Y es que tal y como conocimos en su momento, sabemos que la dieta cotidiana es vital para prevenir la aparición del cáncer, dado que como comentó recientemente el Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer, en ayuda con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, parece ser la incidencia de cáncer podría reducir entre un 30 y un 40% si se mantiene una dieta sana y equilibrada, rica especialmente en frutas y verduras.
Según se ha sabido hace algunos meses, el cáncer sigue siendo la segunda causa de muerte en el mundo tras las enfermedades y alteraciones cardiovasculares, a pesar de los distintos avances médicos que, sobre este tema, se han ido llevando a cabo con el paso de los años.
Pero es de vital importancia no sólo mantener una serie de hábitos sanos y saludables en nuestra vida diaria, sino también hacer cambios en nuestra dieta para luchar contra la aparición de esta terrible enfermedad.
Toma buena nota de los consejos que te damos a continuación:
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Frutas y verduras anaranjadas como las zanahorias, las naranjas o mandarinaslas calabazas o los mangos. Poseen betacarotenos y carotenoides que ayudan a defendernos de las células malignas.
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Las legumbres, como las judías, lentejas o los garbanzos, están compuestos con saponinas (entre muchas otras sustancias), que, según se cree, pueden ser capaces de detener la multiplicación de las células cancerígenas.
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Crucíferas como la col, la lombarda, el repollo o el brécol (entre otros), poseen sustancias que aumentan las defensas antioxidantes de nuestro cuerpo y activan las enzimas contra aquellos residuos cancerígenos.
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Los tomates poseen licopenos, que son potentes, sobretodo, en la prevención del cáncer de próstata. Debemos tener en cuenta que éstos aumentan al cocer el alimento.
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Los alimentos ricos en fibra (como los cereales integrales, y en sí como el arroz, la avena, el trigo o el centeno) ayudan a mantener un sistema digestivo sano, y favorecen la eliminación de toxinas, depurando nuestro cuerpo por dentro y limpiando los órganos.
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El té podría ser una de las bebidas más sanas que podríamos tomar diariamente a razón de entre 2 a 4 tazas, especialmente porque, gracias a sus polifenoles, reducen el riesgo de aparición de cáncer de estómago.
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Los frutos secos son fuentes de ácidos grasos esenciales que pueden ser protectores frente a las metástasis.
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