Si habitualmente frecuentas los herbolarios y tiendas de dietética es posible –y bastante probable de hecho- que en algún momento te hayas encontrado con él.
Es conocido con el nombre de tempeh, y aunque su nombre pueda tal vez no sonarte tanto, lo cierto es que en realidad se trata de un alimento bastante parecido al tofu, mucho más popular en la mayoría de las ocasiones.
¿Qué es el tempeh?
Se trata de un alimento que es el resultado de la fermentación controlada, cocinando frijoles de soja con un hongo de Rhizopus (tempeh starter). Es decir, es un producto alimenticio procedente de la fermentación de la soja, el cual habitualmente se presenta en el envase en forma de pastel.
Es un alimento originario de Indonesia, donde es considerado desde hace muchísimos siglos como un alimento sencillo pero sumamente rico en proteínas, de ahí que sea un producto que encontramos en la mayoría de las dietas.
Propiedades y beneficios del tempeh
Destaca principalmente por su elevado contenido en proteínas, de ahí que se convierta en un sustituto ciertamente excelente de los alimentos de origen animal, y es ideal como producto alimenticio tanto para vegetarianos como para veganos. De hecho, 100 gramos de tempeh aportan alrededor del 40% de las proteínas que nuestro organismo necesita diariamente. Además, contiene todos los aminoácidos esenciales.
Por otro lado, se trata de un alimento muy beneficioso para las mujeres que se encuentren en la menopausia, ya que alivia los síntomas más típicos de esta etapa y a su vez es capaz de fortalecer los huesos.
Ya que mantiene toda la fibra de los frijoles ayuda a regular el tránsito intestinal. La fermentación produce agentes de antibióticos naturales, siendo útiles para aumentar la resistencia de nuestro organismo a infecciones intestinales.
Asimismo, el consumo regular de tempeh reduce el riesgo de enfermedades coronarias, previene distintos tipos de cáncer (sobretodo los que se producen en el tracto digestivo) y regula los niveles de azúcar en la sangre, siendo adecuado su consumo en personas con diabetes.
Usos del tempeh
Habitualmente este producto alimenticio es cortado y cocinado a la plancha o freído, hasta que su superficie quede dorada y crujiente, aunque también puede ser utilizado combinándolo con otras recetas, tales como sopas y caldos.
También puede ser utilizado como ingrediente en sándwiches, ensaladas y cremas de untar.
Algunas recetas de tempeh
Cómo hacer tempeh en casa
Ingredientes
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1 kg. de soja en grano
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2 cucharadas del hongo Rhizopus oligosporus
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6 cucharadas de vinagre suave (puede ser de arroz)
Preparación
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Muele el grano de soja (puede ser manualmente o a través de un molinillo).
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Deja en un bol la soja molida remojada durante 15 horas.
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Retira la cáscara del grano. Para conseguirlo solo tienes que apretar la soja con los dedos, y el grano saldrá solo.
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Añade vinagre y deja cocer a fuego medio-bajo durante media hora.
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Escurre y seca la soja, dejándola que se enfríe a temperatura ambiente.
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Expande en una bandeja el hongo, de manera uniforme.
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Deja en reposo el cultivo de la soja y el hongo, en un recipiente abierto o que haya sido cubierto levente durante algunas horas.
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Después de 2 días observarás que habrá aparecido una especie de película blanca encima de la soja (es el indicativo de que la fermentación se ha realizado de forma correcta).
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¡Lista!
Ensalada de tempeh
Ingredientes
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Tempeh (cantidad al gusto)
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Rúcula
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Queso parmesano
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Salsa de soja
Preparación
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Lava bien la rúcula, y córtala en trocitos pequeños.
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Corta el tempeh en cuadraditos. Añade una pizca de aceite y unas gotas de salsa de soja en una sartén y fríe el tempeh cortado.
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Añade una pizca de sal.
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Por encima ralla un poco de queso parmesano.
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¡Lista!
Imágenes | Gloria Cabada-Leman / Veganbaking.net / ilovebutter
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