Este alimento, fabricado por las abejas, es uno de los más completos en cuanto a valores nutricionales. Por ello, su uso se ha extendido a la cocina, aplicada en miles de recetas, para condimentar y como complemento, es exquisito.
La miel es un perfecto sustitutivo del azúcar y sirve para endulzar distintos platos siempre con una mejora en la salud de lo que nos puede aportar el azúcar de forma general. Además se emplea para la realización de pasteles, gracias también a que mantiene la humedad de los pasteles y ofrece una gran ayuda para esponjar las masas.
En la cocina tiene muchos más usos. Pues además de en repostería, se mezcla con otros ingredientes para aportar aromas y sabores que combinan los salados con los dulces, se incorpora en los guisos y se puede tomar directamente con pan, tostadas, acompañando a frutas y quesos, y muchas personas lo incorporan en el café en vez del azúcar.
Mezcla de glucosa y fructosa, sus propiedades para el organismo son varias y numerosas. Se guarda en un recipiente bien cerrado porque puede absorber el agua del ambiente y estropearse con mayor facilidad, siempre dependiendo del clima y temperatura interior y exterior.
Según la Fundación Española del Corazón, es altamente recomendable y tiene muy pocas proteínas. En sus compuestos, destacan sobre todo los azúcares, ácidos orgánicos (cítrico, láctico, fosfórico…), las vitaminas C y las de tipo B, ácido fólico, diversos minerales, como fósforo, calcio, magnesio, silicio, hierro, manganeso, yodo y zinc, y los aminoácidos esenciales, además de flavonoides, polifenoles y enzimas.
Los principales beneficios de la miel
Las vitaminas y minerales antes especificados ayudan a mantener al organismo en perfecto orden. La miel natural es la más pura, mejor y la que más ventajas ofrece. Una de sus máximas es que regula el azúcar en la sangre porque la fructosa permite que la glucosa sea captada por el hígado para formar glucógeno.
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Esto pasa a la sangra para mejorar la circulación, entre otras acciones. La Fundación Española del Corazón también apunta a que es un gran aporte de energía y suele recomendarse para deportistas, niños en crecimiento y para aquellas personas que tienen algo de anemia. Ello es, en parte, por su riqueza en macro y micronutrientes, mientras que ayuda al organismo a restablecer el ritmo de actividad habitual que se necesita.
En uso cosmético y para mejorar la belleza de la piel, la miel es un perfecto aliado para acabar con los puntos negros y el acné. Por ello, muchos productos usados en tratamientos de estética llevan miel, igual que cuando nos hacen un masaje con aceite esencial o aplicando la miel directamente en la piel.
Este condimento reduce el pH de la superficie de la piel porque su acidez mata los microbios que se sitúan sobre la epidermis. Además, ayuda a reparar y restaurar la piel seca al contener ciertas propiedades curativas.
Cuando estamos resfriados, siempre nos recomiendan miel, junto a limón o agua. Es buena para las vías respiratorias, con inhalaciones de miel unos cinco minutos para limpiar estas vías. Es una solución para aquellas personas que padecen asma o bronquitis al facilitar su respiración. Si se mezcla con otros ingredientes naturales, el efecto para respirar mejor es superior.
Tipos de miel
Existen muchos tipo de miel y cada uno puede presentar unas propiedades distintas. Su sabor es algo distinto y pueden también ser empleadas en la cocina para ofrecer nuevas texturas en el paladar.
La miel de flores es la más extendida y popular. Está realizada del polen de diferentes especies de flores, y suele utilizarse para mejorar el sistema inmune acabando con el asma, las alergias y los resfriados.
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En este caso, el sabor puede ser algo más fuerte. La miel de salvia es una de las nuevas incorporaciones, pues juntar las propiedades de la miel con la excelencia de la salvia aporta una gran fuerza para tratar diversos problemas respiratorios y mejorar el estado de ánimo.
La miel de espina de Jerusalén no es demasiado común, pero tiene mejoras porque reduce el colesterol malo y fortalece el sistema inmune. Por su parte, la miel de lavanda ofrece un perfume sin igual y aporta calcio, limpia los pulmones y mejora la digestión. La miel de romero tiene un color algo mas claro que el resto, y es recomendada para combatir el estrés y las úlceras de estómago.
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