A la hora de perder peso a veces no solo importa reducir alimentos de manera drástica. Hay que concienciarse muy bien que todo esto será un proceso largo y tedioso donde en muchas ocasiones nos entrarán ganas de tirar la toalla.
De hecho, aunque perder peso puede ser sencillo con el tiempo lo complicado es mantener una perdida de peso, y sobre todo, no volverlo a recuperar de nuevo cuando transcurran unas pocas semanas o meses.
Como de buen seguro sabrás, especialmente si en algún momento has seguido una dieta de adelgazamiento, es importantísimo mantener la constancia; es decir, incluso no solo ser constantes, sino tener paciencia y ser positivos.
Si te has visto alguna vez en una situación parecida, a través de estas líneas os daremos cinco hábitos que os ayudarán todavía más a perder esos kilos de más.
Todo se basa en crear hábitos positivos
No hace falta que digamos que muchos hábitos negativos son muy difícil de eliminarlos de raíz. Lo mejor que podemos hacer es ir introduciendo otros más positivos que contrarresten a los primeros. ¿Y cómo se puede conseguir esto?.
Seguro que muchos os preguntaréis. Pues de vez en cuando no está de más darse algún que “otro caprichito”. Si conseguimos no abusar de ellos, estos se convertirán en un empujón para seguir hacia delante y siempre los debemos concebir como premio a nuestro duro trabajo.
Te puede gustar: Perder peso con hojas de alcachofa
Debe hacerlo por pura convicción
De nada sirve que tanto tu familia o amigos te digan que debes adelgazar lo más pronto posible si tu después no lo ves necesario. Es importante que caigas en la cuenta que debes perder esos kilos por una cuestión de salud. Para sentirme mejor contigo mismo y por ende reforzar tu autoestima.
No como una simple herramienta para gustar o agradar a los demás. De ti depende únicamente que pierdas peso en los próximos meses. Y solo recae de ti que pases a la acción en cuanto estimes oportuno.
El hábito del cambio debe ser gradual y sin comparaciones
El cambio de “la noche a la mañana” es algo contraproducente que solo va a producir que recaigas en los malos hábitos en un tiempo record. Por ello, ¿no crees que es mejor que vayas poco a poco y te tomes todo con un poco de calma? De esta forma, tanto tu cuerpo y mente se podrán ir adaptando mejor a los cambios.
Y por tanto, cualquier paso adelante que des, se podrá considerar como un pequeño éxito que te dará más fuerzas para seguir hacia delante.
El hábito debe contener algo de placer para que no se convierta en desidia
Aunque siempre hay que poner un poco de nuestra parte para comenzar cualquier hábito, si este no tiene cierta parte placentera, seguro que antes o después lo abandonaremos. Tenemos que ser conscientes de que nuestro nuevo hábito nos ayudará a ser más felices a largo plazo.
Y si durante el camino tenemos que añadir ciertos aspectos agradables pues no hay problema ninguno por hacerlo. Por ejemplo, si tienes que comer ensalada para cuidar tu línea, siempre puedes potenciar el sabor con un poco de pasta hervida o simplemente usando tus verduras preferidas.
El hábito debe ser adaptable a tus gustos y algo realista
Muchas veces pensamos que si nos exigimos demasiado desde un principio, más pronto llegarán los resultados. Pero nada más lejos de la realidad. Como bien hemos explicado al principio del artículo, hay que ir poco a poco y tomarse las cosas con calma. Es imposible perder 4 o 5 kilos en una semana.
También lee: Por qué la piña es útil para adelgazar y perder peso
En primer lugar, esto no es saludable. Y en segundo lugar provocará que antes o después abandones en tu empeño de perder peso. Por tanto, si por ejemplo no te gustan mucho las verduras, es mejor empezar con un par de piezas de frutas al día para ir después añadiendo hortalizas siempre que estén acompañadas de carnes o pescados a la plancha. ¿A que así resulta más fácil conseguir tus objetivos?
Comentar