Como ya te hemos comentado en algún momento en este espacio el paso de la leche materna o artificial a la alimentación sólida se convierte en una etapa muy importante no solo para el bebé, sino también para sus padres. Y frente a las distintas y diferentes dudas que pueden surgir en los primeros momentos, una opción útil es conocer cuáles son las primeras frutas del bebé, destacando especialmente en este sentido 3: la pera, el plátano y la manzana.
¿Por qué? Muy sencillo: son frutas fáciles de digerir y de fácil asimilación, de sabor suave y dulce, de textura agradable para el bebé y con bajo riesgo de causar algún tipo de alergia o de intolerancia. Algo que no ocurre con otras frutas que deben ser dejadas a un lado hasta pasado el año o hasta el momento que el pediatra aconseje su consumo, como es el caso del melocotón, el kiwi, las fresas, el albaricoque, las frutas tropicales y las frutas del bosque.
La forma de comenzar con las primeras frutas del bebé es moliendo la fruta escogida, en este caso la manzana, y añadirle un poco de agua o de leche de fórmula para hacerla algo más líquida (sobre todo si está muy espesa) y si al comienzo el pequeño tiende a rechazarla. Si precisamente es la primera vez que vas a comenzar con la manzana, recuerda que es fundamental sólo con la manzana y dársela al bebé durante 3 o 4 días sin mezclarla con ninguna otra fruta.
Cómo hacer una compota de manzana para bebés
Ingredientes que necesitas
- 1 manzana roja (es la variedad más dulce)
- Un poco de agua o de leche de fórmula (1 o 2 cucharaditas)
Pasos para preparar la compota de manzana para el bebé
En primer lugar lava bien la manzana, pélala y córtala en cuadraditos pequeños, colocándolos en el vaso de la batidora. Añade una cucharadita o dos de agua o de leche de fórmula (si optas por la leche puedes calentarla un poco), y bátelo todo bien hasta que no queden trozos de manzana (es importantísimo que la manzana esté bien molida).
Si observas que la compota está muy espesa puedes añadir más agua o más leche.
Los beneficios de la compota de manzana para el bebé
Desde un punto de vista nutritivo o nutricional la manzana es una fruta muy rica en minerales (sobre todo potasio, calcio, sodio, magnesio y hierro), además de vitaminas (como la vitamina A, C, E y del grupo B).
También es rica en fibra y agua, siendo ideal para hidratar y refrescar al bebé. Aporta pectina, una fibra soluble y azúcares naturales (como la fructosa, la sacarosa y la glucosa) que la convierten en una compota de fácil asimilación para el organismo del bebé.
En lo que se refiere a sus beneficios más importantes, una vez conocidas las cualidades nutricionales que aporta la compota de manzana, es una opción ideal porque mejora las funciones del sistema digestivo del bebé y previene el estreñimiento, que suele ser algo común cuando pasamos de la lactancia a la alimentación sólida o complementaria.
Es muy rica en antioxidantes naturales, que ayudan a reducir el efecto tan negativo de los radicales libres. Además, aporta propiedades antiinflamatorias, diuréticas, anticatarrales e hipotensoras.
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