Junto con el boniato, la patata es otro de los alimentos no sólo más consumidos en prácticamente todo el mundo, sino que también es uno de los más utilizados como remedio casero para una gran variedad de trastornos o problemas de salud. De hecho, a pesar de que se trata de un alimento muy consumido en nuestro país, muy pocas personas conocen todas las propiedades de la patata, motivo por el cual se convierte en un alimento imprescindible en una dieta sana y equilibrada.
Sea como fuere, nos encontramos ante un alimento sumamente utilizado en la cocina, ya que es normal que abunden las recetas y platos típicos de muchos países en los que, precisamente, la patata aparece ya sea como ingrediente principal, o simplemente como un delicioso y nutritivo acompañante.
De hecho, la patata es considerada como uno de los pilares básicos de la alimentación, por sus distintos beneficios y propiedades.
¿Qué son las patatas?
Conocida también con el nombre popular de papa, nos encontramos ante un maravilloso alimento que forma parte de la familia de los tubérculos, de la misma manera que también podemos distinguir otros alimentos como por ejemplo es el caso del boniato, la batata o la yuca (por citar solo algunos ejemplos muy breves).
Más concretamente, se trata del tubérculo proveniente de una especie de planta herbácea que pertenece al género Solanum (de la familia de las solanáceas, que como de buen seguro sabrás es originaria de Sudamérica), y conocida científicamente con el nombre de Solanum tuberosum.
Se tiene constancia de que, originalmente, esta planta fue domesticada por los habitantes del altiplano andino (o meseta del Titicaca) hace ya unos 8.000 años, convirtiéndose así poco a poco en una de las más cultivadas por sus deliciosos y nutritivos tubérculos comestibles.
De hecho, no fue hasta muchos siglos después cuando los conquistadores españoles llevaron la patata a Europa, más bien como una mera curiosidad botánica. No obstante, poco a poco su consumo fue creciendo, hasta ser cultivada en prácticamente todo el mundo.
Propiedades nutritivas de la patata
Desde un primer momento no hay duda que la patata destaca por ser un delicioso alimento muy rico en hidratos de carbono complejos, lo que significa que se convierte en un alimento fundamental para mantener a raya los niveles de azúcar en la sangre. Además, gracias a este contenido en carbohidratos complejos, también es ideal para aumentar nuestra energía.
De hecho, posee un índice glucémico bajo, especialmente si se opta para su consumo opciones más saludables de cocción, como por ejemplo podría ser al horno o a la parrilla.
Al ser rica en vitamina C, es interesante a la hora de aumentar las defensas y potenciar la inmunidad natural de nuestro organismo. No obstante, debemos tener en cuenta que gran parte de la vitamina C que contiene se pierde cuando la cocinamos.
Gracias a su contenido en potasio, ayuda a controlar la hipertensión. Y debido a su alto contenido en fibras (cuestión que, dicho sea de paso, desconocen muchas personas), aporta ventajas saludables para nuestro sistema digestivo.
Cualidades de la patata más importantes
Aporta energía y saciedad
Se trata de un alimento nutritivo sumamente maravilloso, puesto que gracias a su elevado contenido en hidratos de carbono complejos, ayuda a aportarnos energía de forma lenta, poco a poco, no causando que la glucosa se eleve en sangre y forme picos.
Además, ayuda a mantener el buen funcionamiento del cerebro, aportándonos energía si vamos a realizar alguna actividad física.
Por otro lado, gracias a su contenido en carbohidratos, también es un alimento que aporta saciedad, por lo que se convierte en una opción interesante en dietas de adelgazamiento. Especialmente si, como indicábamos anteriormente, para su cocción se optan por formas más saludables, como por ejemplo el horno (en lugar de fritos).
Alto contenido en fibra, ideal contra el estreñimiento
Las patatas también son muy ricas en fibra, lo que significa que es un alimento excelente contra el estreñimiento, ya que ayuda positivamente a la hora de regular -y mejorar- el tránsito intestinal.
Pero esta cualidad no queda aquí, ya que la fibra también ayuda a reducir los niveles elevados de colesterol y de triglicéridos en sangre, y aporta igualmente saciedad (por lo que sigue siendo igualmente ideal en dietas de adelgazamiento).
Previenen enfermedades cardiovasculares
Un consumo regular de patatas es especialmente beneficioso a la hora de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, gracias a su contenido en vitaminas, minerales y fibra.
En este sentido, como ya te comentábamos en el apartado anterior, resulta especialmente útil a la hora de reducir los niveles elevados de lípidos en sangre, en especial tanto el colesterol como los triglicéridos.
Beneficios de la patata o papa, en resumen
- Importante contenido en vitamina C y potasio.
- Al contenido en hidratos de carbono complejos.
- Útil para aumentar las defensas.
- Controla la hipertensión.
- Ayuda a aumentar la energía y a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
- Rica en fibra.
¿Qué hacer para que las patatas no causen indigestión?
Si has comido papas en muchas ocasiones es bastante probable que, en algún momento, hayas comprobado por ti mismo que consumidas rápido y deprisa pueden llegar a causar un poco de indigestión.
De ser así, la clave está en masticarlas y ensalivarlas muy bien antes de tragarlas. Y es que no debemos olvidarnos de algo fundamental: la digestión de la patata, al igual que la de muchos otros alimentos, comienza en la boca.
La mejor forma de cocinarlas: siempre cocidas y con piel
Como te hemos comentado en algún que otro momento a lo largo de la presente nota, la mejor opción a la hora de cocinar las patatas es cociéndolas al agua, y siempre con su piel.
¿Por qué? Fundamentalmente porque de esta forma nos aseguramos que mantendrá todas sus propiedades nutritivas, perdiéndose así el menor número posible de nutrientes esenciales (a excepción de la vitamina C, que sí que se perderá). Pero algo aún más importante: evitaremos que se rompa durante el proceso de cocción.
Además, nos estaremos asegurando una forma de cocción mucho más saludable, que no añade prácticamente calorías al plato, como sí lo harían otras opciones menos aconsejables, como por ejemplo podrían ser los fritos.
¿Y cómo podemos comer las papas o patatas al agua?
En realidad es sumamente sencillo. Solo tienes que lavar bien las patatas bajo el grifo del agua, para así tratar de retirar la tierra que pueda tener su piel. Luego pon agua en el cazo o caldero, y cuando empiece a hervir, añade las patatas al mismo tiempo que la sal.
Eso sí, baja un poco el fuego para evitar que la piel de la patata se rompa del calor. Cuece las patatas entre 15 a 20 minutos a fuego lento si son medianas y 30 minutos si tienen un tamaño mayor.
Luego, con la ayuda de un tenedor o aguja gruesa comprueba el punto de cocción de las patatas pinchándolas un poco. Cuando estén listas, apaga el fuego, retira el agua y trata de enfriarlas rápidamente.
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