Las compotas y papillas de frutas son una opción deliciosamente nutritiva cuando el bebé pasa de la lactancia a la alimentación sólida, aunque es cierto que la lactancia materna se convierte en la opción primordial, tal y como recomienda la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).
De hecho, en lo que se refiere a las propias compotas de frutas, debemos tener en cuenta que al comienzo no es posible elaborarlas con todas las frutas, ya que al principio es importantísimo optar únicamente por aquellas que presentan pocas probabilidades de causar reacciones alérgicas, especialmente cuando se pasa a la alimentación complementaria a partir de los 5-6 meses.
Como ya te comentábamos en otra ocasión, es aconsejable en un primer momento no mezclarlas, empezar por tanto siempre con una de ellas, y dejar un margen de entre 3 a 4 días hasta dar la fruta siguiente. Por ejemplo, se puede comenzar por la compota de manzana al comienzo, al cabo de unos días probar con la compota de pera, y finalmente acabar con la compota de plátano (ya que el plátano destaca por ser una de las frutas recomendadas en este sentido).
Precisamente por ello, en esta ocasión te proponemos una maravillosa receta de compota de plátano, que destaca por ser deliciosa y nutritiva. ¿Te animas a prepararla? Es sumamente fácil y sencillo.
Cómo hacer una compota de plátano para bebés a partir de 6 meses
La compota de plátano es una de las compotas preferidas entre los bebés. ¿Sabes por qué? Fundamentalmente por su textura, la cual destaca por ser tremendamente suave, y por su delicado sabor, que se caracteriza por ser más dulce que la pera y la manzana.
Ingredientes:
- 1 plátano maduro
- 1 cucharadita de agua
Elaboración de la compota de plátano:
Es muy sencillo. Solo tienes que pelar el plátano, retirando su piel y cortándolo en trozos. Colócalos en el vaso de la batidora y añade una cucharadita de agua si es preciso (si, por ejemplo, queda muy espeso). Bátelo todo bien. Sirve en el cuenco del bebé y a disfrutar.
¿Qué beneficios aporta la compota de plátano al bebé?
Se trata, como te comentábamos, de una compota preferida por muchos bebés por su textura (suave) y por su sabor (dulce). Pero, además, destaca por ser una compota con una baja probabilidad de causar reacciones alérgicas. Por ello es una de las frutas que los pediatras aconsejan dar al bebé cuando se comienza con la alimentación complementaria.
De hecho, es una fruta de muy fácil digestión, especialmente cuando se toma triturada (como efectivamente se le da al bebé, en este caso en forma de compota o papilla).
Desde un punto de vista nutritivo, el plátano es muy rico en hidratos de carbono, y además es bajo en grasas. Posee fibra, que al bebé le supone un gran beneficio ayudándole a prevenir el estreñimiento infantil, al estimular el movimiento intestinal. Al ser de fácil digestión es una fruta ideal para el tratamiento de la diarrea en bebés.
Respecto a los nutrientes que aporta, destaca por su contenido en vitaminas (en especial vitamina A, C, E y del grupo B), y minerales (como el potasio, hierro, calcio y magnesio).
Como vemos, es una fruta deliciosa que empieza a formar parte de la alimentación infantil alrededor del quinto o sexto mes de vida, cuando se comienza con la denominada como alimentación complementaria.
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