Los riñones son órganos fundamentales en el proceso tanto de desintoxicación como de depuración de nuestro organismo, principalmente por algo fundamental: son los encargados de la eliminación de aquellas toxinas y de los desechos que nuestro cuerpo no necesita.
Entre sus funciones principales, se convierten de hecho en uno de los principales filtros de nuestra sangre, los cuales la depuran reteniendo aquello que nuestro organismo sí que puede aprovechar, y eliminando solo aquello que el cuerpo debe desechar a través de la orina. Por ello siempre es adecuado saber cómo depurar los riñones, ya que la depuración de estos órganos al menos una vez por año nos permiten depurarlos, limpiarlos y cuidarlos naturalmente.
Como de buen seguro sabrás, los riñones consisten en un par de órganos con forma o apariencia de frijol o habichuela. Presentan un tamaño similar al que tiene un puño cerrado (unos 13 centímetros de largo y 8 centímetros de ancho). Y los encontramos en la parte posterior de la cavidad abdominal, situados justo por encima de la cintura. En el caso del riñón derecho descansa debajo del hígado, mientras que el riñón izquierdo lo hace debajo del diafragma.
Cuando hablamos de dolor de riñones, y sobretodo del dolor de ovarios, debemos tener presente que en realidad ambas molestias pueden estar relacionadas, aunque es necesario tener algo claro: no existe el dolor de ovarios como tal, dado que son órganos que no tienen sensibilidad, no causando verdaderamente dolor, y sí presentan relación con determinados desequilibrios relacionados especialmente con el aparato reproductivo femenino.
Síntomas del dolor de riñones y de ovarios
Las molestias causadas por ambos problemas son en realidad bien claros y definidos:
- Sensación de dolor en los ovarios: generalmente duele la región inferior del abdomen, justo por debajo de la región del ombligo y de la pelvis. Este dolor puede ser pasajero, agudo o crónico (lo que dependerá de la causa que haya provocado su aparición). Pueden aparecer calambres en el vientre, o sensación de pinchazos a la altura de los ovarios, en alguno de los dos lados del vientre.
- En el caso del dolor de riñones, las molestias suelen sentirse sobretodo en la zona de la espalda baja, y especialmente por encima de la cintura, donde éstos se encuentran ubicados.
¿Cuáles son sus causas?
En muchos casos cuando una mujer sufre de dolores en los ovarios, éstas molestias también tienden a irradiarse hacia los riñones. Por ejemplo, suele ser común que aquellas mujeres que sufran de ovulaciones dolorosas, entre las diferentes molestias que aparecen, encontramos también el dolor en los riñones.
Por ello siempre es importante acudir rápidamente a un ginecólogo cuando el dolor es muy intenso, o bien cuando éste no desaparece con el paso de los días.
Podemos distinguir las siguientes causas:
- Malas posturas: Es la causa más común y frecuente. Como es de imaginar, no se trata de un dolor relacionado con algún problema o enfermedad de los riñones, sino por una mala posición ya sea al sentarnos o al cargar demasiado peso sobre la espalda.
- Dolor menstrual: Es una de las causas más frecuentes, la cual aparece por la acción de la prostagladina (una sustancia que provoca las contracciones de la musculatura del útero).
- Ovulación dolorosa: A diferencia de las molestias que aparecen durante la menstruación, algunas mujeres también presentan dolor en la mitad del ciclo de ovulación.
- Embarazo ectópico: Se trata de un tipo de embarazo patológico, el cual se desarrolla fuera de la cavidad uterina, debido a que el huevo embrionario no emigra hasta el útero y se sitúa en las trompas de Falopio.
- PID o Enfermedad Pélvica Inflamatoria: es una enfermedad de transmisión sexual que causa una inflamación peligrosa de los órganos reproductores. Si no se trata a tiempo puede causar infertilidad.
¿El dolor de riñones y ovarios es síntoma de embarazo?
Además de que el embarazo ectópico pueda producir dolor de riñones y ovarios, es común preguntarse si un embarazo que cursa normal y sin problemas pueda igualmente producir estas molestias y dolores.
Lo cierto es que, por un lado, el dolor de riñones es muy común en el embarazo. De hecho, no suele ser un dolor que se relacione directamente con problemas o enfermedades en los riñones, sino con otras molestias situadas en zonas próximas y que podrían ser mucho más vulnerables durante el embarazo, como podrían ser la pelvis o la espalda.
Por otro lado, el dolor de ovarios también es común durante la gestación, sobre todo durante las primeras semanas de embarazo, siendo bastante similar al dolor que se suele sentir cuando viene la menstruación.
Eso sí, aunque estos dolores sean comunes y frecuentes, no es normal que el dolor pueda ser muy fuerte y vaya acompañado de sangrado. En ese caso podemos encontrarnos ante un síntoma de aborto espontáneo (o igualmente de embarazo ectópico), siendo recomendable acudir rápidamente al médico.
¿Qué hacer cuando aparece el dolor de riñones y de ovarios?
Lo más adecuado es acudir siempre a tu médico, el cual (en caso de que sea un médico de cabecera, o bien un médico general o de familia privado), te derivará al especialista más oportuno, principalmente al ginecólogo.
Si por ejemplo las molestias se deben a la menstruación, puedes optar por infusiones naturales que ayudan a calmar el dolor: destaca la infusión de canela, la infusión de manzanilla y la infusión de onagra. También puedes aplicar calor en la zona del vientre, por ejemplo utilizando compresas calientes.
Cómo calmar el dolor de ovarios y riñones
Si el dolor tanto de ovarios como de riñones no es demasiado fuerte, debemos tener en cuenta cuál es la causa que haya ocasionado su aparición para disfrutar de un tratamiento adecuado.
En caso de embarazo, se tratan de molestias habituales. Eso sí, siempre y cuando el dolor no sea muy fuerte ni se acompañe de otros síntomas alarmantes, como por ejemplo podría ser el sangrado.
Es útil aplicar calor o frío en la zona. Aunque es cierto que no existen estudios que hayan permitido constatar su efectividad, lo cierto es que muchas mujeres con dolor de riñones y de ovarios dicen sentir cierto alivio cuando se lo aplican.
También es útil evitar permanecer mucho tiempo de pie o sentado en la misma postura, y reeducar nuestra postura sobre todo al sentarnos, con el fin de evitar arquear en exceso la columna.
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