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Cómo aplicar correctamente una mascarilla facial

¿Alguna vez has tenido un día en el que sientes que tu piel simplemente necesita un extra de cariño? ¡Estás en el lugar correcto! Las mascarillas faciales son como un abrazo reconfortante para tu rostro, y hoy vamos a descubrir cómo aplicarlas correctamente para aprovechar al máximo sus beneficios.

Ya sea que estés buscando hidratación, limpieza profunda o un brillo saludable, la mascarilla adecuada puede ser tu mejor aliada. Pero aquí va un pequeño secreto: ¡la forma en que la aplicas es casi tan importante como el producto que eliges

Si bien puede parecer sencillo, aplicarla implica más que solo extenderla sobre tu rostro y esperar. Desde la preparación de la piel hasta el momento de la aplicación, y finalmente, el cuidado posterior, cada paso cuenta. ¡Sí, querida lectora, es todo un arte!

Pero no te preocupes, hoy te convertirás en una verdadera artista de las mascarillas faciales. Vamos a adentrarnos en los pasos y trucos para que cada sesión sea un lujoso y efectivo tratamiento de spa en la comodidad de tu hogar. 

Como aplicar correctamente una mascarilla facial

Elegir la mascarilla adecuada

¡Empecemos por el principio, amiga! Elegir la mascarilla adecuada es como escoger el vestido perfecto para una ocasión especial; quieres algo que te haga sentir fabulosa y que realmente se adapte a ti. 

Identifica tu tipo de piel

Lo primero que debes hacer es identificar tu tipo de piel. ¿Es seca, grasa, mixta, sensible, o normal? Esto es clave porque cada uno tiene necesidades distintas.

Por ejemplo, si es seca, querrás una que sea ultra hidratante. Si es grasa, lo ideal sería una que ayude a controlar el exceso de sebo y limpie los poros.

Aquí te informamos sobre qué producto deberías buscar según tu tipo dérmico.

Enfocarte en tus objetivos

Además de conocer tu tipo de piel, es importante saber qué es lo que deseas lograr. ¿Quieres reducir el enrojecimiento, luchar contra el acné, atenuar manchas, iluminar, o simplemente desintoxicar tu dermis?

Algunas mascarillas son verdaderas todoterreno, pero otras están formuladas para objetivos específicos. 

Lee los ingredientes

Asegúrate de leer la lista de ingredientes. Busca ingredientes naturales y beneficiosos para tu tipo de piel y evita aquellos que puedas ser alérgica o que sepas que no te sientan bien.

Por ejemplo, la miel es fantástica para la hidratación, mientras que el carbón activado es conocido por su capacidad para limpiar los poros.

No tengas miedo de preguntar

Si no estás segura de qué tipo es la mejor para ti, no tengas miedo de pedir consejo. Puedes preguntar a amigos que compartan tu tipo de cutis, leer reseñas en línea, o incluso consultar a un dermatólogo.

Recuerda, querida lectora, que encontrar el producto perfecto puede requerir un poco de prueba y error, pero una vez que descubras la que hace maravillas en tu piel, ¡no habrá marcha atrás! 

Hemos creado un TOP 5 con las mascarillas que mejor funcionan

La preparación de la piel

doble limpieza facial

¡Estupendo! Ya tienes la mascarilla perfecta, ahora es el momento de preparar tu rostro para el mimo que se merece. Imagina que estás preparando un lienzo para una obra de arte, porque eso es lo que tu piel es: ¡una hermosa obra maestra! 

Limpieza

Antes de aplicar cualquier producto cosmético, es crucial comenzar con una cara limpia. Esto significa lavar tu rostro con un limpiador suave para deshacerte de cualquier maquillaje, suciedad, y aceites que puedan obstaculizar el paso de los activos beneficiosos.

Esto ayudará a que el producto se adhiera mejor y permitirá que sus ingredientes penetren más eficazmente hasta la dermis.

Exfoliación (opcional)

Considera realizar una exfoliación suave. Esto puede ayudar a eliminar las células muertas, lo que permite que los ingredientes de la mascarilla se absorban aún mejor.

Pero ten cuidado si tienes la tez sensible o si el producto ya tiene una acción exfoliante, como estas recetas caseras, y asegúrate de no exfoliar demasiado, ya que eso podría causar irritación.

Apertura de los poros

¿Quieres que los activos de tu mascarilla trabajen profundamente? Es hora de abrir esos poros. Puedes hacerlo de varias maneras.

Una opción es tomar una ducha caliente antes de aplicarla. El vapor del agua caliente ayudará a abrir los poros.

Otra opción es empapar una toalla en agua caliente (no demasiado caliente), escurrirla y colocarla sobre tu rostro durante unos minutos.

