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Antes de contratar un seguro médico: lo que debes tener en cuenta

Si piensas contratar un seguro médico es recomendable que, antes de hacerlo, te pares a leer este artículo en el que te descubrimos qué cuestiones debes tener en cuenta.

Si tenemos en cuenta la gran cantidad de recortes que se han producido en los últimos años en la sanidad pública (entre los que podemos mencionar, por ejemplo, que los pacientes deben pagar más por sus medicamentos o por sus tratamientos, o que los jóvenes mayores de 26 años deberán acreditar una falta de ingresos, ya que en caso contrario perderían la tarjeta sanitaria), es normal que cada vez sea mayor el número de personas que opten por contratar algún seguro médico. Sobretodo como forma de complementar la sanidad pública, y no depender de largas e interminables listas de espera.

Como ya comentábamos en el artículo ¿Qué son los seguros médicos?, tanto un seguro médico como un seguro de salud consisten en un contrato que una persona establece con una compañía de seguros, en la que lo que queda asegurado es la salud de la persona, ya que es la aseguradora la que debe cubrir sus gastos médicos de acuerdo a las condiciones indicadas en el citado contrato.

Antes de contratar un seguro médico

No hay duda que muchas son las ventajas de los seguros médicos, dado que, por ejemplo, tienes la libertad de escoger el especialista médico que más te guste dentro del cuadro médico de la aseguradora, y optar por una gran variedad de pruebas diagnósticas en la mayoría de las ocasiones sin tediosas listas de espera.

Pero si te estás planteando la posibilidad de contratar un seguro médico y de salud, te recomendamos tener en cuenta algunas características y elementos importantes que no deberías dejar pasar.

Cosas que debes tener en cuenta antes de contratar tu seguro médico

  • Períodos de carencia: la mayoría de los seguros de salud cuentan con determinados periodos de carencia, en la mayoría de los casos, aplicadas a pruebas diagnósticas y tratamientos complejos. Esto significa que aunque puedes tener acceso a pruebas diagnósticas sencillas (como análisis de sangre y de orina, ecografías y radiografías…), y a consultas de especialistas médicos, para otros casos debes esperar un determinado periodo de tiempo ya que en caso contrario la aseguradora no te cubriría dicho servicio y por tanto tendrías que ser tú quién pague los gastos. El periodo de carencia puede rondar entre los 3 meses hasta los 6 meses, pasando por los 8 meses para parto y 10 meses para tratamientos complejos (como por ejemplo radioterapia o quimioterapia).
  • Cuadro médico de la aseguradora: suele ser muy habitual que muchos de los especialistas médicos que trabajen en tu ciudad se encuentren dentro del cuadro médico de la mayoría de las aseguradoras. Si buscas un determinado médico, es interesante que eches un vistazo a la base de datos de la aseguradora (que puedes consultar fácilmente a través de su página Web).
  • Coberturas incluidas y no incluidas: es común cometer el error de contratar un seguro médico por ser económico sin pararnos a leer qué coberturas se encontrarían incluidas o no. El problema luego es evidente: tras pasar unos meses o años, y necesitas realizarte una determinada prueba diagnóstica, acudir a alguna consulta o debes seguir un tratamiento médico, resulta que no está cubierto.
  • Cuidado con las preexistencias (o enfermedades existentes): las preexistencias son aquellas patologías que la persona presenta con anterioridad a la fecha de la contratación del seguro médico. Lo cierto es que nos encontramos ante un apartado controvertido, ya que existen dolencias o enfermedades que aunque en el momento de la contratación del seguro no hayan causado aún síntomas, la aseguradora podría considerar que ya existía previamente.
  • ¿Tienes enfermedades o patologías ya diagnosticadas?: en caso de determinadas enfermedades o patologías graves que ya hayan sido diagnosticadas con anterioridad a la contratación del seguro médico, la persona tiene la obligación de informar de ellas en el cuestionario de salud que le aporta la aseguradora. En estos casos, es la compañía de seguros la que finalmente te indicará si te cubre o no esas patologías, y si te las cubre lo más habitual es que te suba un poco el precio.
  • Compara, siempre compara: no solo en relación a los precios de los diferentes seguros médicos que te ofrecen las aseguradoras, sino también en sus coberturas y características, ya que puede ocurrir que por uno o dos euros más al mes puedas disfrutar de un seguro de salud más completo en la competencia. Por ello es importantísimo tener paciencia y leer bien el contrato del seguro y todas y cada una de sus condiciones.

Imagen | Flickr

C.Pérez

Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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