La kombucha es también conocida popularmente con los nombres de hongo chino, hongo de té o hongo manchuriano. Consiste en una bebida fermentada que se elabora a partir de un té endulzado el cual es fermentado mediante una colonia de microorganismos conocidas con el nombre científico de Medusomyces gisevi, que se caracteriza por su textura y apariencia gelatinosa, consistente sobre todo en hongos semejantes a levaduras, así como cepas de Gluconobácter oxydans y Bacterium xylinum.
Estas bacterias y hongos, cuando fermentan, son capaces de convertir el azúcar en fructosa y glucosa, para luego pasar a alcohol etílico, ácido acético y gas carbónico, los cuales conviven en una simbiosis de beneficio mutuo, al formar en su superficie un cuerpo gelatinoso que a muchos recuerda a la forma de una medusa.
Dependiendo de la variedad del té utilizado y el tiempo de preparación el tipo de bacterias y de hongos puede variar, dado que al comienzo de la fermentación de la solución de té y azúcar diversos tipos de microorganismos participan en el proceso, hasta que transcurridos unos días queden sólo aquellos que forman parte de la familia Medusomyces gisevi, que tienden a ser más resistentes a la acidez y a las distintas sustancias antibióticas que segregan la colonia para su protección.
¿Cuál es el origen de la kombucha?
Algunos historiadores creen que el origen de la kombucha es chino, ya que en China se han podido encontrar escrituras que mencionan al hongo del té hacia el año 206 a.C., en tiempos de la dinastía Han. No obstante, otros historiadores consideran que en realidad se trata de un invento que tiene su origen en un médico de Corea.
Sea como fuere, existe una bella leyenda que habla que en el año 400 había un médico chino o coreano conocido con el nombre de Kombu, que fue llamado hacia el año 415 por el emperador japonés Inkio, el cual se encontraba muy enfermo. El médico llegó a Japón con un “té de Kombu”, con cuya bebida fue capaz de salvar la vida del emperador.
En el caso particular de los chinos, nos encontramos ante una bebida muy valiosa desde un punto de vista de la Medicina Tradicional China, muy apreciada por sus cualidades para equilibrar la energía vital o chi, a la vez que mejora la digestión. En este país, por ejemplo, es conocido como el hongo de la inmortalidad y la longevidad.
Imágenes | iris / Charles de Mille-Isles
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