En Otoño no puede faltar el dulce de membrillo ya que el membrillo forma parte de los frutos característicos de esta estación en la que nos encontramos. El membrillo es una es una fruta originaria de Asia, de color amarillo cuando está maduro, su piel es aterciopelada, es una fruta muy rica en pectina.
Su pulpa es dura muy fibrosa, de sabor ácido, no suele comerse en crudo debido a su sabor astringente. Sin embargo es muy rico cocinado, asados al horno, preparado para acompañar diferentes recetas, en mermeladas, conservas o en la clásica recta de dulce de membrillo.
Es una fruta rica en propiedades nutricionales. Por ejemplo, aporta fibra en una cantidad interesante, convirtiéndose en una opción útil contra el estreñimiento y para ayudar a mejorar nuestro tránsito intestinal.
También aporta una buena cantidad de hidratos de carbono, agua y en menor cantidad proteínas. Además, es una fruta baja en grasas y tremendamente rica en vitaminas (en especial A, C, del complejo B y E), y minerales (potasio, magnesio, hierro, calcio, fósforo, manganeso, sodio, cobre, selenio, y zinc).
El dulce de membrillo es todo un manjar, ideal para acompañar diferentes recetas de comida sobre todo platos de carne, para acompañar queso, untado en galletas, bizcocho, en ensaladas, en tartas de queso, hacer budín, rellenar tartaletas, buñuelos.
Cómo elaborar el dulce de membrillo
Preparar el dulce de membrillo es muy fácil y aunque podemos conseguirlo ya elaborado de forma industrial en el mercado, si te gusta preparar recetas caseras seguramente notarás la diferencia, solo necesitamos un poco de nuestro tiempo y conseguir unos buenos membrillos que están de plena temporada.
Ingredientes:
- Dos kilos y medio de membrillos amarillitos (maduros).
- Azúcar (misma cantidad de azúcar que lo que obtengamos de puré de membrillo).
- El zumo de un limón.
- Agua.
Preparación:
Lavamos lo membrillos, les quitamos la piel, los cortamos por la mitad. Quitamos la parte central del membrillo para desechar las semillas. Los cortamos en trozos.
Colocamos los membrillos en un caldero, le añadimos el jugo de limón y un poco de agua que cubra. Cocinamos con fuego moderado hasta que comience a hervir.
Cuando comience a hervir bajamos el fuego al mínimo y continuamos cocinando unos 35 o 40 minutos, hasta que estén tiernos. Pasamos los membrillos por el pasapurés.
Pesamos el puré o pulpa de membrillo y necesitaremos la misma cantidad de azúcar.
Añadimos el azúcar al puré de membrillo y cocinamos con fuego bajo hasta que comience a hervir, removiendo constantemente con una cuchara de madera hasta que el azúcar se haya disuelto.
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Cocinamos con fuego bajo, durante una hora, sin parar de remover para evitar que se pegue del fondo del caldero, de las paredes o que forme grumos.
Para comprobar sí el dulce de membrillo ha alcanzado el punto adecuado, lo comprobaremos al notar que al remover la pasta está pesada, ligada y que nos cuesta levantarla con la cuchara y que no gotea.
Alcanzado este punto, apagamos el fuego. Vertemos el dulce de membrillo en el molde que hayamos escogido para el dulce. Dejamos enfriar a temperatura ambiente.
El dulce de membrillo se conserva bien en la nevera. También se puede guardar a modo de conserva, ya que el azúcar ayuda en su conservación.
¿Cómo comer el dulce de membrillo?
Este delicioso postre de membrillo se caracteriza por tener un sabor tremendamente dulce y una textura maravillosa, convirtiéndose en una opción para consumir acompañado de alimentos más suaves.
Por ejemplo, es ideal el dulce de membrillo con queso tierno, aunque también puede comerse acompañado de frutos secos (destacan sobre todo las nueces en este sentido).
Es decir, el dulce de membrillo combina básicamente a la perfección con alimentos salados, como: pan, galletas de agua, quesos, frutos secos…
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