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Piel grasa: cómo cuidarla fácilmente

¿Cómo cuidar la piel grasa? Te descubrimos algunos consejos útiles para limpiar, cuidar y proteger las pieles grasas naturalmente, con 2 recetas de mascarillas fáciles de hacer en casa.

Hoy vamos a tratar un tema que es especialmente relevante para muchas de nosotras: el manejo de una piel con tendencia a la grasa. Si has notado que tu rostro suele presentar un brillo intenso, que los poros son más prominentes o que las imperfecciones son más comunes de lo que te gustaría, es probable que te encuentres en este grupo.

¡Pero no hay razón para alarmarse! Cada tipo de cutis tiene sus particularidades y necesidades únicas.

En las siguientes líneas, desvelaremos los secretos detrás de un cutis graso, exploraremos sus causas y compartiremos contigo cómo cuidarlo de la mejor manera posible.

Te proporcionaremos consejos esenciales y te guiaremos en la creación de una rutina eficaz que favorezca el equilibrio y la salud de tu piel. Así que, sin más preámbulos, ¡comencemos este viaje de belleza y bienestar!

cuidar piel grasa

Cómo es una piel grasa

Un cutis graso se caracteriza por una producción excesiva de sebo, un aceite natural que produce nuestro cuerpo para proteger y hidratar la superficie cutánea.

Esta sobreproducción puede dar lugar a un brillo notable, poros dilatados y la aparición de imperfecciones como puntos negros y espinillas.

Esta condición puede ser causada por una variedad de factores.

  • Genéticamente, puedes estar predispuesto a generar más grasa.
  • Los cambios hormonales, como los que ocurren durante la adolescencia, el embarazo o la menopausia, también pueden influir.
  • El estrés, una dieta alta en grasas y azúcares, y ciertos productos cosméticos también pueden contribuir a una producción elevada de sebo.

Pero no todo es negativo. La piel grasa tiene también ventajas: tiende a envejecer más lentamente y desarrolla menos arrugas que otros tipos. La clave está en conocer y comprender sus particularidades, para poder cuidarla y equilibrarla de la manera correcta.

En los próximos apartados, te brindaremos toda la información que necesitas para lograrlo.

El cuidado de la piel grasa

Encontrar el cuidado adecuado puede parecer desafiante, pero con los productos y prácticas correctas, puedes mantener tu rostro equilibrado y saludable. Aquí tienes 5 pasos esenciales que no deberían faltar en tu rutina diaria.

1. Limpieza y desmaquillado

La limpieza es un paso crucial para todas las rutinas de cuidado facial, pero es especialmente importante si tienes una tez con tendencia a la grasa. Durante el día, nuestro rostro está expuesto a muchos factores que pueden ensuciarlo y obstruir los poros, como el polvo, la contaminación y, claro está, el exceso de sebo.

Además, si usas maquillaje, éste puede acumularse en los poros, lo que puede provocar imperfecciones y brotes.

Por eso, una limpieza adecuada por la mañana y por la noche es fundamental para mantener la salud de tu cutis.

Por la mañana, te ayudará a preparar tu rostro para el maquillaje y los productos de cuidado facial que uses durante el día. Por la noche, te permitirá eliminar todas las impurezas acumuladas durante el día, así como restos de maquillaje.

Sin embargo, es importante recordar que la limpieza debe ser suave. Aunque puede ser tentador usar productos agresivos para eliminar todo rastro de grasa, esto puede ser contraproducente.

Cuando la piel se reseca demasiado, puede producir más sebo para compensar, lo que agrava la apariencia grasa. Por tanto, te recomendamos que uses un limpiador suave, diseñado para pieles grasas y que no despoje tu dermis de sus aceites naturales.

El desmaquillado es igualmente importante. Dormir con maquillaje puede obstruir los poros y provocar brotes, sobre todo si tu cutis es graso. Por eso, te recomendamos que uses un desmaquillante eficaz, pero también suave y respetuoso, y que te desmaquilles bien y siempre. 

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2. Tonificación

Después de la limpieza y desmaquillado, el siguiente paso importante es la tonificación. Los tónicos cumplen varias funciones que pueden ser especialmente beneficiosas para tu oleosidad.

  • En primer lugar, ayudan a equilibrar el pH. Cuando limpias tu rostro, especialmente si usas un limpiador con un pH alto, puedes alterar ligeramente el manto ácido de tu piel, que suele ser ligeramente ácido. Los tónicos ayudan a restaurar este equilibrio, lo que puede contribuir a una producción normal de sebo.
  • En segundo lugar, pueden tener un efecto astringente, es decir, pueden ayudar a minimizar la apariencia de los poros. Si bien no puedes cambiar el tamaño de tus poros, puedes mantenerlos limpios y menos visibles con la ayuda de un buen tónico.
  • En tercer lugar, algunos tónicos contienen ingredientes que pueden ayudar a controlar la producción de sebo, como el ácido salicílico o el agua de hamamelis. Estos ingredientes pueden hacer que un tónico sea un excelente aliado para reducir los brillos y la oleosidad.
  • Por último, preparan tu piel para los productos que aplicarás a continuación, como sueros o hidratantes. Ayudan a que estos productos se absorban mejor, lo que significa que pueden ser más eficaces.

