Los pulmones son órganos imprescindibles para poder vivir y son los órganos encargados de que la sangre reciba el oxígeno a través del aire que respiramos, luego la sangre desprende dióxido de carbono y el dióxido de carbono pasa al aire.
Podemos decir entonces que es en los pulmones donde se realiza el intercambio gaseoso con la sangre, esta es la función respiratoria de los pulmones y en la que proporciona a nuestro organismo el oxígeno necesario para poder vivir a través de la respiración.
Las funciones de los pulmones son dos: una respiratoria y otra que no es respiratoria. En la función no respiratoria los pulmones actúan haciendo de filtro externo, mediante la cual se defienden de la contaminación que hay en el aire, y a la que están expuestos, realizan también las acciones metabólicas eliminando los fármacos y medicamentos, equilibrio ácido-base, metabolismo lípido por acción surfactante pulmonar, participación hormonal, y un sistema de prostaglandinas que causan broncodilatación o broncoconstricción.
Los pulmones están protegidos por las costillas y están situados dentro del tórax. El pulmón izquierdo es ligeramente más pequeño que el derecho y también tiene un peso algo inferior al derecho. El peso y tamaño de los pulmones también es diferente dependiendo del sexo, en el hombre los pulmones pueden ser de mayor tamaño y peso que en el caso de las mujeres.
El peso del pulmón derecho puede situarse en unos 600 gramos y el peso del pulmón izquierdo unos 100 gramos menos, unos 500 gramos, estos pesos podemos denominarlos orientativos o como promedios ya que dependerá también de las características del organismo de cada persona.
Para gozar de buena salud y tener unos pulmones saludables debemos cuidarlos y limpiarlos llevando una vida sana lo más saludable posible y evitando el tabaco.
Los pulmones podemos limpiarlos de una manera totalmente natural con productos o remedios naturales y con consejos sencillos y prácticos a la vez.
Consejos para limpiar los pulmones de forma natural
Las gripes, los catarros, los resfriados, muchas veces vienen acompañados de moco o secreciones bronquiales, conocidas también como flemas que al quedar atrapadas en los pulmones obstruyen la capacidad de los pulmones para realizar bien su función, la de respirar.
En caso de que estos síntomas estén acompañados de fiebre hay que consultar con el médico para que nos haga la revisión oportuna.
Para eliminar tanto el moco como las secreciones bronquiales y limpiar los pulmones debemos introducir en nuestra dieta los alimentos ricos en vitamina C y vitamina E, tanto frutas como vegetales ricos en estas dos vitaminas.
Quizás te hagas la siguiente pregunta y ¿por qué recurrir a estas vitaminas? La vitamina C tiene propiedades antioxidantes las cuales nos favorecen a la hora de luchar contra los radicales libres y a evitar la oxidación de las células de nuestro cuerpo así como de nuestros pulmones y contribuyen a evitar la congestión pulmonar.
Destacan por ejemplo las frutas cítricas como la naranja, el limón, kiwis, pomelo, arándanos y verduras como la zanahoria, espinaca, brócoli, pimiento, apio y el perejil.
La vitamina E tiene propiedades depurativas que nos ayudaran a desintoxicar los pulmones por lo que es aconsejable incluir también en nuestra dieta estos alimentos: alfalfa, trigo, centeno, levadura de cerveza, semillas de lino, de girasol, nueces, almendras, salvado de avena, aguacate, melocotón, papayas, mangos, frutas de la pasión, espárragos, pimiento, acelgas, calabaza, tomate y plantas como el diente de león.
Para tener limpios los pulmones y eliminar las secreciones es muy importante estar bien hidratados, tomar mucha agua de 1,5 litros a 2 litros de agua al día.
Podemos recurrir también a otros remedios naturales como puede ser los vapores o vahos con algunos aceites esenciales que contienen propiedades adecuadas para la eliminación de las flemas. Estos aceites esenciales son de menta, romero, eucalipto.
También la inhalación por vapor de la mezcla de las siguientes hierbas, tomillo, romero, eucalipto.
Estos baños de vapor podemos hacerlo o con un humificador o con un pequeño cuenco o cazo en el que herviremos agua y una vez que esté hirviendo agregamos 3 gotas del aceite esencial elegido.
Apagamos el fuego y aspiramos el vapor que desprende con una toalla colocada encima de la cabeza de forma que el vapor quede concentrado para que podamos inhalarlo.
Este remedio nos ayudará a fluidificar y a que las flemas se suelten para así poder eliminarlas más fácilmente y también podamos respirar mejor a parte de evitar la aparición de posibles infecciones.
Comentar