Cuántas veces no habrás escuchado que estás estresado/a, que el estrés te va a hacer enfermar… Y, efectivamente, si bien es cierto que hace muchísimo tiempo el estrés probablemente nos pudo salvar la vida al ayudar a activarnos y huir del ataque de un depredador, a día de hoy puede convertirse en un verdadero enemigo, sobretodo cuando el estrés se torna crónico.
Se trata de una reacción fisiológica del organismo en el cual entran en juego diferentes mecanismos de defensa, que nos permiten afrontar una situación que percibimos como amenazante.
Es decir, es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, pero a día de hoy cuando se torna crónica puede desencadenar problemas graves de salud.
En estos casos, el estrés crónico se relaciona con los trastornos de ansiedad, convirtiéndose en una enfermedad que puede alterar la vida de la persona que lo padece, y termina por manifestarse en forma de enfermedades tanto físicas como psicológicas.
Enfermedades y problemas de salud causados por el estrés
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Enfermedades coronarias: el estrés puede elevar la presión sanguínea, aumentando el riesgo de sufrir un ataque cardiaco. Asimismo, el estrés combinado con otros factores de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol y el exceso de peso pueden desencadenar la aparición de una enfermedad coronaria.
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Problemas digestivos: el estrés crónico puede influir en la aparición de gastritis (sobretodo la gastritis nerviosa), diarreas, inflamación digestiva, colon irritable, dolores abdominales y náuseas.
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Trastornos menstruales: en la mujer el estrés puede llegar a alterar los ciclos menstruales, causando ausencia permanente del periodo menstrual o amenorrea, periodos menstruales irregulares, esterilidad o infertilidad.
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Problemas sexuales: tanto en la mujer como en el hombre. En el caso del hombre, por ejemplo, puede causar una disminución del deseo sexual, y menor calidad/cantidad de esperma.
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Piel: pueden surgir problemas cutáneos, tales como acné, sudor excesivo, rosácea, urticaria, descamación, escozor, psoriasis, resequedad y picazón en la piel. También puede causar uñas quebradizas.
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Problemas y trastornos mentales: como pueden ser insomnio, ansiedad, ataques de pánico, neurosis…
Por otro lado, también debemos tener en cuenta que el estrés puede causar una disminución de nuestras defensas, aumentando el riesgo de infecciones, gripes y resfriados.
Emociones que enferman
Se sabe, a través de estudios e investigaciones muy diversas que se han ido llevando a cabo a lo largo de los años por científicos y psicólogos en prácticamente todo el mundo, que las emociones pueden llegar a tener un gran poder tanto mental como físicamente en todas las personas.
Muchos especialistas afirman que lo que repercute en el ser humano no es lo que nos ocurre en la mayoría de los casos (que también), sino lo que pensamos y sentimos emocionalmente en cada momento y dependiendo de cada circunstancia.
Por este motivo, un determinado suceso puede afectar negativamente a una persona, mientras que a otra no le produce absolutamente nada negativo.
Por ello, se dice que existen emociones que enferman. Esto es, emociones que tienen la capacidad de influir de manera muy negativa en nuestro estado mental y físico, y pueden llegar a provocar enfermedades muy diversas.
Terapias o medicinas alternativas (en nuestro país), como es el caso de la Medicina Tradicional China, mantienen y defienden que la enfermedad es la principal consecuencia de la represión de diferentes sucesos o acciones que nos provocan un bloqueo de energía en nuestro propio vehículo emocional.
De forma que esa energía negativa se estanca en nuestro organismo, provocando que éste se enferme.
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Tristeza: Es una emoción capaz de modificar la bioquímica corporal, generando una bajada de la serotonina (neurotransmisor) y de las hormonas de las endorfinas. Puede provocar problemas de sueño, ya que rompe con su ciclo.
Además, se conoce que se produce por un desequilibrio en el intestino grueso y los pulmones. -
Ira: Suele estar relacionada con el hígado. La ira nos produce ansiedad e intolerancia para con los demás.
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Miedo: Está relacionado con los problemas en la vejiga de la orina y con los riñones. Como de buen seguro sabrás, el miedo tiene la capacidad de paralizarnos, de impedirnos continuar y avanzar en nuestro camino.
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