Obviamente, si solo lo usas una vez no vas a anotar ninguna diferencia, pero con el uso regular, un buen tónico puede ayudarte a mantener tu piel equilibrada y radiante.

3. Hidratación

Aunque pueda parecer contradictorio, hidratar la piel grasa es esencial para mantenerla sana y equilibrada. Es un error común pensar que, dado que produce un exceso de sebo, no necesita hidratación adicional.

Pero aquí está la cuestión: la hidratación y la producción de aceite son dos procesos diferentes.

La hidratación se refiere a la cantidad de agua presente en las células cutáneas, mientras que la producción de sebo se refiere a la cantidad de aceite en la superficie de la piel. Un cutis puede ser graso y estar deshidratado al mismo tiempo, lo que a menudo lleva a un ciclo de sobreproducción de sebo para compensar la falta de agua.

Además, algunos productos equilibrantes pueden resecar la piel en su intento de controlar el sebo, lo que puede desencadenar una producción aún mayor de aceite para compensar la sequedad. Por eso, incluso si tu tez es grasa, debes hidratarla diariamente.

Sin embargo, no todos los hidratantes son adecuados. Lo mejor es buscar fórmulas ligeras y no comedogénicas, es decir, que no obstruyan los poros. Los hidratantes en gel son una excelente opción, ya que proporcionan la hidratación necesaria sin añadir una sensación pesada o grasa.

Además, busca productos que contengan ingredientes como el ácido hialurónico, que puede retener una gran cantidad de agua, manteniendo la piel hidratada sin aportar aceite. Otros ingredientes, como el aloe vera o el té verde, pueden tener propiedades calmantes y matificantes, que pueden ser beneficiosas también.

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4. Exfoliación

La exfoliación juega un papel fundamental si tu problema es la oleosidad. Este proceso implica eliminar las células muertas de la epidermis, lo que puede ayudar a prevenir la obstrucción de los poros, reducir la aparición de puntos negros y espinillas y promover un cutis más uniforme y brillante.

La piel grasa puede ser especialmente propensa a la acumulación de células muertas y sebo en los poros, lo que puede resultar en imperfecciones y una textura cutánea irregular. Aquí es donde la exfoliación puede marcar la diferencia.

Existen dos tipos principales de exfoliantes: físicos y químicos. Los exfoliantes físicos incluyen productos como los scrubs, que utilizan partículas pequeñas para desprender físicamente las células muertas y eliminarlas. Los químicos, por otro lado, utilizan ácidos (como el salicílico o el glicólico) para disolver las células muertas y el sebo.

Los químicos suelen ser la mejor opción en este caso. Los ácidos como el salicílico son liposolubles, lo que significa que pueden penetrar en los poros y disolver el sebo y las células muertas desde dentro. Esto puede ayudar a prevenir la formación de puntos negros y espinillas, y promover una piel más clara y suave.

También puedes probar estos exfoliantes caseros pensados específicamente para equilibrar sin agredir la piel.

Sin embargo, es importante no exfoliar en exceso. Hacerlo demasiado a menudo o utilizar un producto demasiado fuerte puede irritar la piel y causar una sobreproducción de sebo. Para la mayoría de las personas, exfoliar una o dos veces por semana es más que suficiente.

5. Protección solar

La protección solar es un paso esencial en cualquier rutina matutina independientemente del tipo de piel que tengas. Aunque pueda parecer menos relevante para las personas con dermis grasa, en realidad, es igual de importante para mantenerla sana y protegida.

El sol emite rayos ultravioleta (UV) que pueden ser muy dañinos. Estos rayos pueden causar una serie de problemas, desde quemaduras solares y manchas de pigmentación hasta arrugas prematuras y, en los peores casos, cáncer de piel.

Y aunque un cutis oleoso puede parecer más resistente a algunos de estos efectos, sigue siendo vulnerable a los daños causados por los rayos UV.

Además, es importante señalar que algunos tratamientos equilibrantes, especialmente aquellos que incluyen exfoliación química o ingredientes como el retinol, pueden hacer que tu piel sea más sensible al sol. Por lo tanto, si estás utilizando estos tipos de tratamientos, la protección solar es aún más importante.

Sin embargo, sabemos que encontrar un protector solar adecuado para la piel grasa puede ser un desafío. Muchos productos pueden dejar una sensación pegajosa o aceitosa, o pueden empeorar el brillo. Por eso, te recomendamos buscar protectores solares matificantes y no comedogénicos. Estos productos están formulados para controlar el brillo y no obstruirán tus poros.

