El corazón es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, principalmente porque, a través de su acción de bombear sangre, permite que las sustancias nutritivas lleguen a cada uno de los rincones de nuestro organismo. Se trata del órgano muscular principal del aparato circulatorio, consistiendo en un músculo hueco y piramidal que encontramos en la cavidad torácica. Explicado de forma más o menos sencilla, podemos decir que el corazón consiste en una especie de bomba que proporciona la fuerza necesaria para que tanto la sangre como las sustancias que ésta transporta circulen de manera adecuada a través de las arterias y de las venas. De esta forma, en cada latido, nuestro corazón es capaz de expulsar una determinada cantidad de sangre hacia la aorta (la arteria más gruesa), para que la sangre llegue a todo el organismo por las sucesivas ramificaciones que salen de ésta.
Entre las enfermedades del corazón (también conocidas médicamente como enfermedades cardíacas) más comunes, que en definitiva más tienden a afectar a este importantísimo órgano de nuestro cuerpo, podemos mencionar el infarto de miocardio, las arritmias, la insuficiencia cardíaca, las cardiopatías congénitas, la muerte súbita y la cardiopatía isquémica, entre otros.
A la hora de cuidar el corazón, es importantísimo mantener una alimentación sana, variada y equilibrada, basada en el seguimiento de una dieta lo más saludable posible, dado que como ocurre con nuestra salud, todo lo que comamos cada día influirá de forma decisiva en disfrutar o no de una correcta, adecuada y óptima salud cardíaca. Te explicamos a continuación qué alimentos debes incluir en tu dieta para mantener una buena salud del corazón.
Hortalizas, verduras y frutas
No hay duda que para que una dieta sea sana es importantísimo que sea muy rica en verduras, hortalizas y frutas frescas, dado que son tremendamente bajas en grasas y presentan un altísimo contenido en vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales importantes para nuestra salud, como por ejemplo es el caso de los antioxidantes, que nos ayudan a prevenir los efectos tan negativos de los radicales libres.
Es conveniente comer cada día 5 raciones de frutas y verduras frescas. Entre las verduras y hortalizas más adecuadas –y recomendadas- para el corazón destacan el brócoli, cebolla, apio, zanahoria y ajos. Entre las frutas más interesantes podemos mencionar los cítricos (sobre todo el pomelo), el aguacate, mango, uva y plátano.
Legumbres
Las legumbres son muy ricas en hidratos de carbono y fibra. Teniendo en cuenta que los hidratos de carbono deben suponer al menos el 60% del total de nutrientes que consumimos con nuestra dieta cada día, no hay duda que son indispensables para el cuidado de nuestro corazón. De hecho, se convierten en un excelente sustituto de las proteínas animales, gracias a su riqueza en proteínas vegetales (y sobre todo en aminoácidos esenciales), una opción ideal para quienes no quieren seguir consumiendo carne, que dicho sea de paso tienen un alto contenido en grasas saturadas.
Destacan alimentos tan interesantes como los garbanzos, las lentejas y las judías.
Cereales
Podemos mencionar tanto los cereales en su versión entera como los cereales integrales, los cuales además de ser ricos en nutrientes esenciales aportan interesantísimas cantidades de fibra dietética.
Como ocurre con las legumbres, los cereales son muy ricos en hidratos de carbono. Y en el caso particular de los cereales integrales, destacan por tener un alto contenido en hidratos de carbono complejos, mucho más recomendados para personas con diabetes.
Para cuidar el corazón destacan especialmente el arroz integral, trigo sarraceno y la avena.
Pescado azul
Aunque cualquier tipo de pescado es imprescindible y fundamental dentro de una dieta variada y equilibrada, debemos mencionar en esta ocasión el pescado azul, sumamente rico en ácidos grasos omega-3.
Destacan pescados azules como el salmón, las sardinas y el atún.
Frutos secos y semillas
Evidentemente, en una dieta para cuidar el corazón no podían faltar los frutos secos. Son especialmente ricos en polifenoles, oligoelementos, minerales (sobre todo zinc, cobre, selenio y magnesio), ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares, reducen los niveles de colesterol LDL a la vez que aumentan el colesterol HDL y controlan la hipertensión arterial.
Entre los frutos secos más interesantes para el cuidado natural del corazón podemos mencionar las nueces, almendras y avellanas.
Las semillas también son adecuadas por su riqueza en ácidos grasos esenciales. Destacan las semillas de calabaza, de sésamo, de girasol y de lino.
Aceite de oliva
Se trata del alimento indispensable dentro de la dieta mediterránea, una de las dietas más aconsejadas por su riqueza en alimentos sanos y naturales, y sobre todo por ser muy baja en grasas. Evidentemente en esta ocasión no podríamos olvidarnos de él.
Es muy rico en ácidos grasos monoinsaturados, que ayuda a reducir los niveles altos de colesterol y a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Destaca especialmente la opción de aceite de oliva virgen extra.
Imagen | with wind / Veganbaking / fdecomite
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