Los piojos son un conjunto de parásitos que suelen llegar el tamaño de una semilla de sésamo y que se caracterizan sobre todo porque se “instalan” a lo largo de todo el cuero cabelludo del ser humano con el objetivo de alimentarse de su sangre y así seguir creciendo.
El denominado como Pediculus Humanus (popularmente conocido como piojos), es un parásito ciertamente diminuto de entre 2 a 3 mm, que utiliza sus pinzas para agarrarse a los pelos de la cabeza, e inyectar así una toxina en el cuero cabelludo que produce un picor irritante.
Aunque popularmente se cree lo contrario, la aparición de los piojos en los niños (y en adultos) no está ligado a la falta de higiene, en especial porque se tiene la constancia incluso de que éstos prefieren el pelo limpio.
Su rapidez para reproducirse (hasta 200 huevos o liendres a lo largo de su vida) y su gran movilidad son sus mayores armas, y unos elementos que hacen más difícil su eliminación.
Cómo se contagian los piojos en la cabeza del niño
La también conocida como pediculosis suele aparecer sobre todo entre aquellos niños con una edad comprendida entre los 3 y 11 años ya que es justamente cuando estos empiezan a jugar con otros pequeños y es ahí donde el propio parásito se “arrastra” de un lado a otro tras un simple contacto de sus cabezas.
También es posible contagiarse de ellos tras entrar en contacto directo con el gorro o peine de aquella persona que tiene piejos. Por último, cabe destacar que ni la higiene ni el aseo personal están relacionados con la contracción de piojos.
¿Qué síntomas producen los piojos en la cabeza del niño?
Una vez sabido esto, vamos a ir desgranando los distintos síntomas que pueden denotar la existencia de este parásito:
- Picazón generalizada. Esta suele ser provocado por una reacción alérgica a los piojos y liendres.
- Cosquilleo en cuero cabelludo. Producido sobre todo por la acción de estos parásitos.
- Aparición de llagas. Producida por rascarse demasiado en la zona. Si se abusa de esto, pueden aparecer infecciones más graves.
- Problemas de insomnio. Debido en parte porque los piojos suelen ser mucho más activos durante la noche.

¿Cómo podemos tratar a los piojos?
En la actualidad, existen multitud de tratamientos en forma de champús, cremas y lociones que se pueden adquirir sin prescripción médica. Aunque ante cualquier duda, lo mejor que podemos hacer es consultar a nuestro pediatra o médico de confianza. A partir de ahí, habrá que seguir los siguientes pasos:
- Es muy importante seguir las instrucciones del prospecto. De esta forma, nos aseguraremos que se consigue el efecto deseado en el menor espacio de tiempo posible.
- Se debe usar exclusivamente en el pelo del cabello. Y no aplicarlo en otras zonas más sensibles donde crece el pelo, ya que se pueden aparecer salpullidos o alergias indeseadas.
- Evitar usar dos productos diferentes al mismo tiempo. Y en caso de hacerlo, siempre que sea bajo la supervisión de un médico o pediatra.
- Usar peine de dientes finos. Tras la aplicación del producto en cuestión, se antoja muy importante aclarar la zona y después utilizar un peine especial (de dientes finos) para deshacerse de cualquier resto de piojo o liendre muerta.
- Revisar el pelo cada dos o tres días. Es muy importante chequear el estado de cabello cada dos o tres días para comprobar si el producto está surtiendo efecto. En caso afirmativo, en dos o tres semanas, los parásitos desaparecerán por completo.

Consejos prácticos para prevenir los piojos
¿Es posible evitar que nuestros hijos contraigan piojos? Aunque en la mayoría de ocasiones resulta bastante difícil, sí que existen una serie de consejos que seguro que os serán de mucha utilidad de ahora en adelante:
- Educar a los niños es muy importante. Para ello, tendremos que hacerles ver que no tienen estar en contacto directo con los niños (sobre todo con sus cabezas). También es importarte inculcarles que no deben compartir cepillos, diademas o gomillas con los demás.
- Lavar las sábanas y ropa con agua caliente. De esta forma, nos aseguramos deshacernos de cualquier resto de piojo o liendre
- Dejar los cepillos remojando en agua caliente. Esta será otra forma de “desinfectarlos” y así reducir las posibilidades de que el niño contraiga estos parásitos.
Ante cualquier signo, hablad con la escuela. Si nuestro hijo tiene cualquier síntoma relacionado con los piojos, se antoja muy necesario hacerlo saber al colegio o guardería para así evitar que se infecten otros niños.
- A Parent’s Guide to Head Lice – American Academy of Pediatrics.
- Pediculosis de la cabeza – Asociación Española de Pediatría.
- Pediculosis. Prevención y Control – Leire Azcona. Elsevier.
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