Además, puedes considerar la posibilidad de usar un protector solar en polvo o uno con color, que puede proporcionar una cobertura ligera y ayudar a disimular cualquier imperfección.

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Manejar una piel grasa puede requerir un enfoque más cuidadoso y personalizado. La clave está en encontrar el equilibrio justo entre el control del sebo y el cuidado de tu rostro para mantenerlo sano y radiante.

Aquí te presentamos una guía eficaz y aprobada para ayudarte a manejar mejor el exceso de sebo y lucir un cutis fresco y luminoso.

  1. Limpiador: Empieza y termina cada día limpiando tu rostro con un limpiador suave, sin aceite, formulado especialmente para tu cutis. Los mejores son los formatos en espuma o gel que no tienen ingredientes agresivos. 

  2. Tónico: Después de la limpieza es la hora de equilibrar. Busca un tónico que contenga ingredientes que ayuden a regular la producción de sebo, minimizar la apariencia de los poros y equilibrar el pH de tu rostro, como el extracto de hamamelis o el ácido salicílico.

  3. Exfoliante: Un par de veces a la semana, incorpora un exfoliante químico a tu rutina. Los exfoliantes con ácido salicílico o glicólico son particularmente efectivos, ya que pueden penetrar en los poros y eliminar las células muertas y el sebo.

  4. Contorno de ojos: Considera la posibilidad de usar un producto específico para el contorno de ojos para mantener esta área hidratada y protegida. Opta por fórmulas ligeras y no comedogénicas para evitar la formación de miliums, pequeños quistes blancos que pueden aparecer cuando se utilizan productos demasiado pesados en esta zona.
  5. Hidratante: La hidratación sigue siendo esencial. Opta por un hidratante ligero y no comedogénico que proporcionará a tu rostro la hidratación que necesita sin aportar un acabado graso. Los productos con ácido hialurónico pueden ser una excelente opción, ya que proporcionan hidratación sin aportar pesadez. Prueba estos serums específicos.

  6. Protector solar: Finaliza tu rutina matutina con un protector solar SPF 30 o superior y de amplio espectro, preferiblemente uno que sea no comedogénico y matificante que no obstruirán tus poros ni aumentarán el brillo.

  7. Mascarillas faciales: En particular, las mascarillas de arcilla son ideales para la tez grasa, ya que la arcilla tiene propiedades absorbentes y purificantes que pueden ayudar a controlar el exceso de sebo, minimizar la apariencia de los poros y desintoxicar tu rostro. Utilízala una vez a la semana como parte de tu rutina de cuidado. 

Prueba a hacer esta mascarilla de yogur y miel en casa.

No olvides escuchar a tu piel y ajustar tu rutina según sus necesidades. Si sientes que tu rostro está demasiado seco o demasiado graso, o si aparecen irritaciones o brotes, no dudes en modificar tu rutina o consultar a un dermatólogo.

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Consejos adicionales para manejar la piel grasa

Además de tu rutina de cuidado facial, hay algunas estrategias adicionales que puedes adoptar para manejar tu rostro. 

Por ejemplo, sabemos que lo que comes puede tener un impacto en tu piel, y que los alimentos ricos en grasas y azúcares pueden contribuir al exceso de sebo, mientras que los alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y vegetales, pueden ayudar a mantener tu piel sana.

También es importante beber suficiente agua todos los días. La hidratación adecuada (+ 2 litros de agua al día) puede ayudar a mantener el equilibrio de la piel y a evitar la sobreproducción de sebo.

Evita tocarte el rostro. Tocarte con frecuencia puede transferir aceites, bacterias y suciedad de tus manos a tu cara, lo que puede contribuir a la obstrucción de los poros y a la formación de imperfecciones. Trata de evitar tocarte la cara tanto como sea posible.

Y por último, no te saltes la limpieza nocturna. Después de un largo día, puedes sentirte tentado a saltarte el desmaquillado y la limpieza de tu rostro. Sin embargo, es importante eliminar todas las impurezas y restos de maquillaje antes de dormir para prevenir la obstrucción de los poros.

Sabemos que lidiar con una tez grasa puede ser un desafío, pero con el cuidado y la atención adecuados, es posible controlar el exceso de sebo y mejorar la apariencia y salud de tu rostro. Recuerda que la clave está en entender tus necesidades específicas y ajustar tu rutina de cuidado y estilo de vida en consecuencia. Y aunque puede llevar un tiempo ver los resultados, la constancia y la paciencia finalmente darán sus frutos.

Esperamos que este artículo te haya proporcionado un buen punto de partida y consejos útiles sobre cómo manejar una piel grasa. ¡Adelante, y deja que tu rostro brille con todo su esplendor!

Angela

Técnico Superior en Dietética.

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