El té negro es, junto con el té verde o el té rojo una de las variedades de té más consumidas y populares, precisamente no solo por sus diferentes cualidades y beneficios tanto nutricionales como medicinales (y preventivos), sino por sus virtudes organolépticas, al ser una variedad de té con un aroma más fuerte y con un contenido mayor de cafeína.
El motivo de estas cualidades lo encontramos en que otros tés poseen un menor nivel de oxidación, puesto que después de ser cosechadas las hojas se marchitan mediante un proceso de secado con aire. Luego las hojas son oxidadas bajo condiciones controladas de temperatura y humedad tras ser enrolladas, para finalmente ser secadas, lo que atenúa el proceso de oxidación.
Esto da como resultado precisamente que sea un tipo de té con un aroma mucho más potente y un mayor contenido en cafeína, mientras que sus hojas adquieren una tonalidad más oscura que es en definitiva lo que le confiere dicha denominación.
Hoy en día es común mezclar el té negro con diferentes plantas, lo que permite disfrutar de una amplia diversidad de bebidas aromáticas. Podemos mencionar por ejemplo el popular té Earl Grey, que consiste en combinar té negro con aceite de bergamota. También es común mezclar té negro con diversos cítricos, como por ejemplo es el caso de la naranja o del limón. O con especias tremendamente aromáticas, como ocurre con la maravillosa canela.
Sin embargo, no es tan habitual preparar un té negro a la menta, ya que tiende a ser más habitual su preparación con té verde (tal y como ocurre en la mayoría de países árabes, donde también podemos encontrar el popular té con hierbabuena).
Cómo preparar el té negro con menta
La elaboración del té negro a la menta es bastante sencilla, ya que en definitiva se deben seguir los mismos pasos que seguimos habitualmente para la elaboración de cualquier variedad de té, con la diferencia única de que le añadimos unas hojas de menta.
Ingredientes que necesitas:
- 2 cucharaditas de té negro
- 5 hojas de menta
- 1 taza de agua
Pasos para preparar el té negro a la menta:
En primer lugar pon agua en un cazo, y calienta sin dejar que hierva. Antes, añade a una tetera las hojas de menta y el té negro en las cantidades indicadas. Justo en el momento en el que el agua casi comience a hervir viértelo en la tetera. Tapa y deja reposar durante 3 minutos. Luego cuela la bebida, sirve y endulza al gusto.
Los beneficios que te aporta el té negro a la menta
- Bebida estimulante: el té negro, como la mayoría de tés, destaca por ser una bebida natural con efecto estimulante. Pero en esta ocasión lo es por su mayor cantidad en cafeína, la cual estimula el sistema nervioso central.
- Diurético y desintoxicante: precisamente por su aporte en cafeína el té negro a la menta es una bebida diurética, útil en caso de retención de líquidos y en dietas de adelgazamiento. También ayuda a la hora de desintoxicar nuestro organismo y eliminar toxinas acumuladas.
- Rico en antioxidantes: se trata de una bebida especialmente rica en polifenoles (como las catequinas, antocianinas y ácidos fenólicos), compuestos antioxidantes útiles para reducir la acción de los radicales libres.
- Previene enfermedades cardiovasculares: por su riqueza en antioxidantes es útil en la prevención de diferentes enfermedades cardiovasculares, a la vez que ayuda a estimular y cuidar el corazón de forma natural.
- Reduce el colesterol y los triglicéridos: su contenido en antioxidantes convierten a esta bebida en una opción natural excelente cuando necesitamos disminuir los niveles elevados tanto de colesterol como de triglicéridos.
Imágenes | ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
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