Siempre que hace buen tiempo, y que por ejemplo el aumento de las temperaturas (con el consecuente y evidente aumento de calor) nos anima a pasear por las calles o a ir a la playa o a la piscina, no hay duda que tanto las sandalias o chanclas se convierten en uno de los calzados de elección, por su comodidad, su facilidad de uso, y sobre todo porque ayudan a que nuestros pies no suden en exceso cuando de por sí ya hace bastante calor.
Pero su uso excesivo puede tener una consecuencia: ocasionar la aparición de los conocidos como juanetes. Además, dicho sea de paso, de otras consecuencias comunes como por ejemplo es el caso de dolores en los talones y en el arco del pie, esguinces y aumentar el riesgo de sufrir un accidente (al subir o bajar las escaleras, al tropezarnos o engancharnos).
En el caso particular de los juanetes, es cierto que su causa no es solo provocada por el uso inadecuado o excesivo de sandalias. También existen otras causas relacionadas, dado que no es la única.
¿Qué son los juanetes?
Básicamente podríamos definir al juanete como el agrandamiento de la articulación de la base del dedo gordo del pie, que se produce al desplazarse el tejido o el hueso de la articulación del dedo gordo.
Como consecuencia de ello, este desplazamiento fuerza al dedo a doblarse hacia los otros, creando el síntoma o signo más común: una especie de bulto de hueso en el pie, que con frecuencia tiende a ser bastante doloroso. Es decir, la desviación del dedo gordo del pie aumenta cuando éste descansa sobre el segundo dedo. Con respecto al bulto que aparece, es común que se inflame y se enrojezca.
En este punto nos encontramos con el conocido como Hallux Valgus, una desviación del primer metatarsiano del dedo gordo del pie ocasionado por la existencia de una deformación de este hueso como consecuencia de diferentes causas. Como indicábamos, precisamente es esta desviación del Hallux Valgus la que ocasiona que el juanete se forme.
¿Por qué aparecen? ¿Qué causa la desviación del dedo gordo del pie?
Tal y como comentábamos al comienzo de esta nota, lo cierto es que son varias las causas que pueden ocasionar la aparición de un juanete. Aunque no lo creas, la genética influye muchísimo en este sentido, dado que determinados factores hereditarios parecen influir en que exista un defecto en la estructura mecánica del pie. Pero no heredamos el juanete en sí mismo, sino la forma de caminar que a su vez ocasiona la aparición del Hallux Valgus.
Además de esta causa principal existen otras que pasamos a comentarte a continuación:
- Uso poco adecuado del calzado: ya sea por el uso de sandalias o por zapatos de tacón alto, ambos tienden a presionar los dedos en el interior del zapato, limitando el movimiento de los dedos.
- La edad: a mayor edad mayores son las posibilidades de padecer juanetes, sobre todo a partir de los 40 años.
- Enfermedades y afecciones del pie: como por ejemplo es el caso de los pies cavos o pies planos.
- Otras enfermedades: como ocurre con la artritis reumatoide, que deforma los huesos.
- Pie egipcio: consiste en un tipo de pie en el cual el dedo gordo es más largo que el resto de los dedos.
¿Cómo prevenir su aparición?
Si bien es cierto que tanto la edad como la genética tienden a ser dos causas relacionadas que evidentemente no pueden evitarse, sí es verdad que en realidad se tratan de dos causas no directas, sino que influyen de forma conjunta con otras causas relacionadas.
Así, por ejemplo, si dispones de cierto factor hereditario y presentas por tanto una mayor predisposición a sufrir juanetes (por ejemplo, tu madre o tu abuela los tienen), si además utilizas un calzado poco adecuado es más que evidente que tienes todas las papeletas para que se formen.
Por tanto, es fundamental el uso de calzados adecuados, que se ajusten bien al pie y que sean cómodos. En el caso de utilizar sandalias y chanclas, lo mejor es no utilizarlas durante muchas horas seguidas.
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