Mantener una buena y correcta salud bucal, lavándonos los dientes regularmente a lo largo del día y evitando determinados alimentos y productos alimenticios que por su composición y características se convierten en un enemigo claro, son opciones siempre recomendadas (eso sí, recuerda que no es recomendable hacerlo inmediatamente después de las comidas). Pero también lo es manteniendo una higiene correcta no solo en la boca y en los dientes, sino a su vez en los distintos utensilios y elementos que usamos para ello.
Un ejemplo es el cepillo de dientes, el instrumento de higiene oral más utilizado, que precisamente se utiliza para limpiar tanto los dientes como las encías. Habitualmente cuentan con un cuerpo o mango que es muy útil a la hora de utilizarlo, con una serie de cerdas que facilitan la limpieza en aquellas áreas de la boca difíciles de alcanzar normalmente.
Sobre los mejores momentos para lavarnos los dientes, existe cierta conformidad entre los expertos que señalan que lo mejor es lavarnos los dientes con nuestro cepillo y pasta dentífrica preferida después de haber comido.
Pero con matices, dado que si por ejemplo hemos consumido alimentos ácidos o azucarados (además de bebidas ácidas o dulces), lo más recomendado es posponer el cepillado hasta pasada una media hora aproximadamente, dado que en caso contrario el cepillado podría eliminar el esmalte debilitado por el ácido y los azúcares, penetrando de manera más profunda en la estructura del diente.
El motivo es que cuando comemos o bebemos algo, sobre todo si es ácido, el pH de nuestra boca disminuye, tardando un tiempo en volver a la normalidad. Mientras, la saliva nos ayuda a que disminuya el nivel de acidez, de ahí que no sea adecuado cepillarnos los dientes rápidamente después de haber comido.
En lo que se refiere al uso más adecuado del cepillo de dientes, siempre es aconsejable enjuagarlo con agua, sacudirlo bien y dejarlo que se seque en el aire. ¿Y cuándo sería aconsejable cambiarlo? Lo mejor es cambiar el cepillo de dientes por uno nuevo cuando las celdas se encuentren desgastadas, cosa que suele pasar después de 2 meses de uso aproximadamente (esto es, unas 8 semanas más o menos).
Imágenes | James Bowe / Seth Sawyers
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