Las grosellas (tanto las grosellas negras como las grosellas rojas, aunque también podemos encontrarnos con variedades blancas) son unas frutas ciertamente deliciosas, que podemos disfrutar sobretodo durante los meses de agosto y septiembre. En esta época, para poder elegirlas en su mejor momento, es interesante fijarnos en su color, el cual debe ser lo más intenso y brillante posible, y ser firmes al tacto.
Su apariencia recuerda mucho a las de las uvas, pero las grosellas tienden a tener un tamaño algo inferior, y una forma mucho más redonda. Respecto a su conservación, podemos consumirlas en un paso de 10 días desde que las hayamos comprado en nuestra frutería habitual.
Aunque es una fruta originaria de Asia y Europa, la encontramos especialmente en Italia, Holanda, Bélgica e Inglaterra.
Beneficios de las grosellas
Las grosellas ayudan a mejorar el tránsito intestinal gracias a su interesantísimo contenido en fibra. Son útiles en caso de anemia, ya que aportan una cantidad adecuada en hierro, además de otros minerales como el potasio o el calcio.
Es una fruta antioxidante, que ayuda a prevenir la formación del cáncer. Favorece la absorción de algunos nutrientes como el hierro, y aumenta la resistencia a las infecciones, favoreciendo un buen sistema inmunológico.
Mejora la circulación periférica, mientras que el zumo o jugo de grosellas rojas aportan una acción antibiótica y antiséptica, especialmente en caso de infección urinaria.
Es una fruta que, además de lo indicado, ayuda al sistema tanto nervioso como muscular, gracias a su contenido en potasio.
Propiedades nutricionales de las grosellas
Aunque las propiedades nutricionales de las grosellas varían en función de si nos encontramos ante las grosellas rojas o negras, como regla general nos encontramos ante una fruta baja tanto en grasas como en calorías, de forma que su consumo se aconseja en dietas equilibradas, y también en dietas de pérdida de peso.
Respecto a los diferentes nutrientes esenciales que encontramos en ellas, destacan por su altísimo contenido en fibra, vitaminas (provitamina A, vitamina C y E) y minerales (como el hierro, potasio y magnesio).
Imágenes | shioshvili / GlennFleishman
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