Aunque en nuestro país la mayoría de los ciudadanos cuentan con un sistema de sanidad pública, universal y gratuita amparada por la propia Constitución Española en su artículo 43, cada vez tiende a ser mayor el número de personas que optan por complementar su propia sanidad pública contratando un seguro médico privado.
Gracias especialmente al auge que los seguros de salud privados han ido registrando en los últimos años, motivado sobretodo por el gran crecimiento de la sanidad privada, que en algunas Comunidades Autónomas llegan incluso a superar las camas hospitalarias del sistema público de salud.
¿Qué es el seguro médico o de salud?
Un seguro médico (o seguro de salud) consiste en un contrato que una determinada persona (conocida en este caso como paciente o cliente) establece con una compañía de seguros de salud, consistente en pagar un determinado precio mensual por un plan o póliza de salud, a cambio que la citada aseguradora se encargue de todo o parte de sus gastos médicos.
Es decir, se trata de un contrato mantenido entre la persona y la compañía de seguros de salud, a través del cual se compra un plan médico y de salud, y la compañía debe cubrir los gastos médicos (ya sea de manera completa, o en un porcentaje determinado).
Este tipo de seguros pueden o bien disfrutarse a través de tu empresa de trabajo (cada vez es mayor el número de compañías que firman acuerdos con las aseguradoras médicas con el objetivo de ofrecer a sus empleados diferentes servicios médicos, como por ejemplo el conocido como chequeo anual), o bien ser contratados de forma individual.
Las diferencias de precios entre los distintos tipos de seguros médicos que puedes encontrar actualmente en el mercado vienen definidas especialmente por las características del propio seguro de salud en sí mismo, y por lo que la aseguradora cubriría o no. Por ejemplo, hay seguros médicos que únicamente cubren la consulta médica y al especialista médico, así como determinadas pruebas diagnósticas, pero no cubren los tratamientos médicos que se puedan llevar a cabo tras esas pruebas.
Por este motivo es muy importante tener en cuenta todas las condiciones que ofrecen las aseguradoras médicas, sus precios y sus características, y compararlas con los ofrecidos por otras compañías. También es fundamental tener bien en cuenta qué cubren y qué no, así como si existiría alguna cláusula de tiempo mínimo de permanencia (es decir, periodo de tiempo en el que el paciente debe estar obligatoriamente con la compañía aseguradora, sin poder cancelar el contrato).
Imagen | Flickr
Comentar