Desde hace ya muchos siglos, el agua viene a ser sinónimo de salud. No en vano, no han sido pocas las civilizaciones que la han utilizado con el objetivo de paliar el dolor, tratar enfermedades, y cómo forma de ayudar en la relajación.
Como ocurría entonces, en la actualidad el agua sigue siendo muy utilizada tanto para curar como para aliviar, gracias principalmente a sus importantes beneficios y propiedades para la salud.
Especialmente, porque como podremos ir comprobando a lo largo del presente artículo, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, a relajarnos, a desintoxicar el organismo y a aliviar torceduras y esguinces.
Tratamientos y técnicas con hidroterapia
La hidroterapia puede ser aplicada gracias a diferentes técnicas, siendo muy utilizada incluso en una gran cantidad de tratamientos.
A continuación exponemos algunas de las técnicas de hidroterapia más utilizadas actualmente:
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Envolturas
Se envuelven determinadas partes del cuerpo, o bien –incluso- el cuerpo entero con gasas de lino, algodón o lana. Eso sí, la envoltura debe tener tres capas: una húmeda que esté en contacto con el cuerpo, una segunda capa seca y una exterior algo más gruesa, para abrigar el cuerpo. -
Compresas
Se trata principalmente de paños de lino doblados varias veces, que son empapados en algún líquido y que, una vez escurridos, se aplican sobre determinada parte del cuerpo. Generalmente son de agua fría. -
Chorros de agua
Para que esta técnica pueda ser correctamente utilizada, los expertos recomiendan una manguera de goma de unos 2 centímetros de diámetro y unos 2,5 metros de largo. La aplicación de los chorros de agua consiste en distribuir un manto de agua en la zona a tratar.
Generalmente, la duración de los chorros fríos es de aproximadamente un minuto, mientras que los chorros de temperatura alterna duran entre 1 y 2 minutos. -
Baños calientes o fríos
Tanto los baños calientes como los baños fríos pueden ser parciales o totales. En caso de baños calientes, la temperatura del agua debe oscilar entre los 36 y los 38 grados, y su duración puede variar entre 10 y 25 minutos.
En caso de baños fríos, lo ideal es que se tomen en ambientes templados, con temperaturas que no superen los 20 grados. Eso sí, la duración en los mismos no debe exceder los 20 segundos, mientras que la introducción al agua debe hacerse con mucha lentitud. -
Baños de vapor
Deben durar entre 10 y 15 minutos, y generalmente para este tipo de baño se utilizan los vapores que despide el agua hirviendo, ya sea sola o con plantas medicinales.
Beneficios y propiedades de la hidroterapia para la salud
Muchas son las propiedades de la hidroterapia, en especial sus diferentes virtudes tanto terapéuticas como medicinales para la salud de aquellas personas que la practican.
Es ideal para mejorar la circulación sanguínea, a la par que tonifica los músculos y aumenta la capacidad respiratoria. Eso sin contar que, a su vez, logra el equilibrio psicoafectivo de la persona.
La aplicación o el tratamiento con hidroterapia puede ser utilizado para muchos casos, entre ellas destacamos: anemia, anorexia, conjuntivitis, gastritis, hemorroides, hipertensión, reumatismo, sinusitis y varices.
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