La mononucleosis infecciosa es una enfermedad infecciosa causada por el virus Epstein Bar, que origina una serie de síntomas básicos.
La mononucleosis es conocida popularmente como la “enfermedad del beso”. Se caracteriza principalmente por ser una patología ciertamente poco conocida, aunque tiene una mayor incidencia de lo que se en realidad se cree.
Explicado de una manera más o menos sencilla, podemos indicar que la mononucleosis es una enfermedad infecciosa agua, exclusiva del ser humano y producida por el virus Epstein-Barr (VEB).
En lo que se refiere al propio tratamiento de la mononucleosis en sí, tal y como veremos a continuación de manera detallada, los especialistas sostienen que tiende a curarse sola, ya que en la actualidad no existe una vacuna y la administración de medicamentos no disminuye ni los síntomas ni el tiempo de reposo.
Síntomas de la mononucleosis
La mononucleosis se caracteriza por tener una serie de síntomas más o menos básicos o comunes, que deberán ser tenidos muy en cuenta:
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Fiebre.
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Cansancio.
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Dolor de cabeza.
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Molestias o malestar de garganta.
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Astenia.
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Fatiga.
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Pérdida de apetito.
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Dolores musculares.
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Aumento de tamaño de los ganglios (sobretodo del cuello).
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Aumento del tamaño del hígado (poco frecuente).
Tratamiento de la mononucleosis
Tal y como te comentábamos anteriormente, no existe en la actualidad una vacuna que puede ayudar a prevenir la aparición de la mononucleosis.
Al igual que tampoco existe un tratamiento farmacológico que ayude a la hora de reducir sus molestos síntomas, así como reducir el tiempo de reposo.
Por este motivo, el mejor tratamiento pasa por mantener reposo absoluto e ingerir abundante líquido. En caso de que pueda existir dolor muscular o fiebre, el ibuprofeno o paracetamol pueden ser de utilidad.
Cuando la enfermedad ha remitido, seguramente tu médico solicitará un análisis de sangre periódico para observar cómo evoluciona la misma.
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