Ya sabemos cómo son los niños justo en el momento en el que empiezan a andar. Se convierten en una fuente inagotable de energía durante todo el día y no tienen problema en ir correteando de allá para acá a lo largo de todos los rincones de nuestra casa. Esto se acrecienta todavía más si disponemos de un patio o jardín, lugar que aprovechan para jugar con sus juguetes preferidos al aire libre mientras socializan y se relacionan con todo el mundo exterior.
Sin embargo, hay que tener cuidado. Debido a su inocencia e ignorancia, los niños pueden sufrir también multitud de accidentes domésticos que se pueden traducir después en golpes y heridas que en muchas ocasiones no habrá más remedio que curar con nuestras propias manos.
Por esta razón, se antoja muy importante disponer de un botiquín de primeros auxilios en nuestro domicilio. Nunca se sabe cuándo lo vamos a necesitar y de ahí que sea siempre mejor “prevenir que curar” como bien dicta el refranero español.
¿Qué tiene que tener un botiquín de primeros auxilios?
Sin embargo, son muchas las personas que desconocen cuál debe ser el contenido más apropiado de un botiquín de primeros auxilios. ¿Eres tú uno de ellos? Pues no te preocupes ya que a través del siguiente artículo vamos a ahondar en este tema para que todo quede de lo más claro.
Te interesa: Golpe de calor en bebés y niños. Cómo prevenirlo, qué hacer y cómo actuar
Material para realizar curas
Este es sin duda uno de los contenidos más relevantes que debe haber en el interior de un botiquín para niños. Como muchos sabréis, los más pequeños son muy propensos a sufrir golpes, heridas y raspaduras debido a que son de lo más inquietos. Por ello, es muy importante disponer del siguiente material:
- Estas nos servirán para tratar las heridas e incluso quemaduras de primer o segundo grado.
- Pequeñas tiritas. Son de lo más socorridas para cualquier tipo de situación ya que se pueden adherir perfectamente a cualquier parte del cuerpo, mientras que también aceleran el proceso de cicatrización.
- Alcohol antiséptico de 70º. Muy importante a la hora de desinfectar heridas o cortes profundos. También podemos usar betadine en su lugar.
- Esparadrapo hipoalergénico. Este resulta de lo más útil para sujetar las gasas o simplemente para hacer sujeciones más resistentes.
- Guantes de vinilo. Siempre deberemos ponernos estos guantes a la hora de realizar curas para así evitar infecciones.
- Analgésicos. Si vemos que el niño está sufriendo demasiado durante la cura, no estaría de más darle un comprimido para el dolor. Aunque no está de más consultar antes la cantidad recomendada a un pediatra.
Otros utensilios útiles
Aparte de los típicos materiales de cura, existen una serie de utensilios que os van a resultar de lo más útiles a la hora de realizar cualquier cura. Y a través de la siguiente selección hablaremos de los más importantes.
- Termómetro. Nos servirá para conocer con detalle si el niño está sufriendo fiebre. Si comprobamos que es demasiado alta (39-40 grados) habrá que ir al hospital en la mayor brevedad posible.
- Tijeras de punta redonda. Este tipo de tijeras son de lo más útiles para realizar cortes a las gasas sin estar con el temor de hacer punciones o cortes indeseados en la piel del niño.
- Pequeña linterna. Disponer de una pequeña linterna nos será de gran utilidad si el niño se ha hecho daño por la noche y tenemos que hacerle una cura en situaciones donde la luz brilla por su ausencia.
- Bolsas antitérmicas. Si vemos que el niño tiene mucho frio durante la curación de sus heridas, no está de más taparle con una bolsa o manta térmica que evitará que sufra después de fiebres altas.
Algunos aspectos a tener en cuenta en un botiquín para niños
Ahora que ya habéis conocido todo el contenido que debe haber dentro de un botiquín para niños, a continuación vamos a daros una serie de consejos que debéis tener en cuenta.
- Hay que mantener siempre el botiquín en un lugar fresco y seco. Para así evitar que los analgésicos, medicinas y resto de material en general se corrompa.
- El botiquín siempre debe estar alejado de los niños. Por esta razón, no es mala idea ponerle un candado o simplemente en un armario de gran altura que esté fuera del alcance de los más pequeños.
Comentar