Con el nombre de Sintrom nos encontramos ante uno de los fármacos anticoagulantes más conocidos y consumidos en nuestro país, aunque su nombre comercial sea originalmente Acenocumarol. Es más, como ya te comentábamos en una nota anterior, es posible que en tu Centro Médico o Ambulatorio te hayas encontrado ya con alguna que otra nota informativa acerca de las pruebas de control del Sintrom.
Se trata, de hecho, de una prueba de control importantísima dado que brinda información valiosa al médico acerca de si la dosis del Sintrom es la adecuada, o si debe ser aumentada o disminuida. Pero vayamos por partes.
El Sintrom es un fármaco anticoagulante, lo que significa que nos encontramos ante un medicamento que ayuda a mantener la coagulación sanguínea de forma controlada, haciendo que se vuelva más líquida. Esto permite prevenir la formación de embolias y trombosis.
Actúa inhibiendo la formación de fibrina, una proteína que conjuntamente con las plaquetas “participan” en la formación de los coágulos sanguíneos. Todo ello con un menor riesgo hemorrágico.
Por todo, son varias las principales indicaciones médicas para la administración del Sintrom: sobre todo en todos aquellos pacientes que presenten un riesgo elevado de formación de trombosis o embolias, así como en caso de trombosis venosas profundas, embolia pulmonar, prótesis valvulares metálicas, arritmias cardíacas, infarto agudo de miocardio, accidente isquémico transitorio, trombofilia hereditaria, miocardiopatía dilatada, fibrilación auricular y valvulopatías.
No obstante, para la administración del Sintrom es necesaria la realización de analíticas sanguíneas de control frecuentes, lo que permite saber qué tal está anticoagulada la sangre cuando el paciente toma este fármaco y si es necesario subir o bajar la dosis.
El control del Sintrom mediante el análisis de INR
El INR se trata de un parámetro que se evalúa en el análisis de sangre con el fin de descubrir cómo de anticoagulada se encuentra la sangre. De ahí que la dosis del Sintrom no sea fija, ni siempre sea la misma.
A continuación podemos establecer los valores considerados como normales o recomendados de INR:
INR | Valores recomendados |
Fibrilación auricular | 2,0 – 3,0 |
Prótesis valvular aórtica | 2,0 – 3,0 |
Prótesis valvular mitral | 2,5 – 3,5 |
Prótesis valvular tricúspide | 2,5 – 3,5 |
Prótesis múltiples | 2,5 – 3,5 |
Tromboembolismo venoso | 2,0 – 3,0 |
Otras | 2,0 – 3,0 |
Teniendo en cuenta los valores indicados en la tabla anterior, por ejemplo si un paciente dispone de una INR por debajo de 2 el riesgo de formación de embolias o trombosis aumenta. Esto significa que cuanto más se acerque el INR a 1 será un riesgo mayor, mientras que igual a 1 significa que el paciente no está anticoagulado.
Así, si la INR se encuentra por encima de 4 existe un riesgo mayor de formación de hemorragias, de forma que cuanto mayor sea el mayor de INR mayor será el riesgo de sangrado. Por tanto, los valores de INR recomendados se encuentran entre 2 y 4, presentándose un riesgo menor de formación de trombosis, embolias o hemorragias.
Dicho de otra forma, si la dosis de Sintrom es insuficiente el INR será bajo (nos encontraríamos ante una coagulación normal), de manera que será necesario subir o aumentar la dosis. No obstante, si la dosis de Sintrom es excesiva el INR será alto, indicando que la sangre está muy anticoagulada y el riesgo de hemorragias será evidentemente mayor.
Este análisis se realiza mediante la medición del tiempo de protrombina (TP), cuyo resultado se expresa mediante INR. El INR básicamente es el cociente entre el TP del paciente en tratamiento y el TP considerado como normal (en personas sanas). En estos casos, el TP normal es de entre 10 a 12 segundos.
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