Durante los meses de otoño e invierno suelen aumentar los casos tanto de resfriado común como de gripes. Sus síntomas son en realidad muy conocidos por todos: dolor de garganta, malestar general, dolor de cabeza, mucosidad y tos. En caso de gripe, uno de los síntomas más habituales es la infección de garganta, la cual cursa siempre con inflamación y enrojecimiento, además de dolor y producción de pus.
Se trata de una infección que puede ser vírica o bacteriana. Las más comunes aparecen como consecuencia de un contagio viral (como ocurre en caso de gripe, resfriado o mononucleosis), sin embargo las que tienden a ser más serias son aquellas causadas por una infección bacteriana (como pueden ser el estreptococo, hemófilus o micoplasma). También podemos mencionar otros problemas habituales, como la amigdalitis, que es la infección de las amígdalas.
Y es que sólo tendemos a acordarnos de la garganta cuando nos enfermamos, no preocupándonos en cuidarla de forma eficaz y natural, para precisamente evitar problemas e inconvenientes de salud, tales como los citados y los indicados en las líneas anteriores.
¿Qué es la garganta?
La garganta es la parte del cuello anterior a la columna vertebral, conocida como faringe, la cual es la porción del cuello donde pasa el aire que inspiramos y el bolo alimenticio (cuando comemos). Desde un punto de vista anatómico, contiene los músculos de la faringe, la tráquea, el esófago y varios vasos sanguíneos.
Explicado de otra forma algo más sencilla, podemos comparar a la garganta como un tubo que dirige la comida hacia el esófago y el aire hacia la tráquea y la laringe, de manera que su nombre médico original es en realidad faringe.
Consejos para el cuidado de la garganta
1. Opta por una alimentación sana y saludable
Es bastante probable que te sorprenda descubrir que los alimentos que consumas cada día también influyen de forma más o menos decisiva en el cuidado y la salud de tu garganta. Y la explicación la encontramos fácilmente: si sigues una dieta poco equilibrada y malsana tu salud no será la adecuada, de manera que te enfermarás con mucha más facilidad.
Lo mejor a la hora de aumentar las defensas es optar por alimentos naturales y frescos, tales como frutas, verduras y hortalizas de temporada. En el cuidado de la garganta destacan especialmente los siguientes alimentos: cítricos (como naranjas y limones), bayas, arándanos, piña, ajo, cebolla y brécol.
2. Evita determinados alimentos y bebidas
A la vez que siguiendo una alimentación natural y sana ayudamos al cuidado de nuestra garganta, también es recomendable evitar algunos medicamentos que tienden a reducir nuestras defensas, ya que al producir flemas y toxinas predisponen a nuestro organismo a sufrir más infecciones.
En este grupo destacan sobretodo productos refinados como las harinas (sobre todo panadería blanca), alimentos ricos en azúcar y leche de vaca, la cual tiende a crear una gran cantidad de flemas en nuestro organismo y además es muy difícil de digerir. En este caso, lo mejor es sustituirla por leche de soja o por otras leches vegetales.
3. Abrígate correctamente
Si nos encontramos en pleno otoño o invierno, es fundamental no olvidarnos nunca de abrigar nuestra garganta frente al frío y las inclemencias propias del tiempo en esta época del año. Es fundamental el uso de bufanda, con el objetivo de cubrir la garganta.
Incluso aunque no nos encontremos en los meses más fríos del año, y sea primavera o verano, siempre que no haya mucho calor es adecuado utilizar un pañuelo que cubra la garganta.
4. Opta por los productos naturales de las abejas
Las abejas producen dos productos naturales excelentes y maravillosos para el cuidado natural de la garganta:
- Miel: además de ser muy rica en vitaminas y oligoelementos, ejerce una acción antioxidante antivírica, antimicrobiana y antibacteriana. Es útil para cuidar la garganta, y para aliviar distintas afecciones como por ejemplo la molesta irritación de garganta.
- Propóleo: es un producto natural que actúa como antibiótico de amplio espectro, pero sin los efectos secundarios que tienden a producir los medicamentos antibióticos. Ejerce a su vez una acción antigripal, antiinflamatoria y anestésica, siendo muy útil para proteger tanto la garganta como las cuerdas vocales.
5. Opta por infusiones naturales
Existen determinadas infusiones elaboradas con plantas y hierbas medicinales que son especialmente adecuadas a la hora de cuidar y proteger la garganta, y tratar determinadas afecciones y enfermedades. A continuación te indicamos las más recomendadas:
- Infusión de salvia: ayuda a fortalecer de forma completamente natural las membranas de las mucosas tanto de la boca como de las gargantas, ayudando a evitar o reducir la inflamación. Para elaborarla hierve en un cazo el equivalente a una taza de agua y una cucharadita de hojas de salvia. Cuando el agua hierva apaga el fuego, tapa y deja en reposo 10 minutos. Finalmente cuela y haz gárgaras con ella.
- Infusión de tomillo: el tomillo es una de las plantas medicinales más populares para el cuidado de la garganta, especialmente a la hora de aliviar la carraspera y la tos. Para elaborar esta infusión pon en un cazo el equivalente a una taza de agua y lleva a ebullición. Cuando el agua comience a hervir añade 1 cucharadita de tomillo y deja hervir 2 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego, tapa y deja en reposo 3 minutos. Finalmente cuela y bebe.
6. No fuerces tu garganta
Como te indicábamos en un artículo anterior en el que hablábamos sobre Cómo aclarar la garganta de forma natural, a la hora de cuidar –y de mantener- la salud de la garganta es importantísimo evitar forzarla, para no forzar a su vez las cuerdas vocales y llegar a perder la voz.
En caso de que trabajes utilizando la voz, y en definitiva tengas que hablar mucho diariamente, trata de mantener siempre humedecida tu garganta para evitar que se seque. Una solución útil y sencilla es tener siempre a mano una botella de agua natural.
7. Evita los alimentos y bebidas frías o muy calientes
Tanto el calor excesivo como el frío de alimentos y bebidas se convierten en los mayores enemigos para la salud de nuestra garganta. Por ello siempre es recomendable optar por comer los alimentos y beber las bebidas cuando estén tibias.
En caso de bebidas frías, sobre todo en verano, es recomendable tomarlas despacio y nunca deprisa, tratando de mantenerla un poco en la boca para tratar de rebajar un poco su temperatura antes de tragarla.
8. Evita fumar
El hábito del tabaco, y particularmente el humo del cigarro, es un peligro no solo para tu salud en general, sino sobre todo para la salud de tu garganta, tráquea, laringe y esófago. Aumenta el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y de garganta, especialmente las más graves, como por ejemplo es el caso de cáncer.
9. ¡Exprésate sin miedos!
¿Sabías que la garganta suele estar muy relacionada con nuestros sentimientos y emociones? Muchas personas que tienden a no expresar lo que en realidad quieren, ya sea por vergüenza o por miedo, suelen acumular los nervios y las tensiones en la garganta. Por ello, siempre lo más aconsejable es expresarte siempre que lo necesites, liberando tu energía, tus sentimientos y tus emociones.
Imágenes | emily mucha / José Luis Sánchez Mesa / John O’Nolan / alisdair
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