Se cuenta que la raíz del té rojo surgió de algo improvisto, inesperado, puesto que la intención era otra, y precisamente en ella no estaba la idea de crear esta importantísima planta. Como de buen seguro sabes ya, especialmente si leíste algunos de nuestros artículos publicados anteriormente sobre el té rojo, y entre otros el té rojo pu erh se produce en Yunnan, y se obtiene a partir de una práctica ciertamente milenaria que se realiza desde los comienzos de la dinastía Han (aproximadamente en el año 200 antes de Cristo).
No en vano, el té rojo viene a ser una de las variedades sin ninguna duda más apreciadas en China, motivo por el cual este té es conocido como el “té de los emperadores”.
Por este motivo, el té rojo es consumido en este país desde tiempos ciertamente inmemoriales, y cuenta con importantes beneficios y propiedades para la salud de aquellas personas que lo toman diariamente.
¿Qué es el té rojo?
El té rojo es como en Occidente conocemos al té pu-erh, cuyo nombre precisamente proviene de la región Pu’er de Yunnan (China), de donde original y tradicionalmente proviene. Durante cientos de años solo la nobleza china podía disfrutar de esta variedad de té. Sin embargo, hoy en día se trata de un té muy extendido, aunque de hecho su consumo en este país suele ser más bien poco común.
Tradicionalmente el té rojo se elabora con hojas procedentes del árbol Sunshine Withering Antirhea Chinensis, un viejo árbol -variedad de la Camellia sinensis- que ofrece unas hojas de té amplias, y natural no solo del sudoeste de China sino también de regiones fronterizas con Vietnam, el Tibet y Birmania.
Sus hojas maduras se encuentran recubiertas de finos pelos, las cuales después de ser almacenadas y guardadas durante años (produciéndose así su característica fermentación), adquieren tonalidades más oscuras pero a la vez un sabor más suave, como consecuencia de su edad.
De hecho, después de recolectar las hojas frescas del árbol, el proceso de fermentación puede durar de 2 a 60 años. Esta fermentación suele realizarse de forma tradicional como se hacía hace siglos en barricas de bambú, lo que ayuda a que las hojas alcancen ese color rojizo tan característico.
Los maravillosos beneficios del té rojo
Ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos
¿Tienes el colesterol elevado? Si es así probablemente encuentres en el té rojo a un buen aliado, especialmente si lo consumes de forma regular (y, obviamente, nunca en cantidades excesivas).
El motivo es que es una bebida natural con beneficios interesantes en caso de tener los niveles de grasas elevados en la sangre, no solo el colesterol sino también los triglicéridos. Así se observó en un estudio científico llevado a cabo por la Universidad de Yunnan, en el que se comprobó que aquellas personas que tomaban 15 gramos diarios de té rojo durante 3 meses veían cómo los niveles de colesterol malo y de triglicéridos se reducían, mientras que el colesterol bueno aumentaba.
Útil para adelgazar y perder peso
Es muy conocido que el té rojo se utiliza habitualmente en dietas de adelgazamiento, precisamente por sus cualidades adelgazantes. De hecho, es un reconocido quema grasas, con beneficios verdaderamente efectivos.
Por ejemplo, en el hospital universitario de Tainan se llevó a cabo hace tiempo un estudio científico para indagar acerca de las supuestas propiedades adelgazantes y quema grasas del té rojo. Así, se constató que las personas que habían participado en el estudio perdieron más del 15% de grasa corporal media.
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Mejora la digestión
El té rojo ayuda a que la secreción de ácidos gástricos aumenten, cualidad que se traduce en que se acelera la metabolización de aquellos alimentos que han sido consumidos y posteriormente digeridos. Por tanto, es útil para facilitar y mejorar la digestión.
Esta cualidad aumenta si el té rojo se toma media hora después de las comida, lo que ayudará a su vez a que el hígado funcione mejor, y su capacidad para filtrar las grasas sea mucho mayor.
Propiedades del té rojo, a resumen
- Tiene propiedades diuréticas y antibióticas.
- Ayuda a regular el tránsito intestinal, del colesterol y del metabolismo.
- Entre otros aspectos, se sabe que el té rojo puede ser un buen ayudante en aquellas personas que tengan el objetivo de bajar de peso, fundamentalmente porque ayuda eficazmente a reducir los niveles de grasa en el organismo.
- Al igual que el té verde, posee una importante actividad antioxidante, teniendo a su vez beneficios a nivel cardiovascular.
- Ayuda a aumentar las defensas y además mejora nuestro sistema inmunológico.
- Útil para prevenir la depresión, al aumentar la actividad de nuestro sistema nervioso.
Efectos secundarios del té rojo
- Contiene cafeína y teína, por lo que en determinadas personas, o a dosis excesivas, puede provocar insomnio y nerviosismo.
- No está recomendado su consumo en mujeres embarazadas.
- Puede aumentar ligeramente la tensión arterial.
- Mezclado con leche, impide la correcta absorción de los antioxidantes, tan necesarios para nuestro organismo.
- Reduce la absorción de hierro.
Principales contraindicaciones del té rojo: cuándo no es adecuado tomarlo
Como cualquier té, contiene cafeína, aunque en una menor cantidad que el café o el té verde. También contiene teína. Ambas, son sustancias excitantes, que en determinadas personas (o consumidas de manera excesiva), pueden provocar insomnio o nerviosismo.
También pueden favorecer un ligero aumento de la tensión arterial, por lo que aquellas personas que sufren de hipertensión deben evitar tomar esta bebida hasta que sus niveles se sitúen en una cifra normal.
Es popular que el té rojo sea mezclado con leche. Sin embargo, parece que esto no es del todo correcto, dado que se conoce que en este sentido la leche puede impedir la correcta absorción de los antioxidantes.
Asimismo, se conoce que reduce la absorción de hierro, por lo que no está recomendado para personas que padezcan anemia. Mientras que un consumo excesivo puede producir hepatotoxicidad (4).
Cómo preparar el té rojo de forma correcta
Lo cierto es que preparar cualquier té es muy sencillo. Sin embargo, para hacerlo bien (esto es, correctamente) es importantísimo tener en cuenta varias cosas. Por un lado, tener presente cuál es la variedad de té que vamos a tomar. Por otro lado, saber que cada variedad tiene su tiempo de infusión adecuado y una determinada temperatura.
Así, en el caso del té rojo, es fundamental no superar los 95 ºC de temperatura (lo ideal es que se mantenga siempre entre los 90 a 95 ºC), y no superar los 3 minutos de infusión.
Pero vayamos paso por paso. Solo tienes que calentar la tetera con un poco de agua caliente. Para ello vierte agua caliente en la tetera y tápala. Mientras tanto, pon agua en un cazo y caliéntala controlando que no se superen los 95 ºC de temperatura. Cuando notes que la tetera esté caliente retira el agua, pon la cantidad que desees de té rojo en el filtro de la tetera, cierra la tapa y vierte el agua caliente en su interior.
Espera a que el té rojo se infusione durante 3 minutos. Y, finalmente, retira el filtro con las hojas de té rojo, deja la bebida dentro de la tetera, y sírvela en tazas. Ya puedes disfrutarla.
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Bibliografía:
- Reddy S, Mishra P, Qureshi S, Nair S, Straker T. Hepatotoxicity due to red bush tea consumption: a case report. J Clin Anesth. Dec;35:96-98. doi: 10.1016/j.jclinane.2016.07.027.
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