Podemos decir sin ninguna duda que la ansiedad es un sistema de alerta que surge en nuestro organismo ante determinadas situaciones, que tendemos a considerar como amenazantes.
Es decir, son situaciones que tienden a afectarnos de manera negativa, y que entendemos como de peligro o riesgo. Se trata, por tanto, de un mecanismo de defensa que nuestro propio cuerpo “crea” con el fin de reaccionar ante esa amenaza, riesgo o peligro.
Actualmente muchos expertos tienen en cuenta el conocido como trastorno de ansiedad generalizada, siendo considerada a día de hoy –de hecho- como uno de los trastornos psiquiátricos más comunes y habituales. Afecta en mayor medida a mujeres, aunque los hombres también pueden sufrirla.
¿Por qué surge o aparece la ansiedad?
Antes de descubrir y conocer cuáles son las principales causas de la ansiedad, debemos tener en cuenta que se trata de un mecanismo cuya función principal es la de advertir y activar el organismo; es decir, de movilizarlo frente a una determinada situación que considera de amenaza o riesgo, aunque ésta sea real o no.
Por tanto, podamos establecer una causa principal que provoca su aparición: la existencia de una situación amenazante o de riesgo. Es cierto que, en este caso, la concepción de riesgo o amenaza es una cuestión puramente subjetiva. Por ello a dos personas distintas una misma situación puede causar a una ansiedad, y a la otra no.
Aunque antaño se convertía en un mecanismo de defensa realmente efectivo, y a día de hoy lo sigue siendo, cuando la ansiedad se convierte en crónica en realidad se constituye como un verdadero problema de salud, que puede llegar a interferir en las actividades sociales, laborales y en el día a día de la persona, especialmente cuando la ansiedad genera mucho sufrimiento y también cierta incapacitación.
¿Cómo combatirla de forma natural?
La ansiedad es un mal que afecta prácticamente a todos ante una situación de mucha importancia o muy estresante, sin embargo, para otros, es algo casi constante que puede alterar nuestro estado de ánimo y propiciar conductas poco saludables. Estos remedios naturales te permitirán disminuir esa sensación sin necesidad.
Muchas hierbas nos permiten combatir la ansiedad y pueden ser utilizadas como aromaterapia o como aceite esencial para incorporar en masajes o cremas (recuerda que no se deben aplicar directamente sobre la piel, deben ser rebajados). Aquí os recomendamos varias alternativas para reducir tu ansiedad naturalmente.
El Toronjil (también llamado cidronela abejera, hierba bergamota, hierba luisa, torongina y melisa) es una planta medicinal muy útil para disminuir la ansiedad. Además es utilizada en otros problemas de tipo nervioso, hepático, digestivo o neurálgico. La melisa también tiene propiedades antiespasmódicas y digestivas. Es muy recomendable ya que relaja el sistema nervioso sin generar adormecimiento, y a la vez, mejorando el ánimo.
El toronjil o melisa es utilizada, por ejemplo en el “agua del Carmen” elaborada por carmelitas francesas y que se usa frecuentemente para disminuir la ansiedad. El toronjil también se encuentra disponible en aceite esencial para utilizar con difusor, en la baño o en masajes. Esta hierba puede también incorporarse como infusión.
Otras plantas medicinales pueden utilizarse para reducir la ansiedad naturalmente. El aceite esencial de geranio es antidepresivo y propicia la relajación y la reflexión. También el anís, la amapola, la manzanilla, el kaki, la lavanda y la menta pueden ayudarnos a armonizar el estado anímico, ya sea con inciensos o con aromaterapia.
Si lo que te gusta son las infusiones, además del toronjil puedes recurrir a la manzanilla y a la menta. Para aprovechar al máximo sus propiedades relajantes puedes beber un té en ayunas o por las noches antes de ir a la cama. Otra alternativa es preparar un litro de agua con una infusión de manzanilla y tomarla de a poco durante el día. También el té de lila es una alternativa para bajar la ansiedad.
Además de la incorporación de estas plantas medicinales, hay otras formas de ayudar a bajar tu ansiedad naturalmente. La alimentación puede mejorarse, incorporando alimentos con aportes de vitaminas y minerales para ayudar a equilibrar nuestro cuerpo. También se recomienda recortar el consumo de azúcar blanca o de alimentos que la contengan (refrescos, dulces, etcétera).
La Fitoterapia también propone algunas soluciones para disminuir la ansiedad naturalmente, por ejemplo la pasiflora o el hipérico. Se recomienda consumir entre dos y cuatro cápsulas al día.
Finalmente hay muchas actividades que podemos realizar para reducir la ansiedad. Un buen ejemplo de ellos son las prácticas del Reiki, el yoga o el tai chi que han llegado hace ya mucho tiempo desde oriente, aportando nuevas formas de acceder a la relajación y enriquecer nuestra espiritualidad mediante la meditación y la canalización de las energías y los pensamientos.
También son muy provechosas para reducir la ansiedad naturalmente la reflexología, la acupuntura y la medicina bioenergética.
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