Seca tu rostro con suavidad

Una vez que hayas limpiado y abierto los poros, seca tu rostro dando pequeños toquecitos con una toalla limpia. No frotes, ya que esto puede causar irritación.

¡Voilà! Tu piel está ahora preparada y lista para recibir todos los beneficios de este cosmético. Recuerda, la preparación es la clave para asegurar que tu piel obtenga el máximo provecho de cada aplicación. 

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Cómo aplicar la mascarilla de forma correcta

como utilizar la mascarilla de arcilla

¡Y ahora llegamos a la parte más emocionante, amiga! Tu piel está limpia y lista, y es hora de mimarla con la mascarilla que has elegido con tanto cuidado. Hagámoslo como las profesionales:

Utiliza tus herramientas

Puedes usar los dedos para aplicarla, pero si quieres sentirte como una profesional en un spa, utiliza una brocha para mascarillas. Además de ser increíblemente suaves y lujosas, las brochas ayudan a aplicarla de manera uniforme.

Aplicación uniforme

Comienza aplicándola en tu frente y avanza hacia abajo. Asegúrate de hacerlo de manera uniforme por todo el rostro, pero ten cuidado de evitar el contorno de los ojos, ya que la piel allí es muy delicada. Esto sirve para los formatos en gel/crema o peel off.

Si has optado por una mascarilla de sábana, ábrela con cuidado. A menudo están empapadas en serum, así que ten cuidado de no derramarlo.

¡Consejo profesional! Puedes darle a tu piel un mimo extra aplicando el suero que queda en el envase antes de colocarla.

Despliégala con cuidado. Verás que tiene agujeros para los ojos, la nariz, y la boca. Comienza pegándola en la frente y alinéala con los ojos y la nariz, y luego suavemente extiéndela sobre el resto de tu rostro.

Trata de eliminar cualquier burbuja de aire y asegúrate de que esté en contacto con tu piel en todas las áreas.

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Zonas a evitar

No olvides evitar también las áreas alrededor de la boca y las fosas nasales. La mascarilla no debe estar demasiado cerca de tus ojos o boca, pero asegúrate de cubrir áreas como la línea de la mandíbula y los lados de la nariz, que a veces se pasan por alto.

Tiempo de espera

Ahora que tu mascarilla está puesta, es hora de relajarte y dejar que haga su magia. Lee las instrucciones en el envase del producto para saber cuánto tiempo debes dejarla puesta.

Generalmente, es alrededor de 10-20 minutos, aunque algunas opciones pueden dejarse toda la noche. Aprovecha este momento para relajarte, escuchar tu música favorita, o leer un buen libro. 

¡Recuerda no dejarla puesta por más tiempo del recomendado! Esto puede causar resequedad o irritación en algunos casos. Además, es fundamental no mover mucho la cara para que pueda actuar eficazmente.

Retirada

temperatura del agua lavado cara

¡Y ahora, el gran final! Retirar el producto correctamente es tan importante como aplicarlo. 

Aclara con agua tibia

Si estás usando una de arcilla, crema o gel, comienza enjuagando tu rostro con agua tibia. El agua tibia ayudará a aflojarla sin chocar demasiado con la piel. Usa las yemas de los dedos para hacer movimientos circulares suaves mientras enjuagas, pero no frotes demasiado.

En cambio, si es de sábana, solo tienes que tirar de ella suavemente, comenzando por los bordes. No la aclares, en su lugar, masajea suavemente cualquier serum restante en tu piel para que se absorba por completo. Puedes incluso extenderlo por tu cuello y escote.

Usa una toalla suave

Empapa una toalla o paño suave en agua tibia y úsala para retirar suavemente cualquier resto de la mascarilla que no haya salido con el enjuague. Recuerda siempre ser amable con tu piel; trata de no tirar ni estirarla mientras retiras el producto.

Agua fría para cerrar poros

Una vez que hayas retirado toda la mascarilla, salpica tu rostro con agua fría. Esto ayudará a cerrar los poros y a calmar la tez. Es como darle un refrescante abrazo de despedida a tu piel después de todo el mimo que ha recibido.

Usa una toalla limpia y suave para secar tu rostro dando toquecitos. Al igual que antes, evita frotar. Tu rostro podría estar un poco más sensible después, así que seamos amables con ella.

Cuidado posterior

Finalmente, aplica tu crema hidratante favorita para sellar la humedad y mantener tu cutis hidratado.

Si has usado una mascarilla de sábana, es posible que no necesites mucha hidratación adicional, ya que estas suelen ser muy humectantes.

Si eres de las que prefieren un cuidado extra, considera aplicar un serum después de retirar la mascarilla y antes de la crema. Elige uno que complemente sus beneficios. Aplica unas gotas y masajea suavemente sobre tu rostro y cuello.

