Los ovarios forma una parte esencial del aparato reproductor femenino ya que es el encargado de la producción de las hormonas sexuales y óvulos que después serán fecundados por los espermatozoides justo después de la penetración.
Este suele tener una forma de almendra con unas dimensiones de 1x2x3cm junto a un peso que no supera los 10 gramos. Quedan siempre fijados a ambos lados del útero a través de una serie de ligamentos que se encuentran en la pelvis de la mujer. Y a lo largo de las últimas décadas, se ha visto como esta zona es de muy propensa a contraer todo tipo de enfermedades al igual que ocurre con los testículos del hombre.
Por esta razón, nos ha parecido interesante hacer un breve repaso por todas ellas y que pueden tener un efecto de lo más negativo en el correcto funcionamiento de los ovarios. En la mayoría de enfermedades del ovario, es común que surja el típico dolor de ovarios. Aunque no siempre es así. Y a través del siguiente artículo os hablaremos con sumo detalle de este tema que seguro que será de mucha utilidad para todas las mujeres que leen nuestro blog.
Cáncer de ovario
El cáncer de ovario es junto al de mama, uno de los más extendidos entre todas las mujeres del planeta. Cabe destacar que causa una alta mortalidad debido a que desde un principio cuesta mucho detectarlo ya que no existen una serie de síntomas graves que ayuden a identificarlo.
Aunque sí existen una serie de señales de alarma que nos pueden decir que la mujer en cuestión sufre de cáncer de ovarios. Y entre todos ellos, cabe destacar el aumento o pérdida de peso repentino, desequilibrios en los periodos menstruales y vómitos acompañados también de pesadez y dolor en la parte del abdomen.
Síndrome de ovarios poliquístico
El síndrome de ovarios poliquísticos ocurre cuando estos segregan una cantidad desmesurada de líquidos que se traducen después en unos importantes quistes a lo largo de toda la zona de los ovarios y que a la larga pueden afectar muy negativamente en la salud de la mujer. De hecho es una patología, que después puede derivar en enfermedades más graves como la diabetes o el infarto.
Entre algunos de sus síntomas más notorios, cabe destacar un dolor pélvico de lo más característico, caída del cabello junto a una infertilidad prolongada que en la mayoría de veces desaparecen con unos medicamentos específicos o simplemente llevando una dieta más sana y equilibrada.
Quistes en los ovarios
Cabe destacar que casi cualquier mujer puede sufrir de quistes ováricos al menos una vez en la vida. Al igual que la anterior patología, consiste en una retención de líquidos que empiezan a desarrollarse en la parte inferior de cualquiera de los dos ovarios.
La parte positiva de estos quistes es que no son malignos y tienden a desaparecer con el mero paso del tiempo. Aunque se han dado los casos en mujeres mayores de 50 años, en lo que estos quistes se han transformado después en tumores o cáncer de ovarios que no habrá más remedio que tratar de forma más agresiva haciendo uso de la quimioterapia.
Torsión ovárica
La torsión ovárica es otra patología que se caracteriza por un fuerte dolor en la parte más inferior del abdomen que puede extenderse hasta la espalda e incluso algunas extremidades como los brazos.
Suele aparecer sobre todo en mujeres jóvenes y en ocasiones puede expandirse hasta las trompas de Falopio. Por esta razón, es muy importante someterse a revisiones ginecológicas un par de veces al año para identificar lo antes posible esta torsión.
Falla ovárica
La falla ovárica prematura ocurre cuando la mujer deja de producir óvulos de manera normal. Es como una especie de “menopausia prematura” que puede provocar una clara infertilidad en la mujer.
En la mayoría de ocasiones, se trata de una patología que va remitiendo con el paso del tiempo. Aunque tampoco está de más consultar a nuestro médico o ginecólogo si los síntomas siguen estando presentes con el paso de las semanas.
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