¿Sabías que, en realidad, la tos es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo? Es sumamente útil para ayudarnos a mantener el aire de los pulmones limpios, ya sea ante la presencia de sustancias extrañas o para la eliminación de flema o mocos. También aparece como consecuencia de la irritación e inflamación de nuestras vías respiratorias.
Dependiendo de sus causas podemos encontrarnos sobre todo con dos tipos de tos. Por un lado está la tos productiva, que es aquella que produce expectoración, produce y segrega flema. Por otro lado está la tos improductiva, que es la que no produce expectoración y en la que no se segrega flema o moco (y es conocida también con el nombre de tos seca o irritativa).
En el caso particular de la tos seca se caracteriza por ser un tipo de tos tremendamente molesta. ¿Por qué? Fundamentalmente porque tiende a ocasionar la aparición de molestos e incómodos ataques de tos, en ocasiones muy intensos; y porque no se suele calmar fácilmente.
Este tipo de tos surge cuando las vías respiratorias se irritan. Sus causas son en realidad variadas. Las más comunes tienen relación especialmente con la inflamación de la laringe o de la mucosa bronquial (de hecho afecciones como la laringitis es uno de los trastornos que más habitualmente causa una tos irritativa), por una reacción alérgica o por la penetración en las vías respiratorias de diferentes cuerpos extraños.
En estos casos, cuando la tos irritativa se encuentra causada por algún tipo de inflamación también aparecen otros síntomas relacionados, lo que ayuda por ejemplo a su diagnóstico. ¿Los más comunes? Dolor de garganta, estornudos constantes y una molesta e incómoda carraspera.
A la hora de aliviar la tos seca la clave está en tratar la causa que haya ocasionado su aparición. Así, por ejemplo, si la causa se debe a una laringitis lo ideal es tratarla adecuadamente utilizando fármacos útiles en este sentido. Eso sí, en estos casos depende de si la laringitis ha sido causada por un virus o por bacterias. En el último caso los antibióticos ayudan en la curación (los cuales deben ser siempre prescritos por un médico y tomados bajo su supervisión).
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Los jarabes son muy útiles a la hora de aliviar y calmar la tos. Pero siempre debemos saber qué tipo de jarabe tomar dependiendo del tipo de tos que tengamos. Y es que no es lo mismo tomar un jarabe mucolítico o expectorante que nos ayudará en caso de tos productiva a la hora de eliminar la flema, que un jarabe antitusivo especialmente adecuado para aliviar la tos irritativa que no produce expectoración.
Precisamente para la tos seca el mejor jarabe es el jarabe antitusivo, que ayuda a aliviar la tos cuando se presenta algún ataque, y que en definitiva son muy útiles durante la noche para ayudarnos a conciliar un sueño reparador y que la tos no nos despierte.
Remedio para preparar un jarabe antitusivo para aliviar la tos
Ingredientes necesarios:
La preparación de este jarabe antitusivo es sumamente sencillo y fácil. Para ello necesitamos 3 cucharadas de semillas de linaza, el jugo de un limón, miel de abeja y una taza de agua.
Pasos para hacer el jarabe antitusivo:
En primer lugar vamos a elaborar lo que popularmente se conoce como agua de linaza. Para ello pon las 3 cucharadas de semillas de lino en una taza de agua, tapa con una servilleta y deja en reposo durante algunas horas, hasta que observes que el agua se ha quedado como babosa.
Luego cuela la bebida. Ahora parte el limón por la mitad, exprímelo y obtén su jugo. Pon el jugo de limón en un vaso, añade el agua de linaza y endulza con miel de abeja al gusto. ¡Listo! Ya puedes tomar este jarabe.
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