La piel alrededor de tus ojos es delicada y merece un cuidado especial. Usa una crema de contorno de ojos para hidratar y cuidar esta zona que no ha tenido mascarilla.

Aplícala con cuidado, utilizando el dedo anular, ya que es el más suave, y da ligeros toquecitos alrededor del área de los ojos.

Si es de día y planeas salir, no olvides aplicar el protector solar. Esto es crucial para proteger tu rostro de los daños del sol, especialmente después de usar una máscara, ya que la piel puede ser más receptiva a los daños UV.

¡Y ahí lo tienes, preciosa! Un rostro fresco, cuidado, y feliz. ¿Qué tal te sientes? ¡Espero que radiante y rejuvenecida!

Frecuencia de uso

mascarilla natural puntos negros

En nuestro entusiasta viaje hacia una piel radiante, es fácil dejarse llevar y querer usar mascarillas todo el tiempo. Pero, ¿sabías que hay un momento ideal y una frecuencia adecuada para usarlas? ¡Sí, lo hay! 

Antes que nada, es importante escuchar a tu dermis. Si notas que está especialmente seca, tal vez necesitas una dosis extra de hidratación. Si está más grasa o con brotes, puede que necesite una limpieza profunda.

Prestar atención a sus necesidades te ayudará a elegir el momento adecuado para usar una máscara.

Frecuencia ideal

Como regla general, usarla una vez por semana es una buena frecuencia para la mayoría de los tipos de piel. Sin embargo, esto puede variar.

Las más suaves e hidratantes podrían usarse hasta dos veces por semana, mientras que las que son más intensivas, como las de arcilla, es mejor usarlas cada dos semanas, especialmente si tienes tez sensible.

Elige el momento perfecto

El momento del día también importa. Muchas personas encuentran que usarla por la noche es ideal, ya que esto permite que los ingredientes activos trabajen mientras duermes. Además, la piel se regenera naturalmente por la noche, por lo que se puede potenciar este proceso.

Antes de eventos especiales

Usar una mascarilla facial antes de un evento especial o de una ocasión en la que quieras lucir tu mejor cara, puede ser una buena idea, sobre todo esta refrescante con pepino

Solo asegúrate de hacerlo con suficiente antelación, por si tu cutis se enrojece o reacciona mal. Un par de días antes suele ser un buen momento.

Cuidado con exagerar

Un último consejo, pero no menos importante: cuidado con exagerar. Usar mascarillas con demasiada frecuencia o utilizar productos muy fuertes puede irritar la cara. Recuerda, el objetivo es mimarla y cuidarla, no agobiarla.

En definitiva, elegir el momento adecuado y la frecuencia correcta es un arte en sí mismo. Sintoniza con tu piel y encuentra el equilibrio que te haga sentir y lucir increíble.

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Errores a evitar al aplicar la mascarilla facial

Cuál es el mejor momento de la rutina para aplicarte una mascarilla facial hidratante

¡Alto ahí! Antes de ponerte a probar mascarillas, hay algunos errores comunes que debes conocer para asegurarte de que la experiencia sea realmente beneficiosa. ¡Aquí te cuento cuáles son!

  • No limpiar antes de la aplicación. Aplicar una mascarilla sobre una piel que no está limpia es como pintar sobre un lienzo sucio. ¡No! Hazlo para que los ingredientes puedan trabajar de forma efectiva.
  • Usar un producto no adecuado para ti. No todas las mascarillas son para todos. Es fundamental que elijas una que esté formulada para tu tipo de piel y las necesidades específicas que tienes. Si tienes sequedad, por ejemplo, una de arcilla que absorba la grasa podría no ser la mejor opción.
  • Aplicar demasiado producto. En este caso, más no siempre es mejor. Aplicar demasiado producto no necesariamente aumenta los beneficios y puede ser un desperdicio. Usa la cantidad recomendada y distribuye uniformemente.
  • Dejarla demasiado tiempo. Podrías pensar que dejarla por más tiempo del recomendado aumentará sus efectos, pero en realidad, puede tener el efecto contrario y resecar o irritar la piel. Sigue las instrucciones y retírala en el tiempo sugerido.
  • No seguir con hidratación. Es importante sellar los beneficios con una buena crema hidratante. Saltarse este paso puede hacer que la piel pierda humedad rápidamente.
  • Usarlas con demasiada frecuencia. Como mencionamos anteriormente, la frecuencia de uso es importante. Usarlas con demasiada frecuencia puede desequilibrar la piel y causar problemas.

En definitiva, aplicar una mascarilla facial es un arte que merece ser perfeccionado. Desde elegir la más adecuada hasta seguir un proceso cuidadoso y atento, cada paso cuenta para desbloquear el potencial que estas maravillas tienen para ofrecer a tu piel.

Angela

Técnico Superior en Dietética.

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