La mantequilla se ha convertido casi probablemente en uno de los alimentos que más dudas y preguntas ha provocado en la mayoría de consumidores. Al igual que ocurrió con el huevo respecto a si aumentaba o no el colesterol, y con el aceite de oliva cuando se cuestionó sus supuestos beneficios para la salud, en el caso de la mantequilla siempre han surgido dudas relacionadas directamente con que si se trata de un producto alimenticio adecuado o no dentro de una dieta variada, equilibrada y saludable.
Algo que ha vuelto a aparecer de nuevo tras al resurgir de las margarinas, que hoy día se venden como “alternativas más saludables a la mantequilla”, y que si bien es cierto que en un momento hace años éstas contenían grasas trans (poco aconsejables para nuestra salud), actualmente podemos encontrarnos con margarinas que destacan precisamente por no contener este tipo de grasas, un menor contenido en grasas saturadas y una mayor proporción de grasas insaturadas.
En cualquier caso, son muchos los nutricionistas que aconsejan que, si hay que elegir entre la mantequilla y la margarina común, lo más adecuado es escoger la mantequilla. Y es que las margarinas son en realidad aceites vegetales solidificados tras ser sometidos a un proceso de hidrogenación.
Como de buen seguro sabrás, la mantequilla consiste en un alimento que se elabora a partir de la emulsión de sólidos lácteos (generalmente leche cruda de vaca), grasa y agua, tras el batido, amasado y lavado de los distintos conglomerados de glóbulos grasos que se forman por el batido de la crema de leche o la nata. ¿Y de dónde proviene su característico color amarillento? Se debe a la presencia de betacaroteno, un pigmento con función antioxidante.
No obstante, si sigues una alimentación vegana, no consumes alimentos provenientes de origen animal, o deseas simplemente dejar de consumir mantequilla de origen animal, ¿sabías que es posible elaborar deliciosas mantequillas sanas? Son opciones muchísimo más saludables, elaboradas con frutos secos.
3 recetas de mantequillas veganas y saludables
Mantequilla de cacahuete (maní)
Es probablemente una de las mantequillas vegetales más conocidas y populares, sobre todo en Estados Unidos, donde es muy tradicional su consumo acompañada de rebanas de pan con mermelada de arándanos. Su preparación, como veremos a continuación, es sumamente sencilla.
Ingredientes que necesitas:
- 2 tazas de cacahuetes (manís)
- Opcional: azúcar y sal
Preparación de la mantequilla de cacahuete:
Vierte los cacahuetes dentro del recipiente del robot de cocina. Tritúralos a la mayor velocidad en modo fijo. En caso que no tengas un robot de cocina puedes utilizar una licuadora.
Observarás cómo los cacahuetes comienzan a triturarse hasta adquirir textura de polvillo. Cuando alcancen este punto debes seguir triturando hasta que empiecen a soltar su propio aceite.
Es necesario seguir triturando hasta 10 o 15 minutos, con cuidado de hacer pausas si tu robot de cocina es pequeño (para evitar que el motor se queme). Si la detienes puedes dejarla ‘respirar’ un rato y luego volver a triturar de nuevo hasta que la crema obtenga la textura que quieras.
Puedes conservarla en un recipiente de vidrio y te durará en la nevera hasta 3 semanas.
Mantequilla de avellanas
La mantequilla o crema de avellanas es otra de las mantequillas vegetales más populares, probablemente por la existencia de la conocidísima marca Nutella, que se elabora con chocolate y avellanas. En esta ocasión la receta consiste básicamente en utilizar avellanas para elaborar la mantequilla.
Desde un punto de vista nutritivo se convierte en una opción interesante porque es muy rica en hidratos de carbono y grasas saludables, así como vitaminas (B2, B3, B6, B9 y E) y minerales (hierro, potasio y fósforo).
Ingredientes que necesitas:
- 2 tazas de avellanas tostadas
- Opcional: azúcar y sal
Pasos para hacer la mantequilla de cacahuete:
Los pasos a seguir son absolutamente los mismos que hemos seguido para la elaboración de la mantequilla de cacahuetes.
En primer lugar introduce las avellanas en el recipiente del robot de cocina o de la licuadora, y tritúralas bien haciendo algunas pausas, hasta que obtengas una crema.
Cuando haya obtenido la textura que quieres conserva en un frasco de vidrio hasta 3 semanas.
Mantequilla de almendras
La mantequilla de almendras es otra de las mantequillas vegetales o veganas que podemos elaborar fácilmente en casa, aunque como de buen seguro imaginarás, tiende a ser menos conocida o popular en comparación con las dos anteriores.
Es también una buena opción desde un punto de vista nutricional, al ser tremendamente rica en grasas saludables, antioxidantes, vitaminas (B2, B6, B9 y E) y minerales (potasio, calcio, hierro y fósforo).
Ingredientes necesarios:
- 2 tazas de almendras tostadas
- Opcional: sal
Pasos para hacer la mantequilla de almendras:
En caso de que no encuentres almendras tostadas es necesario proceder a tostarlas antes. Para ello precalienta en primer lugar el horno a 200ºC. Cuando el horno esté caliente pon las almendras sobre la bandeja de horno y deja que se tuesten durante algunos minutos, hasta que estén doradas.
Luego sácalas del horno y deja que se enfríen.
Una vez frías ponlas en el recipiente de la licuadora o del robot de cocina, y tritúralas durante algunos minutos, haciendo descansos o pausas, hasta que adquieran la textura deseada.
Para terminar, vierte en un frasco de vidrio y conserva durante 3 semanas.
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