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Estrés y dolor de estómago

Es habitual que el estrés cause dolor de estómago, debido a que éste es uno de los órganos que más sufre ante una situación de estrés prolongada.

estres y dolor de estomagoAunque es habitual que muchas personas consideren al estrés como un auténtico problema o enemigo a combatir, lo cierto es que no debemos olvidarnos que en realidad se trata de un proceso de adaptación, que provoca o causa un estado de alarma en la persona, la cual se siente alertada por una determinada situación, que la atemoriza o preocupa.

De hecho fue el estrés la emoción que permitió a nuestros antepasados sobrevivir ante determinadas situaciones (por ejemplo, cuando podían ser atacados por un depredador, o por otros grupos).

Eso sí, dependiendo de la fase en la que el estrés se encuentre (por ejemplo, no es lo mismo la tensión inicial que causa la activación del organismo, a una fase de tensión crónica), tiene determinadas consecuencias.

Una de esas consecuencias negativas y habituales tiene relación con el sistema digestivo y más concretamente con el dolor de estómago, dado que el sistema digestivo es una de las partes de nuestro cuerpo que más tienden a sufrir sus consecuencias.

¿Por qué el estrés causa dolor de estómago?

El nerviosismo y la tensión nerviosa ocasionado por el estrés tiende a causar dolor abdominal, lo que se traduce en muchas ocasiones en un molesto dolor estomacal que puede desencadenar determinados trastornos gastrointestinales: vómitos, flatulencias, ardores y náuseas.

Debido al acelerarse la actividad del colon, además de ese dolor de estómago es habitual que la persona sufra estreñimiento o alteraciones intestinales, tales como diarrea.

Es posible que también la persona estresada tenga las ganas de comer de forma compulsiva. Esto se debe a que también provoca que la sensación de apetito aumente.

¿Cómo evitar el dolor de estómago ante el estrés?

Es fundamental reducir el estrés diario que podamos sentir ante determinadas situaciones. Para conseguirlo, la mejor opción siempre es tratar de averiguar ante qué situaciones o acciones sentimos estrés, y tratar de pensar de forma objetiva si ese estrés es real o no, y sobretodo buscar la forma de reducirlo con cabeza.

Técnicas naturales como practicar la relajación, la meditación, el yoga, pilates o incluso simplemente hacer ejercicio cada día son buenos remedios contra el estrés.

 

Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Psicólogo. Le aconsejamos consultar a su Psicólogo de confianza.
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C.Pérez

Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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