La sal del Himalaya es un tipo de sal mineral que procede de las montañas de Pakistán. En los últimos años se ha vuelto especialmente popular en Europa y Estados Unidos por sus grandes propiedades y beneficios para la salud.
La sal de este tipo proviene de la mina de Khewra en el distrito de Jhelum, la segunda más grande a nivel global. Es muy vistosa al presentarse en pequeños cristales de color rosado. Así, se muele para ser consumida.
Sal común VS Sal del Himalaya
La sal de mesa común está tratada de forma química; se depura al máximo con el objetivo de convertirla en cloruro sódico. Con la sal refinada sucede exactamente lo mismo ya que inflama y altera la función de una gran selección de órganos.
Una de las alternativas más habituales a la sal de mesa es la sal marina; sin embargo, esto actualmente supone un problema porque los mares y océanos tienen una gran cantidad de tóxicos derivados del petróleo.
Así, la sal del Himalaya se presenta como la alternativa más natural y pura a la hora de consumir este alimento. Este tipo de sal se utiliza muchísimo en la cocina y también como remedio casero para tratar determinados problemas de salud y de la piel.
A la hora de consumir sal, existen dos grandes opciones. Por un lado, la sal de mesa común; y, por otro lado, la sal del Himalaya. Pues bien, esta segunda resulta más beneficiosa para la salud, ya que la sal del Himalaya tiene nada más y nada menos que 84 componentes esenciales muy adecuados para el organismo.
Es una alternativa natural muy saludable a la sal común. No obstante, su consumo tampoco está recomendado en exceso.
Los beneficios de la sal del Himalaya
Piel: este ingrediente 100% natural tiene una gran selección de beneficios la piel al permitir la renovación de las células y la hidratación de la misma. Así, un buen consejo en relación a la sal del Himalaya es un baño caliente con ella un par de veces al mes.
El agua caliente permite abrir los poros de la piel y, de esta manera, la sal del Himalaya entra y penetra en el organismo. Se trata de un mineral libre de químicos, por lo que aporta una gran variedad de propiedades.
Descongestionar: la primavera es la estación en la que más alergias se dan. Pues bien, este ingrediente natural es muy efectivo para descongestionar la nariz y la garganta. Basta con disolver nueve gramos de sal en un litro de agua tibia. Una vez preparado el remedio, es tan sencillo como realizar gárgaras con él. Se puede repetir el procedimiento tres veces al día.
Acné: otro de los grandes beneficios de la sal del Himalaya tiene que ver con su acción exfoliante y desintoxicante; un remedio fantástico para reactivar la salud de la piel y eliminar todo tipo de impurezas, como puntos negros o espinillas. Para elaborar este remedio son necesarios 10 gramos de sal del Himalaya y un par de gotas de aceite esencial de rosa mosqueta. Luego se mezclan ambos ingredientes en un bol y se empapa un algodón con ellos para aplicarlo en el rostro.
Retención de líquidos: la sal rosada del Himalaya es un producto muy beneficioso para tratar la retención de líquidos, ya que aporta hasta 10 tipos de oligoelementos diferentes al organismo.
Energía: uno de los grandes beneficios de este tipo de sal es que aporta una gran cantidad de antioxidantes y electrolitos, por lo que es muy útil a la hora de aumentar el nivel de energía tanto físico como mental.
Son muchísimas las personas que añaden media cucharadita de este tipo de sal a sus zumos y batidos, pues, entre otros beneficios, fortalece los músculos y mejora la capacidad tanto de atención como de concentración.
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