que aumente el consumo de naranjas, no solo porque se traten de una fruta de temporada que puede encontrarse sobre todo en los supermercados y mercados a partir del mes de septiembre u octubre, sino porque aumenta el consumo de zumo natural de naranja por su elevado contenido en vitamina C. Por otro lado, destaca por su riqueza en antioxidantes, gracias a la presencia de un total de 60 tipos de flavonoides y de 170 fitoquímicos, ideales en la prevención de enfermedades graves como el cáncer, la osteoporosis, el asma y para reducir la inflamación.
Hace algún tiempo nos preguntábamos por qué es bueno tomar zumo de naranja a diario, y entre sus propiedades más importantes descubríamos que nos ayuda a la hora de recuperarnos mejor y más rápido cuando estamos agripados o resfriados, nos ayuda a controlar los niveles de colesterol alto, es útil para controlar la presión arterial (adecuado sobre todo cuando existe hipertensión arterial), y ayuda en la prevención de las enfermedades cardiovasculares al mejorar la circulación de nuestra sangre.
Si tomar habitualmente zumo de naranja es bastante posible que en algún momento te haya surgido una duda que, en definitiva, nos hemos hecho siempre en alguna que otra ocasión: ¿el zumo de naranja pierde la vitamina C cuando no lo tomamos recién exprimido?. De hecho, suele ser bastante común que tendamos siempre a bebernos el zumo de naranja rápidamente según hemos exprimido las naranjas, con el fin de que podamos disfrutar de toda su vitamina C sin que pierda nutrientes esenciales.
No obstante, ¿sabías que, en realidad, el zumo de naranja no pierde vitamina C aunque no lo bebamos al momento de haberlo exprimido? Según una revisión publicada hace poco en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, “para que se produzca una disminución considerable de la vitamina C hay que recurrir a condiciones extremas, como calentar el zumo de naranja a 120º C” para que este nutriente esencial disminuya o desaparezca. Según los estudiosos, “la vitamina C se conserva en perfectas condiciones hasta 12 horas”, aunque es cierto, eso sí, que el sabor sí puede volverse mucho más amargo y ácido.
Imagen | Caitlin Regan
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