La hipocondría es una enfermedad que cada vez afecta a mayor número de personas. El continuo ritmo frenético que llevamos y el estrés pueden desarrollar esta enfermedad que se basa en pensar que uno está enfermo, aunque no sea así.
De hecho, actualmente ha surgido un término, la hipocondría digital, que hace que muchas personas busquen enfermedades, síntomas y causas por Internet, desarrollando mucho más este problema. La cibercondría genera que las personas afectadas por esta enfermedad se automediquen y establezcan su propio diagnóstico en base a las búsquedas de Internet.
¿Por qué surgen los síntomas?
Los síntomas relacionados con la hipocondría generan estrés y malas interpretaciones por parte de quienes padecen este problema, llegando a pensar que se deben a enfermedades reales. Los síntomas surgen, principalmente, porque los enfermos están todo el día autoevaluándose, y esto genera estrés y de ahí que surjan diversos síntomas, tanto físicos como psicológicos. Las sensaciones corporales son vistas y percibidas por los hipocondríacos como todo un eje central y las amplifican de forma exagerada.
Esto hace que entren en un círculo vicioso que no tiene fin, porque alimentan esta conducta compulsiva buscando razones y síntomas ideados. Ello aumenta la ansiedad, el miedo y hasta la depresión.
Los primeros síntomas de la hipocondría
Los síntomas primarios de la hipocondría están relacionados con la negatividad, el miedo, la ansiedad y la preocupación exagerada. Esto sucede cuando la persona se fustiga con sus pensamientos, y estos parecen cobrar vida, creyendo que son verdad.
La inseguridad y los pensamientos negativos son, a la vez, una constante de las personas hipocondriacas, y por tanto síntomas que experimentan desde un inicio. Además, les suele acompaña la obsesión constante, en este caso, por miedo a sufrir una enfermedad, miedo a la muerte y a la de sus seres queridos.
Los propios síntomas se retroalimentan y se acaban intensificando de gran manera. Otros síntomas que suelen aparecer al principio son las manías, pues ciertos hipocondríacos se preocupan en exceso de lo que comen, su origen, qué beben… una gran parte de la sintomatología de la hipocondríaca es sugestiva, y luego aparecen las fobias hacia diversos temas, hecho que aísla al enfermo y provoca problemas realmente graves.
Otros síntomas provocan que tales personas estén constantemente comprobando su cuerpo y sus signos vitales, como el pulso y los latidos del corazón. Las personas hipocondriacas van en exceso al médico por creer que están enfermos. Y comprueban que en el cuerpo no haya bultos, pecas sospechosas, llagas, y otros signos que pueden generar una enfermedad.
Síntomas diversos
Como otras enfermedades de tipo mental, la hipocondría desarrolla síntomas parecidos a la ansiedad. Una gran parte están relacionados con los dolores de cabeza y de cuello, debido a la presión a la que están sometidos los enfermos continuamente con los pensamientos negativos que pueden estar presentes durante todo el día.
Los síntomas físicos digestivos también son comunes: dolores de estómago, diarrea, úlceras… todo ello por la ansiedad y preocupación excesiva por padecer enfermedad.
Cuando los hipocondríacos han estado en contacto con diversas enfermedades, han leído mucho sobre el tema, o han vivido de cerca la enfermedad de un ser querido, las somatizan y piensan tenerla. De hecho, pueden desarrollar síntomas parecidos a las enfermedades que padecen y creen sentir o percibir dichos síntomas. Los mareos y la sudoración son también destacables en el proceso de la hipocondría, igual que las palpitaciones, los calambres musculares o de cuello, pies y manos.
Además suelen tener alteraciones del estado de ánimo. De pasar a estar depresivos a tener ansiedad y miedo, euforias y vuelta a los trastornos anteriores. Es por ello que el desequilibrio mental es una de las causas que provocan el problema, que debe ser tratado.
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