Las saunas son habitaciones, generalmente de madera, que poseen una temperatura alta (situada entre los 80 y los 100 grados aproximadamente), de forma que nuestro organismo debe trabajar para conseguir mantenerse frío. Es una opción saludable y recomendada cuando deseamos eliminar toxinas y depurar nuestro cuerpo. Pero antes de disfrutar de las cualidades que nos ofrece una sesión de sauna es necesario tener presente algunos consejos básicos: no es aconsejable para embarazadas y para aquellas personas que sufran de problemas de hipertensión, o padezcan algún tipo de enfermedad cardiovascular. Curiosamente, y a pesar de estas contraindicaciones básicas a tener en cuenta antes del uso de una sauna, un reciente estudio científico parece haber demostrado lo contrario, a tenor de los resultados que se han obtenido.
Dicho estudio científico ha sido publicado recientemente en la revista especializada JAMA of Internal Medicine. En la investigación se analizó a un grupo de 2.315 hombres finlandeses de entre 42 a 60 años, residentes en la provincia de Kuopio, y asiduos a sesiones de sauna.
Según los resultados que se han obtenido de esta investigación (con un seguimiento medio de casi 21 años), al parecer las saunas ayudan a reducir el riesgo de sufrir una muerte súbita cardíaca. Como de buen seguro sabrás, consiste en una enfermedad coronaria fatal que se produce y aparece sin que anteriormente hayan existido alertas previas de riesgo. De hecho, los investigadores en este caso son claros: el riesgo disminuye cuanto más saunas se disfruten.
En concreto, el riesgo de sufrir una muerte súbita cardíaca fue un 22% menor en aquellos hombres que tomaban entre dos y tres sesiones de sauna cada semana, y de un 63% en quienes lo hacían entre cuatro y siete veces. Además, la muerte por enfermedad cardiovascular fue de un 27% menor para los primeros, y de un 50% menor para los segundos.
Las cualidades de las saunas en la prevención de sufrir enfermedades cardíacas lo encontramos en que mejora la función endotelial, mejora la ventilación pulmonar y además ayudan a rebajar la incidencia de las arritmias.
Imagen | Thomas Wanhoff
Vía | El Mundo
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