Es cierto que entre los diferentes aceites que se pueden obtener a partir de determinados alimentos, destacan por ejemplo el aceite de oliva, el aceite de calabaza, el aceite de lino, aceite de girasol o el aceite de soja.
Pero también es cierto que es habitual que muchas personas no conozcan apenas nada sobre otro aceite nutricionalmente interesante: el aceite de avellanas.
Las avellanas son unos frutos secos deliciosos muy característicos del otoño, siendo la temporada ideal para consumirlas en noviembre. Aunque en la actualidad podemos encontrarlas en supermercados y tiendas durante prácticamente todo el año.
Desde un punto de vista nutricional, estos frutos secos son especialmente ricos en ácidos grasos insaturados y destacan por su bajo contenido en ácidos grasos saturados. Esto significa que son unos alimentos que ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares, y a reducir los niveles de colesterol alto y triglicéridos.
Seguramente que te resultará difícil pensar que el aceite de avellanas es un tipo de aceite adecuado dentro de una dieta equilibrada, probablemente porque te recuerde al aceite de almendras (especialmente utilizado en la belleza para el cuidado natural de la piel).
Contenido nutricional del aceite de avellanas
Entre los beneficios del aceite de avellanas más importantes desde un punto de vista nutricional, destaca por su alto contenido en ácidos grasos insaturados, lo que aporta a este aceite virtudes o propiedades cardiosaludables.
También es especialmente rico en vitaminas (sobretodo vitamina A y E) y minerales (como el calcio, magnesio y selenio).
Beneficios cardiosaludables
Como vemos, el aceite de avellanas es adecuado en caso de colesterol y triglicéridos altos, gracias a su contenido en ácidos grasos insaturados. Por ello también es un aceite útil en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Gracias también a su contenido en otros nutrientes es un aceite que ayuda a proteger tanto la piel como la vista, previniendo la osteoporosis y ayudando a combatir la fatiga.
Ideal para la piel
Como no podría ser menos, y como ocurre también con el aceite de almendras, el aceite de avellanas es interesante en el cuidado de la piel, en especial para la piel de niños y bebés gracias a sus beneficios suaves.
Ejerce a su vez una acción calmante de pieles irritadas, ayudando incluso a mejorar casos de dermatitis y eccemas.
Imagen | BocaDorada
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